El jueves pasado se llevó a cabo, en el auditorio de la Universidad Externado de Colombia, un debate relacionado con los dilemas jurídicos de la paz. Fue un encuentro ejemplar. Hubo partidarios y opositores del proceso de paz. Hubo defensores de unas y otras tesis jurídicas alrededor de las cuestiones que el derecho debe ayudar a resolver –no a obstaculizar- frente a un posible acuerdo con la guerrilla. Todos lo hicieron con altura y preparación.
Para mi gusto el único que desentonó fue el alcalde Gustavo Petro. Es una opinión personal, producto del impacto que me produce cada vez que se habla del Palacio de Justicia. Es el acto del conflicto que más cerca me ha tocado. Mi condición de citadino bogotano me ha puesto en la condición privilegiada de no haber sido víctima directa de algún hecho del conflicto en un país en el que tanta gente tiene historias de padres, hermanos, hijos que murieron por estas guerras que nos ha tocado padecer.
Debo usar un tono personal, como no me gusta hacerlo, porque ese fue el que usó Petro en el Externado – de donde es egresado- cuando se refirió en ese foro a los hechos del Palacio de Justicia.
En el Palacio de Justicia murieron mis referentes. A la admiración que sentía por Manuel Gaona Cruz, uno de los magistrados muertos en esos hechos, le debo haber descubierto el rol del Derecho Constitucional en una época en que esa disciplina era menos importante que el Derecho Civil o el Derecho Penal. No había ocurrido en Colombia la “constitucionalización” del Derecho que vino después de la Constitución de 1991.
Este mismo testimonio seguramente lo puede dar toda una generación de abogados externadistas entre los que recuerdo a Juan Carlos Henao, ex magistrado de la Corte Constitucional y hoy rector del Externado y Rodrigo Uprimny, uno de los más importantes constitucionalistas del país, con una enorme autoridad moral que por fortuna cada vez más ha ido saliendo de las aulas para aportar en el debate público. Henao y Uprimny tuvieron la fortuna de participar –hace ya 25 años- en la sistematización de la obra del profesor Gaona que se quedó sin publicar.
Por eso para mí y para muchos de los de mi generación es un acto de perdón aceptar de buena manera que los miembros del M 19 hayan sido amnistiados y hayan logrado –algunos de ellos- acceder a importantes cargos de representación política. Un acto de perdón que en mi caso, además, se concretó en tener que proyectar desde mi condición de Viceministro del Interior buena parte de la resoluciones de indulto de los miembros de esa organización política.
Con los del EME me he encontrado en múltiples escenarios. He coincidido en muchas de sus posiciones políticas. He votado por algunos de ellos. Desde las épocas universitarias, como puede dar testimonio Guillermo Asprilla, ex secretario y amigo de Petro, coincidimos en muchas actitudes. El Alcalde recordó –por ejemplo- el asesinato de un estudiante del Externado a manos de la inteligencia militar, en cuyo acto de dolor y protesta me tocó hablar –casi como único orador- por voluntad de los miembros del Consejo estudiantil de la época.
He condenado siempre la manera como la Fuerza Pública actuó en el Palacio de Justicia. Cometieron –como los miembros del EME que participaron- crímenes sin nombre. He defendido las condenas a Plazas Vega y al Estado, como lo he hecho con la amnistía a los miembros del EME.
Todas estas referencias personales porque así es el perdón. Es un acto personal y debo decir que cada vez que oigo a Petro dar sus explicaciones sobre ese episodio –uno de los más dolorosos de nuestra historia- me siento agredido. De la misma manera que me sentí agredido cuando el Presidente Santos en vez de pedir perdón en nombre del Estado tal como lo ordenó la justicia, le pidió perdón a Belisario Betancur y a los militares.
Es cierto que, con algo de desdén, Petro ha “solicitado” perdón en un par de ocasiones. Es cierto que estaba preso cuando ocurrieron los hechos. Es cierto que difícilmente pudo haber participado en la decisión de semejante hecho, pero también es cierto que él y Antonio Navarro representan para la sociedad colombiana los mayores símbolos de guerrilleros desmovilizados del EME. Es cierto que con mucho de arrogancia, cuando la justicia exigió que el Ejercito pidiera perdón por esos hechos, Petro dijo que deberían hacerlo en forma conjunta exguerrilleros y militares.
Así legalmente no represente formalmente al EME, sí lo representa políticamente. Así como Petro invoca su condición de ex-guerrillero para pedir una especie de inmunidad ante las actuaciones de la Procuraduría, así mismo debe asumir la vocería de ese movimiento.
A Petro y a los otros miembros del EME les reconocemos que han actuado lealmente en democracia, pero cuando tuvo que hablar de los hechos del Palacio, en la misma Universidad donde fueron veladas –casi en forma simbólica- las cenizas de seis de los magistrados muertos en esos hechos, no pidió perdón como yo hubiera esperado. Quizás porque se lo concedimos sin que lo hubiera pedido. No hubo muestras de arrepentimiento y más bien gastó el tiempo en dar una versión –“mi verdad” la llamó- sobre las razones por las que el Ejercito actuó de la manera tan absurda como actuó que parecía más bien una justificación de los actos de la guerrilla, como si la muerte –cualquiera que sea- se pudiera justificar de alguna manera.
Sobre los hechos del Palacio de Justicia se sabe casi todo. Falta saber la suerte de 11 de las personas desaparecidas allí. Se sabe que el EME se alió con el narcotráfico porque en la Corte se resolvía en esos días la extradición. Se sabe que al Presidente de la República le dieron prácticamente un golpe temporal y que el Ejercito comandó la “retoma” sin esperar instrucciones presidenciales. Se sabe que el Presidente aceptó poner por encima la “defensa de las instituciones” que la vida de los rehenes. Se sabe que la actuación de la Fuerza Pública se hizo sin consideración de los más elementales principios de defensa de los Derechos Humanos y que por eso han condenado al Estado.
El relato de Petro en el que hacía parecer a los EME como víctimas y no como victimarios y en el que elucubraba sobre la intención del Ejercito de quemar expedientes que cursaban en la Corte contra algunos de sus miembros, se parecía tanto a la actitud de los voceros de las Farc en La Habana, que se niegan a reconocer a sus víctimas, que se niegan a aportar a la verdad.
A quienes Petro representa ya los perdonamos pero él debería dar ejemplo. Los perdoné debo decir porque se trata de un acto personal, digo perdonamos porque la sociedad lo perdonó a él en términos jurídicos a través del indulto.
Petro, ese que se proclama representante de la reconciliación y la paz, debería al menos cumplir el artículo de la Ley de Víctimas que obliga a quienes han sido beneficiados con indultos a enaltecer la memoria de sus víctimas a través de la ejecución de las medidas de satisfacción y de reparación simbólica previstas en esa ley.
que mamera de articulo, puro discurso de noticiero derechoso, canson, aburridor y deja el crudo sabor del recalsitrante ultra derechismo disfrazado de postura progresista.
que mamera.......juajuajua
Vuelves y juegas tu juego Riveros,pareciera que depende de como dormiste. Concéntrate ya en la Habana ,de lo contrario vamos a seguir repítiend0o lo mismo de siempre,las futuras generaciones necesitan argumentos nuevos que discutir en los próximos años.Tu exposición de lo ocurrido en Palacio es conocida hasta por mi sobrino que nació ayer, así que recordar pretendiendo re-juzgar la posición de Petro, de una u otra forma es hacer lo mismo :querer justificar lo injustificable.
Si reconoces que tanto Petro como otros ya están en la vida publico-democrática, trátalos como tal, de lo contrario te tocara llamar y re-juzgar a mas de uno, pero ante todo a JUZGAR al que falta por inepto:. Belisario.
El perdón fundamental es del estado hacia las víctimas que en ultimas fueron todos, ya lo recalcaste cuando dices que Santos lo pidió al mismísimo Belisario,...que cosas no?,allí no hay ejemplo que dar?, o simplemente se asume que es taxito?,creo que también pudo enunciarse, así las cargas se equilibran y tal vez podamos creer en tu ataque de nobleza. Si se trata de perdón el estado debería hacerlo desde épocas remotas, y no terminaría nunca ,sobre todo con poblaciones tan marginadas en este país que sencillamente es como si no existieran.
Claro que aun así seguimos siendo ''el país mas feliz del mundo'',...definitivamente mal de muchos consuelo de tontos, y engañar tontos no tiene ciencia.
Riveros como siempre.
Es evidente el desagrado del señor Riveros por el actual alcalde pero su idolatría hacia el gerente de la ciudad que sacó a Bogotá adelante, y no podía ser otro que Enrique Peñaloza, el mejor alcalde que ha tenido la ciudad.... Yo concuerdo con Héctor, Petro debería subir todos los días a Montserrate de rodillas, nada de telesférico, y gritar desde allá perdón por todos los daños que le hizo a la sociedad colombiana. Todos los días a mediodía en la plaza de bolívar y al frente del Palacio Liévano flagelarse la espalda con un látigo hasta que sangre.
No es justo que un alcalde que por fin no usa la corrupción en su administración esté ahí dando lora, hay que joderlo de alguna manera, la plata nos la tenemos que seguir robando como con Peñaloza, ¿cierto Héctor? Cualquier otro alcalde hubiera sido mejor que este señor tan proclive a lo público, como echamos de menos los colegios por concesión...
¿Tan mal andamos de columnistas en Colombia?
deacuedo con su opinion...lo malo de petro es no gobernar con los corruptos.
En este país definitivamente somos ciegos para lo que nos conviene; gracias a la desinformación o mejor manipulación de la información de los periodistas de este país, los colombianos se han hecho una imagen perversa de el actual alcalde Gustavo Petro, a él y a Antonio Navarro (quien ganó reconocimiento por ser el MEJOR GOBERNANTE del País, cuando estuvo frente a la Gobernación de Nariño) ustedes o en su mayoria insisten y exigen que cada vez que salgan en publico esten pidiendo disculpas y perdon publico... Es que acaso en un conflicto solo es una parte quien hiere!!! Adicionalmente y no menos importante, la gente de este pais, prefiere ser gobernada por un dictador y paraco (Alvaro Uribe Velez), quien enriqeucio su familia en su mandato, quien se apoderó de miles de tierras a nivel nacional, quien derrocó leyes que protegian al trabajador, quien gerenciaba los falsos positivos, quien quiere un pais guerrerista y lleno de Odio!!! POR FAVOR SEÑORESSS.. CUANDO EMITAN JUICIOS PIENSELO!!!
Acepto que la actitud de Petro, al igual que la de los demás desmovilizados, debe ser mas comprensiva de las victimas. Sin embargo me reservo mis dudas sobre una apreciación que se tiene de los hechos de Palacio. Dicen y dicen que los narcos financiaron la toma con el objetivo de quemar expedientes y frenar lo de la extradición. La cosa es que ya se había visto que históricamente los narcos y el EME habían sido enemigos, de hecho, de esa pugna estuvo el detonante de los grupos paramilitares. El primer grupo paramilitar propiamente dicho nació para proteger a los Narcos de los ataques de la guerrilla, ese fue el MAS. Y es difícil comprender que quienes otrora fueron enemigos, mas adelante fueran a hacer alianza para una operación como la de Palacio. Creo que aún hay muchas cosas por descubrir de Palacio, ya que los perdonaron, lo minimo que pueden hacer por las victimas es decir la verdad...
menos mal es su humilde y por demás subjetiva opinión, ya no hayan que decir de Petro
suficiente perdón fue para los criminales que no pagaran cárcel. Darles cargos y participación en política fue un error que no se puede repetir porque las víctimas reviven su dolor cada vez que vuelven a ver a estos individuos sin vergüenza alguna pretendiendo ser los actuales dueños de la moral. Los criminales de estas bandas son todos igual de culpables por concierto para delinquir por todos los actos que cometan sus miembros, y lo mínimo justo es que queden retirados de la vida pública y se dediquen con prudencia a ser buenos ciudadanos. petro no es ni buen ciudadano mucho menos es buen alcalde, es una vergüenza para todos.
Quienes fueron los miembros del m-19 que se quedaron el dia de la toma por fuera? el pais tiene derecho a la verdad
La experiencia enseña, que desde la cárcel también se puede delinquir. Los delitos cometidos por el M-19 son de lesa humanidad, no son amnistiables ni indultables. Que paso con lo que dijo Carlos Medellin que petro fuera buscando abogado?
Ahora entiendo mejor el porqué del ensañamiento del Señor Riveros con Petro: simplemente no puede ser objetivo analizando a Petro porq le tiene bronca personal y no lo ha perdonando (así diga lo contrario varias veces en este artículo). Y pues claro que para perdonar se necesita saber qué es lo que se debe perdonar y Riveros no tiene ni idea de sobre qué cosas Petro ha pedido perdón y de cuales no (como por ejemplo el haber sido insurgente) para q Riveros diga, como dice, q ya perdonó a Petro. Ahora, Riveros debería estudiar más este caso q tanto le duele, porq parce no saber quien mató al magistrado Gaona; y desconoce que procesalemente no es cierto que el M19 estuviera cumpliendo un mandado de Pablo Escobar;y q la versión de Petro de q la quema de expedientes era el interés militar tiene mucho peso. Finalmente, ya q Riveros habla de dar ejemplo, lo invito a q rectifique públicamente su afirmación temeraria de q Petro iba a renunciar a la Alcaldía en mayo para aspirar a la Presidencia
Es cierto que hay un cierto tono de revancha cuando Petro se refiere al tema, que no se siente —por ejemplo— en Navarro.
Más allá de la anécdota y su dimensión emocional, me produce curiosidad por qué Riveros descarta completamente la tesis (que no es solo de Petro) de los posibles intereses del estamento militar en destruir procesos que los involucraban en Palacio. ¿Por qué no es esto "contribuir a la verdad?" ¿Es esta una tesis carente de todo fundamento?
y hector riveros debe aclarar esto http://www.bluradio.com/#!28448/hector-riveros-dice-que-ht-loqueesconuri... y que por favor de la dirección. Y anotese un punto
yo quiero que don Hector y sus colegas de ministerios y viceministerios en nombre de los liberales y los conservadores de este pais nos pidan perdon por la chusma, por los pajaros y por los cortes de franela durante la violencia de mitad del siglo XX. para mi es ofensivo que don hector defienda a un delincuente como el señor plazas vega que ya fue condenado por la justicia y por eso tambien quiero que nos pida perdon por que si no lo hace no tiene autoridad para criticar a petro.
Don Nadie, quizás no leíste bien lo que dice Héctor de Plazas Vega en el artículo. Dice que ha defendido su condena o sea que es todo lo contrario a defenderlo.
si doña juanita tiene usted toda la razon. mis excusas por la equivocacion.
Por mas que le genere indignación que se cuente la historia de manera diferente a la que le gustaría, me parece que el artículo entero es solo una oportunidad mas para criticar a Petro, sin que este realmente lo mereciere, si bien es cierto que sería muy cuestionable que se hablara de los integrantes del M como victimas en los hechos del palacio, en un debate público las frases no son sueltas, se usan en un determinado argumento que el autor no permite ver.
La falta de objetividad del autor es evidente cuando afirma que apoya la amnistia al "M" y la condena a Plazas Vega, acaso el perdón debe ser solo para unos y no para todos, se realizo un acuerdo de paz entre M-19 y el gobierno, porque los militares deben pagar cuando ellos pertenecen al gobierno. Ni siquiera miembros como Antonio Navarro apoyan esa condena.
En el actual contexto colombiano se necesita mas reflexión, si bien no podemos olvidar nuestra historia, no debemos quitar la vista del futuro.
El artículo es sezgado y no dimensiona los hechos. Ni por su significado, ni por su trascendencia, como tampoco por la relación que guardan con otros de similar naturaleza.
Las críticas al M-19 tendrían toda la validez si para los últimos años de la década del 70 y los que siguieron no hubiesen ocurridos torturas en las caballerizas de Usaquén y en otras guarniciones militares; todas las exigencias en materia de perdones que algunos exigen, pierden su autoridad moral desde el momento mismo en que ocurren asesinatos no unicamente de los dirigentes del M-19 como CARLOS PIZARRO LEÓN GÓMEZ -a quien asesinaron el 23 de Abril de 1990 en un avión, después de entregar las armas- , AFRANIO PARRA, ÁLVARO FAYAD y otros dirigentes intermedios y de base de esa extinta organización político-militar.
PETRO no es el personaje representativo del M-19 ni NAVARRO honra la memoria de los dirigentes muertos.