Hace unos ocho meses, a Andrés Santamaría lo llamaron dos personeros de Bolívar para contarle que estaban preocupados porque estaban recibiendo un número altísimo de denuncias de víctimas de las llamadas bandas criminales. Y no sabían qué hacer porque quienes han sido victimizados por Los Rastrojos, Los Urabeños, las Águilas Negras, Los Paisas o La Empresa no están cobijados por la Ley de Víctimas. Esta ausencia, que está dejando a miles de víctimas de las 'bacrim' por fuera de una de las políticas bandera del presidente Santos, es un debate que quieren reabrir los personeros de todo el país.