Quienes han evaluado lo que pasó el fin de semana en el Congreso del Partido de la U han hecho notar tres ausencias en dicho evento. Una esperada, la de la senadora Marta Lucía Ramírez, quien días antes había renunciado al Partido; una probable, la del representante conservador, Telésforo Pedraza, quien se opone a la reelección, y una que no se esperaban, la del representante Eduardo Crissien, quien hacía parte de la Dirección Alterna. Sobre estos dos últimos se especula que toman distancia para irse para otros partidos. Crissien podría ser cabeza de lista a la Cámara por el Atlántico en una alianza con el presidente del Directorio Nacional, Efraín Cepeda. El temor en la U es que estos sean los primeros síntomas de desbandada, que solo podría ser frenada si la reforma política mantiene la prohibición de cambiarse de partido.
La semana pasada cuando el ex-Presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, vino a Colombia no aterrizó solo. Vino acompañado de Frank Giustra, un importante minero italo-canadiense interesado en invertir en biocombustibles en varios países del mundo, incluido Colombia.
Durante la campaña presidencial de EE.UU., un viaje realizado por Bill Clinton en el avión de Giustra a Kazakhstan generó gran polémica. Clinton elogió al Presidente Nursultan A. Nazarbayev, quien ha dominado el país de manera autoritaria durante 19 años, contrariando la política gringa frente a ese país. Después se supo que Giustra, quien había hecho millonarios aportes a la Fundación Global Initiative de Clinton, estaba interesado en comprar unos proyectos de Uranio controlados por la agencia estatal Kazatomprom.Clinton era su lobbista.
Más recientemente Giustra y el billonario mexicano Carlos Slim crearon una fundación en Vancouver, Canadá, para convocar a empresarios del sector de biocombustibles a invertir en proyectos sociales. ¿Estaría buscando Giustra filántropos, inversionistas o tan solo conocer a Shakira?