Juan Manuel Santos está reorganizando la Casa de Nariño y uno de los cambios más importantes es la creación de varias Altas Consejerías. A pesar de que otros funcionarios, como los ministros, suelen tener mayor visibilidad, los Altos Consejeros son los miembros del gabinete más cercanos al Presidente y podrían ser más determinantes a la hora de diseñar políticas y sobre todo de hacer políticas transversales a varios ministerios. Tienen sus oficinas dentro de la Casa de Nariño, por lo que sus consejos y asesorías llegan al Jefe de Estado con mayor inmediatez.

En estos puestos, Santos decidió nombrar a personas que ya conocía y con quienes ya había trabajado. Todos salvo el empresario costeño Samuel Azout que había trabajado en la campaña de Sergio Fajardo y no había ejercido cargos públicos y Alejandro Éder, que había trabajado en la Alta Consejería para la Paz durante el segundo gobierno de Uribe, no habían trabajado directamente con él. Los demás lo acompañaron bien sea en su Fundación Buen Gobierno, en alguno de sus ministerios, en su campaña presidencial, o en más de uno de estos proyectos.

Se destaca que una vez más el Presidente ha escogido tecnócratas por encima de políticos y como en los demás cargos la mayoría tiene trayectoria en el Estado. De estos, sólo uno, Miguel Peñalosa, sigue en el cargo que tenía en el gobierno de Uribe.

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