Este periódico de negocios retomó las ideas de un analista económico, que afirmó que la reelección "creará mucho ruido a nivel internacional, pero efectivamente aumentará la inversión extranjera directa en el país" (12 de mayo).
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"El presidente Uribe le encontró gusto al poder. El líder de derecha quiere un tercer período y para eso quiere cambiar por segunda vez la Constitución. Los críticos ven esto como un peligro para la democracia. Y con razón”, escribe Erhard Dilger, corresponsal del periódico TAZ de Berlín en Suramerica (21 de mayo).
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“Hay muchas enfermedades latinoamericanas; una de ellas es que quien se vuelve poderoso ya no puede dejar el poder. (…) El presidente colombiano Álvaro Uribe, quien sobresale como como un faro en medio del mar rojo de gobiernos de izquierda de América Latina, no es una excepción”, escribió la periodista Stefanie Bolzen en su columna semanal (22 de agosto).
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“¿Está Uribe haciendo la de Chávez en cuanto a los límites de su período?", titula el artículo. Y afirma: "en toda Latinoamérica, los gobiernos han estado cambiando las constituciones para permitir la reelección, algunas vez prohibida en toda la región para prevenir el ascenso de 'hombres fuertes'" (2 de septiembre).
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"Uribe hace como sus enemigos". Este periódico francés recuerda que "irónicamente, Álvaro Uribe camina por la senda trazada por sus vecinos deshonrados" (2 de septiembre).
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“Uribe no ha indicado si se lanzará nuevamente en Mayo para un tercer periodo si los votantes aprueban el referendo, pero los analistas esperan que así sea. Él mantiene altos índices de aprobación, y no han surgido contendores fuertes. Esta movida en Colombia sigue la línea de movidas recientes en otros países Latinoamericanos” (2 de septiembre).
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En una de sus columnas, el conocido periodistas Andrés Oppenheimer, quien reconoce los logros del Gobierno, le envío un mensaje al Presidente sobre su segunda reelección: "Por favor, presidente Uribe, conviértase en un campeón de la democracia, y abandone esa tonta idea" (5 de septiembre). |
"Transformadores: cuando los líderes rehacen radicalmente sus países". Este semanario sitúa a Uribe en la misma lista del presidente Lula, de Brasil, o la ex primera ministra de Inglaterra, Margaret Thatcher. Afirma que por todo lo que ha logrado, el presidente colombiano se "hizo tan popular, que quienes lo apoyan pudieron cambiar dos veces la Constitución" (22 de septiembre).
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"Presidente Uribe: dos veces puede ser suficiente". Con este titular, la periodista Naomi Mapstone se refiere a los inconvenientes que han surgido al impulsar una segunda reelección. También se refiere los logros de la administración Uribe (23 de septiembre).
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EL URIBISMO : UNA MINORÍA DEL 28%
Diana Duque Gómez
Una de las más grandes falacias de la historia colombiana, prohijada por las firmas encuestadoras y los medios de comunicación y gestada como la táctica principal del marketing político de la presidencia de la república uribista, ha sido la de hacerle creer a los colombianos y a la comunidad internacional que el presidente Álvaro Uribe contó en las últimas elecciones (28 de mayo de 2006) con el apoyo del 62% de la nación y que conserva el favor de más del 70% de la opinión después de casi cinco años de gobierno.
La falacia diseñada cuidadosa y embozadamente con el soporte de estadísticas mutiladas de la informática uribista, con celo ha minimizado el hecho de que en las dos últimas elecciones presidenciales la abstención fue de más del 50%. De manera sutil y rápida los medios oficialistas, por una vez, el día siguiente de cada elección, han hecho una rápida alusión al fenómeno abstencionista. Por ejemplo, El Tiempo del día siguiente de la reelección de Uribe, señaló: “A pesar de un leve aumento de la abstención en comparación con la de 2002 (54,89 vs 53,53%) es significativo que se haya mantenido, teniendo en cuenta que hay puente festivo”. Y pare de contar. El resto de la información electoral de ese día se exaltó con titulares ampulosos como “Reelección histórica” o con destacados de primera plana como “Por primera vez, un presidente en ejercicio es reelegido, supera los 7 millones de votos y logra una votación récord de 62%”(1). Así comienza a desdibujarse que la abstención el día de la reelección fue de aproximadamente el 55% y que según el censo electoral de la Registraduría el número de ciudadanos mayores de edad inscritos para votar era de 26’700.000 (2) y que por tanto la votación “récord” jamás podría llegar al 62% de los inscritos. Lo que Uribe obtuvo fue el 62% del 45% que votó. Entonces, realmente ¿cuál fue el porcentaje de los 7’400.000 votos que finalmente obtuvo el presidente Uribe en relación con el total de inscritos? Pues ese porcentaje, aproximado por lo alto no es de más del 28%.
Tenemos así un presidente elegido por una minoría del 28%. El resto, esto es, el 72% de los ciudadanos inscritos, por las razones que sean –entre ellas una abstención del 55%-, no están con el presidente Uribe ni lo apoyaron. Es decir, que todo el montaje apoteósico que se ha hecho para presentar a Uribe como un presidente que tiene un abrumador respaldo de los colombianos no es más que una gran falacia orquestada por sus cómplices los medios de comunicación y las firmas encuestadoras. Con respecto a estas últimas es obvio que si el 72% de los colombianos inscritos para votar no votó por Uribe no es posible que cada vez que hacen una encuesta de opinión Uribe saque más del 70% a su favor.
Como estas cifras no mienten, es evidente que el montaje publicitario del uribismo ha sido un engaño atroz contra la nación y la comunidad internacional. Un tinglado de canallas al servicio de una sinarquía mafiosa insaciable, dueña del poder económico, de los negocios, de la “democracia electoralista” y del Estado. Sinarquía que busca conservar e incrementar sus riquezas, incluidas las derivadas del narcotráfico, a través del mejor testaferro que ha tenido en muchos años: el presidente Uribe. El propósito de esta estratagema publicitaria que incluyó la promoción y el logro de la desmovilización de gran parte de los grupos libertarios de legítima defensa que estaban derrotando a la esclavista subversión estaliniana y ante los cuales la sinarquía estaba perdiendo su poder, ha sido el de intentar recuperarle el monopolio económico, político y de la fuerza a esa sinarquía voraz en nombre del Estado, el Estado mafioso y expoliador que ella encarna.
Todo esto al precio liberticida y genocida de dejarle el camino libre de verdaderos enemigos a la subversión estalinista en armas y en la legalidad, la llamada “izquierda”, la cual de no surgir un nuevo y poderoso frente libertario se tomará el poder a más tardar en el año 2010, gracias a los buenos oficios del presidente Uribe y su tinglado de canallas.
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NOTAS: 1. El Tiempo, 29 de mayo de 2006, págs. 1-1 y 1-2; 2. Ídem., pág. 1-6.
Publicado en www.opinionpress.com , www.unicauca.edu.co y www.ciudadblanca.com .
[sarcasmo]Todos esos medios son comunistas y aliados de LAFAR que repiten la alharaca de esas oenegés de secuestradores. Además no saben nada de Colombia, son publicistas del terrorismo, no decían nada en 2002 cuando LAFAR se iba a adueñar del país. Que respeten porque aquí, un país soberano, autónomo e independiente, somos libres de re-re-re-re-re-re-re-re-reelegir a nuestro dios/mesías/salvador/monarca, el doctor ilustrísimo su majestad don Álvaro I de Uribe y Vélez.[/sarcasmo]
Ya en serio, como lo han dicho otros comentaristas, el provincialismo del colombiano promedio (uribista o no) no le permite comprender la importancia o el significado —ni siquiera acceder— de estos artículos. Al final no importa.
Camilo:
Esa es una pregunta que se hacen muchos. Acá tienes una respuesta: http://www.lasillavacia.com/historia/4672
Me permito compartir con ustedes mi artículo publicado por un sitio francés de información sobre América latina : http://bit.ly/18pnZx
¿Usted de dónde es? (Ponga su país aquí) Deje la democracia colombiana tranquilita.
Ayer en Guatemala le preguntaron al intachable, transparente y frentero Ungido (Untado) cuál es la diferencia entre su reelección y la de Chávez y adivinen qué respondió... nada.
Aunque a los colombianos uribistas sólo les enfurece -de ahí furibistas- estas críticas, sean de periodistas colombianos o foráneos o sean ciudadanos comunes y corrientes, es importante la critica constructiva y enseñar que la unanimidad que nos quieren vender no es cierta. No se soslaya la existencia de un gran conglomerado aferrados como un acto de fe en relación con Uribe. Cuando uno protesta por los actos de corrupción en este gobierno y los índices pésimos del gobierno, con excepción del tema guerrillero, pareciera que entraramos en un concurso de corrupción y de ineficiencias, pues reconocen la existencia de estos fenómenos, pero se limitan a decir que los antecesores también lo hacian. Y eso es lo patetico y lo preocupante, la pérdida completa de la ética y del buen gobierno. Considerar que el gobernante de turno tiene derecho a ser corrupto e ineficiente por que sus antecesores lo fueron, es la verdadera hecatombe.
Se nos llena la boca: la prensa internacional. Si, el PAIS de España, donde han aparecido reportajes engrandeciendo el mérito anti guerrillero de Uribe, pero ocultando el manejo del paramilitarismo, de las convivir. Ahora cambia el tercio, cuando saben que perdien el tercer canal. Aquí nadie da puntada sin dedal. Oh será el New York Times, donde teniendo información de primera mano, solo han visto el creciinto económicos pero no el aumento de la miseria, el acorralamieto a las Farc, pero no han dicho MU, frente a la parapolítica. Cuando dejareos de pensar que extranero es sinónino de objetividad y sapiencia. La actitud de Zarkozy refleja bien para lo que le sirve Colombia a Europa, cuando la rehén era Ingrid el caso era de suma humanidad, ahora la guerra, los mutilados del ejercio, importan un crepe. Ahora, los que montarón a Uribe y corrierón tra su sirena sufren.Por favor, quien ha vivio fuera, sabe, que Colombia les importa lo mismo que a nosotros nos desvela quén gobierna Somalia.
Tiendo a estar de acuerdo con Julián. A los que estan impulsando el referendo poco o nada les importa la opinion de la prensa internacional, si es que acaso la leen, pero bueno, cualquire presión en este momento es buena. Por otro lado es claro que una buena parte de los medios a nivel internacional son como el niño en el cuento del Traje Nuevo del Emperador, puesto que son los unicos que se dan cuenta que el emperador esta desnudo. Excepto él y sus seguidores claro está.
De acuerdo a lo que usted plantea, es necesario saber quién es el que presiona. Si son los medios, y estos no modifican las ventajas que varios Estados o inversionistas han tenido en nuestro país, no creo que cambie mucho.
Pero, por ejemplo, si la presión hace que se cambie las relaciones comerciales con EE.UU. o se solicite el retiro de la inversión brasilera o europea, la cosa entraría a jugar de otra manera.
Ninguno de esos comentarios importan para el escenario político que se está manejando en este momento. Ver cómo se construye el fenómeno reeleccionista en pro de la perpetuación de Uribe en el poder, es un fenómeno que para los defensores de la idea, es algo netamente interno. Con el hecho de mantener esa idea se mantiene el aislamiento de Colombia en el escenario internacional.