Esta semana el Consejo Nacional Electoral no se pudo poner de acuerdo sobre si mantiene o no la personería jurídica al partido de bolsillo (que no pasó el umbral de votos) del exrepresentante sucreño Yahir Acuña, quien ahora quiere ser gobernador. Pero mientras se le resuelven esos dos asuntos, otra disputa se mueve a su alrededor. Es la pelea por la Universidad de Sucre.
Los nombres Universidad de Sucre y Yahir Acuña se han visto las caras varias veces. No sólo porque el cuestionado excongresista es egresado de esa institución pública y porque ahí comenzó su carrera política como líder estudiantil, sino porque el paramilitar Diego Vecino dijo que Yahir fue una de las fichas con las que los paras infiltraron la universidad. El asunto ha sido siempre negado por Acuña, pero hoy lo tiene bajo investigación de la Corte Suprema.

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Ahora lo que pasa es que el próximo miércoles se realizará la elección del representante de los egresados en el Consejo Superior, el máximo organismo de gobierno y control de la universidad, y uno de los candidatos fuertes se mueve en medio de ruidos por supuesta compra de votos y es considerado la ficha de Yahir.
Se trata del administrador de empresas Juan Carlos Ríos Álvarez, quien a través de una desconocida asociación de egresados de la Universidad de Sucre está ofreciendo diplomados gratuitos dictados por una corporación que maneja un miembro del equipo de Yahir Acuña.
Lo que le dijeron a La Silla Vacía dos egresados, un estudiante, un exfuncionario y hasta el rector de la universidad, llamado Vicente Periñán Petro, es que hay versiones según las cuales por cada diplomado la campaña de Ríos estaría exigiendo al beneficiario buscar 10 votos para esa candidatura.
En el perfil de su cuenta de twitter (ver foto), el aspirante Ríos dice ser el presidente de la Asociación de Egresados de la Universidad de Sucre, cuyos miembros son los beneficiarios de los diplomados en cuestión.
Esa asociación no es distinguida entre todos los estudiantes ni está registrada ante la Universidad. Aunque legalmente no hay obligación de que exista ese registro, sí llama la atención que el mismo Rector Periñán le diga a La Silla que “nadie la conoce” pese a ser un supuesto colectivo.
Los diplomados los ofrece Ríos en facebook (ver foto) y son dictados por una corporación llamada Cenfac (Centro de Formación Académica del Caribe), que tiene un convenio con la Alcaldía de Sincelejo para usar las instalaciones de la Institución pública Normal Superior de Sincelejo y ofrecer programas de formación técnico laboral.
La conexión con Yahir Acuña es porque quien aparece como representante de la corporación Cenfac en el convenio con la Alcaldía es el ingeniero Julio Álvarez Month.
Julio Álvarez Month fue, primero en 2008 y luego en 2010, elegido representante de los estudiantes en el Consejo Superior de la Universidad de Sucre y siempre se dijo que era la ficha de Yahir. Tanta es su cercanía con él que hoy que no está en el Consejo Superior aparece como presidente de la Fundación Buen Gobierno y Desarrollo que creó Acuña después de su reciente renuncia a la Cámara. Esa fundación es la plataforma del excongresista para lanzarse a la Gobernación y pretende emular la Fundación Buen Gobierno del presidente Juan Manuel Santos. Al menos en el nombre.
Cuando Month ganó la representación estudiantil en 2008, el entonces presidente del Movice (Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado) Iván Cepeda denunció la existencia de una grabación en la que presuntamente aparecía Yahir Acuña (en aquel momento diputado) supuestamente ofreciendo prebendas al estudiante que ganara la elección.
La Silla supo después de publicada esta historia que, aunque Julio Álvarez Month fue quien firmó el año pasado el convenio con la Alcaldía, hoy la corporación Cenfac pertenece y es representada por su hermano gemelo, quien también es amigo de Acuña.
Juan Carlos Ríos, el Papá Noél de los diplomados gratis, también tiene su conexión evidente con Yahir Acuña: actualmente es el jefe de control interno del hospital del pueblo costero de Tolú, en donde Yahir es amo y señor.
El mismo Ríos le dijo a La Silla que a ese cargo había llegado por decisión del Alcalde de Tolú, quien, como lo hemos dicho varias veces, hace parte de la estructura política de Acuña.
Ríos aseguró que no está pidiendo votos a cambio de los diplomados: “No le estoy pidiendo a nadie que consiga votos, eso sí, yo estoy haciendo una labor social y es normal pedirle a la gente que me acompañe. Yo al que está (en el diplomado) le pido que me ayude. Eso lo veo normal”.
Según Ríos, la asociación de egresados (de la que supuestamente dejó de ser presidente, aunque su información en twitter dice otra cosa) tiene 14 años de existencia y cuenta con 800 miembros. Los diplomados apenas cuestan 50 mil pesos a manera de inscripción “para los lápices”. Eso porque son dictados por “docentes egresados que también son amigos, quienes no cobran, y porque la corporación tiene el convenio con la Alcaldía que permite usar las instalaciones de la Normal”.
Cuando le preguntamos si era el candidato de Yahir Acuña al Consejo Superior, el administrador dijo: “No, de la asociación de egresados. Obviamente conozco a Yahir Acuña, es amigo, en su elección voté por él. ¿Quién no conoce a Yahir Acuña aquí? Ese tipo es famoso”. Aquí lo que ha puesto sobre el excongresista en twitter:
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Ríos se declaró molesto de que el rector de la universidad hubiese decidido hacer las elecciones el próximo miércoles y no en fin de semana, como ha sido tradición. El rector Vicente Periñán Petro le dijo a La Silla que lo hacía “como medida ante los rumores y ante los episodios de compra de votos que se han presentado en el pasado”.
“En día hábil está toda la comunidad universitaria vigilando. Para ese día también pedí apoyo de la Policía porque alrededor de la universidad se ha dado la compra del voto con unos comandos que instalan. No vamos a permitir que se compren votos en la Universidad de Sucre”.
Y es que tal parece que la oscuridad en algunas de las elecciones internas de la de Sucre ha sido toda una tradición. Aunque empezó a romperse hace seis meses.


El 21 de mayo pasado, 1.475 estudiantes eligieron a Pedro Pablo Paternina, de la facultad de Ingeniería civil, como su representante en el Consejo Superior. Al día siguiente entre la comunidad universitaria no se comentaba cosa distinta a que después de 12 años seguidos habían dejado de quedar amigos de Yahir Acuña en esa silla.
Pedro Pablo, por ejemplo, reemplazó a Jorge Pérez Vides, quien apoyó públicamente a Acuña en su aspiración a la Cámara y hoy es uno de los organizadores de los diplomados del candidato Ríos. La simpatía de Pérez Vides por Yahir queda clara en este trino de enero de este año, en plena campaña a las legislativas.
Lo que dicen, por aparte, seis de las fuentes conocedoras a las que consultó La Silla para esta historia es que durante al menos la última década el excongresista ha sido el dueño de dos votos en el Consejo Superior: el del representante de los egresados y el del representante de los estudiantes.
Mejor dicho, el del representante que se definió hace seis meses (y que ya no es de su cuerda) y el del que se definirá el próximo miércoles.
Otra fuente, el rector Vicente Periñán, también afirmó: “Sí es cierto que él (Yahir Acuña) tenía esos dos votos y que perdió el de los estudiantes en parte por las acciones que se tomaron el día de las elecciones”.
Tres personas que estuvieron en esos comicios de mayo nos contaron que ese día a la campaña de Pedro Pablo Paternina le tocó sellar con bolsas plásticas negras las ventanas del salón en el que estaban las urnas. Eso porque ahí supuestamente se estaban ubicando compradores de votos para el candidato contrario, quienes exigían que les mostraran el tarjetón marcado antes de dar la plata.
“Cuando yo entré a la universidad, hace siete años, veía cómo compraban votos a 10 mil o con una calculadora nueva o una bata. Ahora a veces no bajan de 50 mil”, nos dijo un estudiante.
“Hay cálculos a vuelo de pájaro que indican que una campaña al Consejo Superior de egresados o estudiantes puede llegar a costar hasta 300 millones”, añadió por su lado un funcionario de la universidad.
Mientras, un egresado apuntó: “Esas movidas del día de la elección fueron claves, pero también ha sido importante que los estudiantes están despertando y ya no le tienen tanto miedo a esos que se creen intocables en Sucre”.
Al final de esa jornada, Paternina le sacó casi 400 votos de ventaja a su rival Charnylsen Celada Pestana, a quien muchos veían como el de la cuerda de Yahir Acuña.
“Eso fue espectacular, muchos egresados nos llamamos llorando porque eso no lo habíamos podido hacer nosotros”, remató el mismo egresado.
Una persona del grupo de Acuña le dijo a La Silla que efectivamente durante muchos años se han elegido en los asientos de los egresados y los estudiantes amigos de él, debido a que él hizo y dejó muchos amigos en la universidad de sus tiempos como líder estudiantil. La misma fuente agregó que, sin embargo, el exrepresentante no está interesado en esas elecciones internas porque cuando sea gobernador de Sucre hará parte del Consejo Superior y podrá poner al nuevo rector.
En cualquier caso, si Juan Carlos Ríos, el aspirante de los diplomados y amigo de Acuña, no gana el próximo miércoles, la lectura general seguramente será se trató de otra derrota para Yahir. En la institución que es el tercer botín de Sucre después de la Alcaldía de Sincelejo y la Gobernación.

Con un presupuesto anual de unos 42 mil millones de pesos, otros cinco mil millones al año más por concepto de una estampilla pro Universidad de Sucre, y una nómina de poco más de 500 personas, esta institución de 37 años es un bocatto di cardenale para cualquier político.
De hecho, tres fuentes conocedoras le dijeron a La Silla que entre los docentes y el resto del personal hay cuotas de otros congresistas de la región como Yamina Pestana y Antonio Guerra, y que el rector Periñán se las habría entregado. Un asunto que el rector negó explicando que “todo el que entra a trabajar aquí lo hace a través de una convocatoria pública, ya si pertenecen a un grupo político es otra cosa”.
La joya de la corona es el Consejo Superior, encargado entre otras cosas de designar y remover al rector, autorizar la celebración de contratos y traslados presupuestales, y definir en general todas las políticas académicas y financieras.
Mejor dicho, de definirle la vida a toda la comunidad universitaria, que incluye 5.500 alumnos en cinco facultades. En el escenario del Consejo Superior no se menciona político activo distinto a Yahir Acuña.
Son en total 10 sus integrantes, todos con voz y voto excepto el rector que apenas tiene voz. El Gobernador está ahí y también representantes del Ministerio de Educación y del Presidente. El del Presidente Santos, por cierto, es Francisco Zuccardi Porras, el hermano de la detenida por parapolítica exsenadora Piedad Zuccardi y quien viene desde el Gobierno de Álvaro Uribe.
Además tienen silla: un representante de los exrectores, uno del sector productivo, uno de las directivas académicas, uno de los docentes, y por supuesto: uno de los estudiantes y uno de los egresados. Cada uno de sus periodos dura dos años con posibilidad de reelegirse. Por ser pocos, cada voto que emiten es determinante en las decisiones de la universidad.
En seis días será la pelea por uno de esos votos, el de los egresados, y el otro aspirante fuerte que se verá es Jorge Navarro, hijo de uno de los decanos y quien llega apoyado por por sectores liberales, del Polo Democrático y de la Alianza Verde que viven en la universidad. En la campaña de su contendor Ríos creen que el rector lo apoya. Contradictor público de Acuña, habrá que ver si logra seguir rompiendo la tradición.
Muchas gracias por la sugerencia, joserueda123, justo eso mismo nos hemos estado planteando. Si tienes datos concretos sobre esa universidad, mi correo es: [email protected]. Saludos
Muy interesante. Deberían hacer el mismo ejercicio con otras universidades públicas como la UIS en Bucaramanga que también es botín político.