A cuatro días de que se cumpla el primer mes de la implementación del nuevo modelo del aseo propuesto por el alcalde de Bogotá, la ciudad ha comprometido la inversión de 236 mil millones de pesos, pero aún siguen los mismos operadores privados con el negocio, el nuevo ente público, Aguas de Bogotá, no arranca y tampoco se concreta la remuneración de los recicladores por la vía de la tarifa. La buena noticia está en una reducción en la tarifa que paga el usuario, pero ésta se verá reflejada en el próximo recibo pues empieza a regir a partir del 16 de enero. Todo dentro de este esquema en el que Aguas de Bogotá se encarga de cubrir el 18 por ciento de la recolección y el cual será temporal, mientras el Distrito desarrolla la licitación de las basuras que podría estar lista este año.
La Silla Vacía revisó los cuatro contratos que firmó el Distrito con los privados para la recolección de basuras; habló con Nora Padilla, líder de la comunidad recicladora; y conoció los puntos que se expondrán en el Concejo en el debate de basuras que realizará el miércoles el concejal Antonio Sanguino. Este es el actual panorama del aseo al que se suma el hecho de que anoche hayan llegado a la ciudad un grupo de camiones compactadores alquilados:
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Privados: contratados por un año prorrogable y con pago fijo mensual A pesar de que en un principio la administración ofreció subcontratos por cuatro meses a los actuales operadores privados, tal y como lo reveló La Silla Vacía, de acuerdo con los contratos el término de duración es de un año que se extenderá hasta que se inicie la ejecución de los contratos que se suscriban en desarrollo de la licitación de basuras que pretende hacer la Uaesp. Incluso, no importa que la licitación se pueda culminar bien antes, el término es de “cuando menos” 12 meses. Eso para tres de las cuatro empresas, pues el contrato con Atesa (de William Vélez) fue firmado por apenas cuatro meses. Los nuevos contratos con los privados modifican el esquema de remuneración que se mantuvo durante la concesión, de manera que ya estas empresas no ganan un porcentaje de lo recaudado vía tarifa, sino que obtienen un pago fijo mensual. En el caso de Aseo Capital es de 3.400 millones de pesos cada mes. En el de Atesa, 3.700 millones de pesos al mes. Y Lime y Ciudad Limpia, 3.900 millones de pesos al mes. Esto no incluye una remuneración adicional para Aseo Capital y Lime por apoyar a Aguas de Bogotá en la prestación del servicio en el 18 por ciento que le corresponde. Sus obligaciones son las mismas que antes, pero ahora con el nuevo sistema de pago directo se elimina la fiducia a la que antes llegaba lo recaudado para que la Uaesp lo repartiera. La facturación la hará directamente el Acueducto y desaparecerá el Cupic (Centro Único de Procesamiento de la Información Comercial del Servicio de Aseo, creado por los operadores en 2003), que se encargaba de manejar el catastro de usuarios. En pocas palabras, los operadores lograron lo que querían: contratos directos con la Uaesp en cambio de subcontratos con el Acueducto y por un tiempo considerable. Sin embargo, la Administración les quitó el control de la facturación eso evitaría el riesgo de que, por ejemplo, se presentara una sobrefacturación como la que denunció el exdirector de la Uaesp Juan Carlos Junca, quien aseguró que los privados cobraban a 200 mil usuarios de más. La Silla intentó establecer si estos nuevos contratos y, en general, todo el nuevo esquema del aseo le costarán más o menos a la ciudad y cuándo se recuperarán estas inversiones, pero no fue posible hacerlo con fuentes de la administración. En el Acueducto nos dijeron que la información al respecto la tenía Aguas de Bogotá y allí respondieron desde la semana pasada que tratarán de conseguirnos una entrevista con el nuevo gerente, Ricardo Agudelo. La implementación del nuevo modelo de las basuras está bajo la lupa de la Contraloría distrital, que indaga un posible detrimento, aunque ayer el Acueducto pidió control preferente a la Contraloría General. Tampoco es fácil determinar si la remuneración de los privados es ahora más o menos, toda vez que en tiempos de la concesión la remuneración era distinta para cada uno de los operadores: obedecía al porcentaje del recaudo que cada uno ofertó en la licitación y que dependía del estrato en el que se prestara el servicio. Pero además, al ingreso se le tenía que restar el costo de la disposición final que se pagaba al relleno Doña Juana. Ese gasto ahora lo asume la Uaesp, es decir los bogotanos vía tarifa. Por ejemplo, según datos de la Superintendencia de Servicios Públicos, entre enero y agosto de 2012 la empresa Atesa recaudó 5.217 millones de pesos mensuales. Menos el costo de la disposición final, Atesa recibió en ese periodo 4.328 millones de pesos cada mes. Comparado con los 3.700 millones de pesos que recibe ahora por mes, sus ganancias se redujeron considerablemente. En todo caso, de estos contratos desaparecieron las exigencias de comprar nuevos vehículos recolectores. Un punto que sí se les estaba exigiendo a los oferentes en la licitación fallida de las basuras. |
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A pesar de la inversión en el nuevo esquema, a Aguas de Bogotá lo tienen que ayudar los privados Dos de los cuatro operadores (Aseo Capital y Lime) firmaron además otrosíes al contrato con el objetivo de prestar su apoyo en la operación de las basuras en las localidades en las que supuestamente presta el servicio Aguas de Bogotá, filial del Acueducto, como nuevo ente público de aseo. El plazo pactado de duración del otrosí en el caso de Aseo Capital es indefinido y en el caso de Lime mínimo de un mes prorrogable automáticamente, a menos que la Uaesp avise con 10 días de anticipación. Estas condiciones adicionales responden a la incapacidad que aún tiene Aguas de Bogotá de realizar la recolección y les representan más dinero a los privados: Lime se ganará mensualmente 1.600 millones de pesos más y Aseo Capital 2.170 millones de pesos más. |
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Remuneración de los recicladores en vilo Nora Padilla, la jefe de la Asociación de Recicladores de Bogotá que agrupa de 2.500 recicladores de la ciudad, le dijo a La Silla que, luego del decreto de Petro que estableció el nuevo modelo temporal del aseo, se acordó cómo se haría la remuneración, vía tarifa, de los recicladores. Las 1.540 bodegas identificadas en la ciudad debían registrarse ante la Uaesp y luego reportar, cada dos días, su actividad recicladora en su respectiva alcaldía local. Pero, según ella, apenas 520 se han registrado en la Uaesp y de esas solo el 10 por ciento se reporta ante la alcaldía local. Sin ese reporte, la Uaesp no podrá pagar a los recicladores, a través del reporte de las bodegas, cada kilo reciclado, cuyo valor quedó acordado en 73 pesos por kilo. Padilla dice de todas maneras espera que la situación mejore y que las bodegas cumplan con el informe que deben presentar para que cada reciclador censado reciba su pago del Distrito. |
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Camiones: mismo objeto, tres contratos
En su intento por sacar a los privados del negocio de la basura e implementar su nuevo modelo, la Administración de Petro ha celebrado tres contratos con el mismo fin: tener vehículos que recojan los residuos. Eso inicialmente para que Aguas de Bogotá prestara el servicio en toda la ciudad y, una vez contratados los privados, para la recolección del 18 por ciento que le corresponde al ente público. Primero, la administración alquiló unas volquetas. Luego, entregó una licitación para la compra de camiones compactadores y, por último, alquiló unos compactadores mientras llegaban los de la licitación. El lío de estos últimos explotó a fin de año cuando se supo que los compactadores alquilados habían sido retenidos en el puerto de Cartagena porque no cumplían con las condiciones para prestar el servicio. Luego se conoció que éstos habían sido conseguidos a través de subastas por internet. Aguas de Bogotá le dijo a La Silla que el alquiler mensual de cada volqueta es en promedio de 23 millones de pesos y se alquilaron inicialmente 461, para un gasto total de 10.603 millones de pesos. Las volquetas han ido saliendo de las calles a medida que llegan los compactadores de Cartagena. El contrato de esos compactadores es de 7.500 millones de pesos por cinco meses prorrogables y son 60 vehículos en total, es decir que el alquiler de cada uno sale por unos 22 millones de pesos. Y la licitación para la compra de los compactadores con los que se quedará definitivamente la ciudad asciende a 69 mil millones de pesos. En este punto vale recordar que el Distrito también contrató a unos cuatro mil empleados para que fueran operarios en la prestación del servicio pero, según el entonces alcalde encargado Óscar Sánchez, la mitad desertó. Sin embargo, fuentes en el Concejo le dijeron a La Silla que varios de estos supuestos desertores en realidad se quedaron sin trabajo pues en el momento en el que Aguas fue incapaz de prestar el servicio en toda la ciudad y se vio con sobreoferta de funcionarios. |
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Inversión millonaria en un negocio que se pagaba solo Sumada, toda la inversión comprometida por el Distrito en su nuevo modelo del aseo es de unos 236 mil millones de pesos, aunque parte de esos recursos aún no han sido pagados, como es el caso de los compactadores alquilados, pues la Administración dijo que sólo pagará por los que sirvan. Eso en un negocio en el que antes no había que invertir nada pues todo se costeaba vía tarifa y hasta quedaba un excedente en una bolsa general del aseo. Los 236 mil millones salen de sumar los 69 mil millones de la licitación de los compactadores, los 10.603 millones del alquiler de las volquetas y los 7.500 millones del alquiler de los compactadores. Además de lo de los contratos de los cuatro operadores y los 500 millones de pesos que el Acueducto pagó a la empresa Gima, de Darío Beltrán, por estructurar el nuevo modelo del aseo. |
Caracter. Cuando se investiga y analiza se encuentran hechos que permiten afirmaciones. Cuando no se encuentran razones los titulares ayudan a sembrar dudas. El titular a medias, a las entendidas, insinuando es propio del periodismo sinuoso que ha caracterizado la oposición a Petro. Tal vez termine siendo cierto eso de que el periodismo necesita vender a punta de exhorcisar los demonios de la sociedad: corrupción, odio, complejos. O tal vez se imponga en un mundo en red que cada quién busque su nicho, el eterno monologo con uno mismo y sus idénticos.
Lo importante aquí no es si el negocio es de Petro o no, sino que es un mal negocio. Ya sabíamos que de Bravo como gerente de la EAAB no podía venir nada bueno.
Yo creo que nadie jamás ha insinuado que sea 'un negociado' de Petro. Él mismo ha hablado de las basuras como un negocio. Creo que si el propósito es hilar fino pues siempre es fácil pensar mal.
Juanita, yo creo q si uno tiene una posición (prejucio) frente a un tema siempre es facil caer en la falta de obejtividad, como es el caso de LSV con Petro. Yo no he escuchado a Petro hablar del "negocio de la basura". La palabra negocio no parece ni una sola vez en el decreto. Creo q ese es el problema de LSV, no se han sentado a tratar de entender lo que Petro quiere. Se trata es de establecer un nuevo esquema de la prestación del servicio público de aseo en el que se vea a la "basura" como un "residuo". Donde se recicle la gran mayoría de residuos. Donde se dignifique a miles de recicldores que hoy en día (como sucede en mi conjunto)tienen que untarse de m... para hacer el poco reciclaje q se hace en la ciudad. Donde se cobren tarfias justas a todos los ciudadandos. Donde los trabajadore de aseo no este contratados por cooperativoas de trabajo. Y donde unos pocos no se enriquezan exageradamente prestando el servicio. ¿Que tienq q ver esto con un negocio?
Eso que describes sobre el plan de Petro para las basuras es el discurso y es un buen discurso ¿quién podría estar en contra de ese buen plan? Lo que pasa es que nuestra labor como periodistas no es aplaudir los discursos de los gobernantes sino revisarlos para ver si son viables o no y si sus anuncios se cumplen. Eso es lo que tratamos de hacer con esto y con todo.
Mas q un discurso es la razon de ser del cambio de modelo de aseo, es la razón de ser de esta admón. Eso es lo q me molesta de LSV (y ya me cansé de decirlo): no ven lo q hay de fondo en todo esto (una admon q quiere hacer cambios profundos). Les importa más decir q el camión no cumplía las condiciones para operar al llegar a puerto porq estaba sucio(también pudieron decir, sin faltar a la verdad, que no cumplían las condiciones para operar al llegar al puerto porq no tenía placas!) q porejemplo decir q ahora poco a poco la gente comienza a separar en la fuente. Por eso ven el asunto de las basuras como un negocio y empiezan a hacer cálculos apresurados a ver si es rentable o no, por Dios. ¿Cómo ponerle valor al hecho de q la ciudad duplique o triplique su capacidad de recilaje? ¿Cómo ponerle valor a que los rellenos sanitarios no colapsen? ¿Cómo ponerle valor a q que miles de familias superpobres dejen de tener q pagar a familias acomodadas para poder escarbar entre la basura podrida?
Suscribo este comentario, benjaminperdomo
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