Uno de los fenómenos de estas elecciones es que, a diferencia de lo que sucedió hace cuatro años, en las cuatro ciudades más grandes del país (excluyendo a Barranquilla, donde el triunfo de Álex Char estaba cantado) terminaron imponiéndose los candidatos impulsados por los estratos 5 y 6.
Eso marcó una diferencia con las últimas elecciones, cuando en Bogotá se impuso el candidato más fuerte en los estratos populares, en Cali ganó un político de la élite pero impulsado por su trabajo en el popular distrito de Aguablanca y en Bucaramanga arrasó la maquinaria tradicional de los caciques liberales. Este domingo, en cambio, ganaron varios candidatos ‘gomelos’ (según lo que indican las encuestas que, aunque se pifiaron en muchos resultados finales y apenas tienen muestreos pequeños por estratos sociales, muestran hacia dónde se inclinan las preferencias).
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
A pesar de que sobre el papel quien conquiste los votos de los estratos dos y tres tiene garantizada su llegada al Palacio Liévano, en Bogotá terminó ganando por 125 mil votos el candidato preferido de la élite.
Aunque los cuatro candidatos punteros vienen de los estratos altos, la preferencia por Peñalosa entre la élite era muy marcada: la encuesta de Ipsos Napoleón Franco que salió una semana antes de las elecciones le daba al ex alcalde un 64 por ciento de favorabilidad en los estratos altos, contra apenas el 11 por ciento de Clara, el 9 de Pardo y el 7 de Pacho. Esa misma encuesta lo colocaba doblando a sus dos rivales en los estratos medios y empatado con Clara en los bajos.
Hace cinco meses, cuando ya se daba como un hecho que Peñalosa se lanzaría pero él aún no lo había anunciado, Ipsos (la única encuestadora que mapeó la intención de voto por estratos varias veces en la carrera) mostraba que Peñalosa ya barría en los estratos altos, doblando a Pardo y sacándole más de 40 puntos a Clara, pero estaba en un empate técnico con sus contricantes en los estratos 3 a 4 y le iba pésimo en los bajos, donde apenas seducía al 4 por ciento de los votantes. Clara le sacaba 26 puntos y Pardo 13.
Cosa más patética que ver a la clase media-baja reclamando el triunfo de la clase media alta. Las elites se impusieron en las principales ciudades y como tal van a gobernar. País de borregos.
Mas bien la clase media fue la que se impuso, la que no le cree ni a demagogos de derecha o de izquierda...
LSV muestra su posición y felicidad para con los ricos, empiezan a fomentar la polarización
Petro destruyó todo: http://causasoazares.blogspot.com.co/
Se harían gran favor si hacen sus Hrias., sin mencionar las encuestas –estadísticas d unos ENCUESTADORES q aquí en LSV ya se demostró el domingo q fueron amañados-errados-equivocados , o lo q quieran ,en su actuar, poniendo en duda no solo su capacidad técnica y su experiencia, sino más bien su ética profesional.
Asi q seguir soportando Hrias. con base en datos q sirvieron para que se PIFIARAN – sepa uno x q’?-todos o la gran mayoría, creo es dar crédito a nada y soportar sobre la nada. Por allá alguien lo dijo y en este caso repito lo q alguna vez comenté, quedan mejor parados si se PARAN en la 7ª desde capitolio hasta la 26 mínimo, en el centro internacional y en las grandes zonas d concentración, hacer un sondeo rápido les resultaría + convincente y real q lo q ofrecen los encuestadorEs.
La verdad me sorprende un poco este artículo. Da la impresión de que están tratando de crear una tensión de clases donde no existe o dónde está invertida. En el caso puntual de Bogotá cabe recordar dos cosas.
La primera: la élite representada en los socios de country aborrecen a Peñalosa y le
Hicieron toda la guerra sucia que pudieron.
La segunda: Gustavo Petro ganó, en las elecciones pasadas, mayoritariamente en el estrato 4, 5 y 6.
Entonces no veo cómo puede convertirse la contienda pasada en un tema de que la clase alta puso su candidato. Tal vez es un candidato salido de la clase media-alta pero nos deja con la siguiente paradoja ¿hubieran dicho lo mismo de Clara López? Ella sí que es de la más espesa nata de la élite colombiana.
Andrés, tal vez no me expresé bien en el primer comentario. Estoy de acuerdo con usted que no busquen crear en la sociedad una tensión de clases; sin embargo, están describiendo unos resultados electorales por medio de una óptica de tensión social, o de diferencia de clases. Esta lógica puede tener asidero en algunas ocasiones, sin embargo no veo que sea lo que los electores priorizaron en esta elección.
Fue mucho más fuerte el hecho de que los ciudadanos perciben que las soluciones populistas (de izquierda o de derecha; fíjese que a Uribe no le fue bien) y buscan políticos más técnicos y con características de ejecución. Así mismo los políticos tradicionales perdieron terreno en las grandes ciudades; Bucaramanga, Cali, Medellín y Barranquilla.
Por eso estoy seguro que la descripción de la realidad por medio de una tensión de clases es pobre y pareciera tener tintes políticos, pues lo que motivó la elección fue una necesidad del constituyente primario mucho más sólido.
la cantidad de votantes por estrato sigue siendo la misma. asi que la noticia no es que los ricos pusieron un alcalde, sino que la clase media empezó a compartir preferencias con la clase alta. porque es la clase media la que puso los votos necesarios para ganar.
Ya las elecciones pasaron, muestren cifras de como voto el estrato 5 y 6, no mas datos de encuestas, mejor la realidad.