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Viernes Junio 02, 2023

Durante los últimos cuatro años, este grupo de 102 senadores y 166 representantes a la Cámara tuvo en sus manos la actividad legislativa del país, el control político del Ejecutivo y varias reformas cruciales. La Silla seleccionó algunos temas que merecen ser recordados de este grupo de congresistas entre 2010 y 2014, muchos de los cuales repetirán en este próximo Congreso. La ceremonia de instalación del nuevo Congreso será este domingo y ahí el tiempo para evaluación comenzará a correr de nuevo.

 
 
LOS MEMORABLES

Una ley para las víctimas

Uno de las primeras pelas que se dio el Gobierno en el Congreso fue la Ley de Víctimas, un proyecto que venían impulsando los congresistas liberales Juan Fernando Cristo y Guillermo Rivera y con el que Santos se comprometió cuando selló su alianza con los liberales para la segunda vuelta en 2010. La ley marcó un hito porque reconoce oficialmente a las víctimas -incluidas las del Estado-, porque creó una institucionalidad que busca repararlas integralmente y porque puso un marcha un proceso para regresarles sus tierras despojadas. Pero también por la importancia de que se reconociera que en Colombia hay un conflicto armado (contrario a la tesis de Álvaro Uribe), algo decisivo para el proceso de paz que se abriría luego con las Farc y que en esos momentos apenas estaba en el papel.

 

Marco para la Paz

Esta norma muy corta, de tan solo cuatro artículos y elaborada por la Oficina del Alto Comisionado de Paz Sergio Jaramillo, es una de las piezas decisivas para que el proceso de paz salga adelante legalmente. Su importancia radica en que le da un piso jurídico a la lógica de que es imposible materialmente investigar todos los delitos cometidos durante el conflicto armado y que en aras de lograr la paz hay que facilitar unos mecanismos de justicia transicional, incluyendo renunciar a perseguir penalmente a aquellos que no son los máximos responsables de esos delitos y suspender la ejecución de penas para aplicar penas diferentes a la cárcel.

 

Fuero militar

En junio de 2013 el Congreso aprobó el nuevo fuero penal militar que propuso el Ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, que estaba pensado como una suerte de escudo protector que le daría a los militares las garantías jurídicas que llevan pidiendo por años para emprender tranquilos las que consideran son las últimas ofensivas en contra de la guerrilla. Su filosofía -muy polémica para las organizaciones de derechos humanos- era que los militares fueran juzgados por sus acciones en combate automáticamente bajo el Derecho Internacional Humanitario -que son las reglas de la guerra- y no por el código penal, como al resto de colombianos. Al caerse el fuero en la Corte Constitucional por vicios en su trámite en el Congreso, los militares volvieron a depender de la decisión de los jueces para saber si se aplica el DIH o no.

 

Reforma a las regalías

La repartición de la torta de las regalías fue una de las primeras grandes reformas de Santos, que redistribuyó de manera equitativa los recursos que dejan el sector petrolero y el minero en “toda la tostada” -como dijo el entonces ministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry. El ambiente que acompañó la aprobación de la ley fue hostil desde el principio, especialmente por las quejas de los municipios y departamentos productores que ahora, aunque reciben el mayor monto de las regalías, es menor al que recibían antes y porque perdieron autonomía para decidir en qué gastarlas. Ese descontento, que en Meta llaman el ‘raponazo a las regalías’, le significó a Santos duras derrotas electorales en varias de esas regiones. A pesar de todo, la ley que entró en vigencia en enero del 2012 podría estar a punto de revertirse, después de que Santos prometiera cambios en los montos de presupuesto que reciben los departamentos y en la manera en que se reparten los recursos de las regalías.

 

Ley del primer empleo

Los liberales se ratificaron como una de las bancadas más activas del Congreso con iniciativas como la ley del primer empleo. Este fue uno compromiso que Santos prometió sacar adelante como parte de los compromisos con Rafael Pardo, cuando los rojos se sumaron a su campaña para la segunda vuelta en 2010. Aprobada en el primer semestre de existencia de la Unidad Nacional, la ley busca garantizar el acceso al empleo a los jóvenes menores de 28 años con incentivos a los empleadores como el no pago de parafiscales si aumentan el número de empleados y el valor de su nómina. Con ella, el gobierno se anotó un gol en la creación de nuevos empleos: 2.6 millones entre agosto de 2011 y octubre de 2013, según Hacienda. Lo mismo ocurrió con la cifra de desempleo que pasó de 12 por ciento en 2010 a 9.6 por ciento en 2013. Sin embargo sigue teniendo duras críticas por parte de quienes afirman que el problema que persiste es la formalización laboral, algo que pretendía disminuir la ley pero que hasta ahora no ha mostrado resultados contundentes.

 

El desmonte de los parafiscales

En diciembre de 2012 el Congreso aprobó una reforma tributaria que entre sus virtudes tenía la eliminación de los parafiscales, el establecimiento de un tributo que se tasa sobre las utilidades -llamado impuesto a la equidad- y tres nuevas tarifas del IVA. El desmonte de parafiscales había sido una solicitud reiterada de los empresarios y economistas que los ven como recargos al trabajo que hacen que haya más desempleo porque hacen costosos contratar personas. Aunque Santos no se comprometió a hacerla en campaña en el 2010, el Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas presentó el proyecto ante el congreso que la aprobó con ligeras modificaciones como la rebaja en 400 pesos al galón de gasolina que terminó en 200 pesos. Con esta reforma ganaron las empresas, que ahora pagan menos impuestos y sobre todo aquellas con mano de obra intensiva donde el tamaño de la nómina pesa más. La creciente clase media del país también resultó beneficiada con la reforma que pretende gravar a los ciudadanos de manera progresiva: pagan más a medida que aumentan los ingresos.

 
LAS ESTRELLAS

Jorge Robledo

En un Congreso dominado por el unanimismo de la Unidad Nacional y con muy control político, el senador del Polo Democrático se convirtió en la figura más incómoda para el Gobierno al liderar los principales debates contra las políticas sociales y agrarias del Gobierno, incluyendo las compras irregulares de antiguos baldíos por parte grandes cacaos (que le costó el puesto en la embajada de Washington a Carlos Urrutia), la reforma a la educación o la reforma a la salud. Su visibilidad, en medio de tan poco debate, fue tal que con 191 mil votos se convirtió en el senador más votado.

 

Juan Fernando Cristo y Guillermo Rivera

Tanto el senador como el representante por el Putumayo liberales fueron quienes patinaron la ley de víctimas tanto en el Senado como en la Cámara hasta que esta histórica legislación fue finalmente hecha realidad. Después de aprobada la ley, ambos han seguido apoyando la creación de la institucionalidad y acompañando a las víctimas para que se apropien de estos instrumentos. Rivera, particularmente, ha sido una figura clave para el movimiento de víctimas (como el representante Iván Cepeda)y es una pérdida para el próximo Congreso que él se haya quemado tratando de saltar al Senado.

 

Juan Mario Laserna

Laserna es otra de las estrellas de este Congreso que se extrañará en la próxima legislatura pues se quemó en las pasadas elecciones. Este conservador libertario jugó un papel clave en varios temas económicos que por su complejidad no fueron los más taquilleros pero que son los que, a la postre, terminan teniendo mayor impacto tienen sobre la vida de los colombianos. Laserna impulsó dos artículos que habrían hecho "chillar" a los ricos si el poder de los lobistas no hubiera sido tan grande para tumbarlos: uno que obligaba a las empresas colombianas y extranjeras con sucursal en Colombia a informar quiénes son sus beneficiarios reales –es decir, quiénes son las personas naturales que, en última instancia, son sus propietarios. El otro, gravaba con impuestos los dividendos. Un proyecto que sí logró sacar adelante es el de arbitraje de Tes, que permite que el Estado consiga deuda mas barata, lo que significa millonarios ahorros para el fisco. También impulsó el debate a la ley antimonopolios que presionó para que la licitación de 4G no se hiciera a la medida de Carlos Slim y el gigante Claro. /p>

 

David Barguil

El primíparo representante conservador se convirtió rápidamente en una de las caras más visibles de la Cámara, sobre todo por haber hecho de la lucha contra los abusos del sector financiero su bandera. En cuatro años ya sacó adelante -con apoyo del Gobierno- varias leyes que le han puesto límites a los bancos, incluyendo los topes para el costo de las transacciones financieras y la posibilidad de que los usuarios paguen por anticipado los créditos financieros por hasta 880 salarios mínimos (unos 400 millones de pesos) sin ser penalizados por ello.

 
LOS ESTRELLADOS

Movimiento Mira

El mayor partido político cristiano sufrió el golpe más duro de su historia política en marzo, cuando -tras la seguidilla de escándalos contra María Luisa Piraquive, la líder espiritual de su iglesia hermana- se quedó por fuera del Senado. Aunque salvó su personería jurídica gracias a las tres curules que logró en la Cámara (dos más que antes), el revés fue mayor porque sus tres figuras más conocidas -Carlos Baena, Gloria Stella Díaz y Manuel Virgüez- se quemaron. Eso deja al Congreso sin una de sus bancadas más disciplinadas, que centró su trabajo legislativo en proyectos taquilleros para los sectores de clase media como la ley contra conductores borrachos, la formalización de las madres comunitarias, la gratuidad del pase y el alcantarillado de ciudades que no lo tienen.

 

Piedad Zuccardi

Aunque en los últimos cuatro años las capturas por parapolítica habían casi desaparecido de los pasillos del Congreso, en febrero de 2013 cayó una de las grandes baronesas de la Costa y de La U y aliada leal de Santos, a la que se le aplicó la ‘silla vacía’ por sus presuntos vínculos con el ex jefe paramilitar ‘Juancho Dique’. Sin embargo, no todas fueron de cal para el clan García Zuccardi: su esposo y también ex congresista Juan José García Romero -condenado por corrupción- fue pieza clave de la reelección en Bolívar, estuvo en la celebración íntima de victoria de Santos y su hijo Andrés García Zuccardi llegará este fin de semana al Congreso.

 

Eduardo Merlano

El senador sucreño de La U se volvió figura nacional -y perdió su curul- tras protagonizar un episodio del conocido guión ‘usted no sabe quién soy yo’. Tras ser pescado manejando borracho en Barranquilla, Merlano recriminó a los agentes de policía, se negó a hacerse la prueba de alcoholemia y quedó grabado en video exigiéndoles que “llamemos al coronel de la Policía. ¿Cómo me va a tratar usted así?, llamemos a su superior y no pasa nada”. Y luego espetándoles que “yo soy Senador de la República, 50 mil votos. ¿50 mil personas votaron por mí y ustedes me van a faltar al respeto?”. La Procuraduría, desestimando su defensa de que había sido víctima del maltrato por parte de los agentes, lo destituyó e inhabilitó por diez años por tráfico de influencias.

 

Javier Cáceres

El senador de Bolívar y Cambio Radical se sumó a “la silla vacía” en el Congreso -que había inaugurado el senador Fuad Rapag- tras ser capturado y condenado en 2012 por la Corte Suprema de Justicia por nexos con los paramilitares. Cáceres, que presidente del Senado hace apenas cinco años, era la más alta votación de su partido Cambio Radical. Sin embargo, sólo alcanzó a estar en este Congreso por dos meses, siendo luego condenado a nueve años de cárcel por la Corte Suprema hacerse favorecido electoralmente de sus nexos con Salvatore Mancuso y “Juancho Dique”. El poder de Cáceres se esfumó con ese golpe, como lo muestra el hecho de que su hija y heredera política Luz Stella se quemó intentando llegar al Senado con apenas 33 mil votos.

 

Dilian Francisco Toro

La gran cacique electoral del Valle y de La U fue detenida en 2012 por orden de la Corte Suprema por presunto lavado de activos, por lo que renunció a su curul. Sin embargo, la otrora ‘baronesa de la salud’ -llamada así por su influencia en el sector- hoy mantiene su poder prácticamente intacto. Como contó La Silla, en las elecciones de marzo logró elegir de nuevo a un senador y tres representantes, la bancada propia más grande del Congreso (si no se cuenta la de Uribe). Su pérdida más sensible es en visibilidad, ya que su heredero político Roosvelt Rodríguez ha figurado más bien poco. Si sale bien librada de su proceso, piensa aspirar a la Gobernación del Valle.

 

Piedad Córdoba

Después de haber sido reelegida para ocupar por quinta vez, en septiembre de 2010 la reconocida senadora liberal fue destituida e inhabilitada por 18 años por el Procurador Alejandro Ordóñez, en lo que se convirtió en el primer -y único- fallo por farc-política. La decisión estuvo ligada a unos correos entre alias “Teodora” y ex jefe de las Farc, Raúl Reyes, encontrados en el computador del guerrillero tras el bombardeo a su campamento en la frontera con Ecuador, que la Procuraduría atribuyó a Córdoba. Con su salida del Congreso, Córdoba se reinventó políticamente y se dedicó al activismo desde Marcha Patriótica, el movimiento de izquierda que nació con la idea de aglutinar a muchas organizaciones sociales en torno al proceso de paz. Mientras tanto, su hijo Juan Luis Castro, que se perfilaba como su heredero político, no logró la curul al senado que pretendía en las elecciones de marzo. Se quemó con 23 mil votos.

 
LOS CONSENTIDOS

Bernardo ‘Ñoño’ Elías y Musa Besaile

Hasta las elecciones estos dos primíparos eran unos desconocidos en el país. Sin embargo, en estos cuatro años aumentaron su votación anterior en 66 mil y 83 mil votos, respectivamente. Ñoño sacó 140.143 votos y Besaile 145.402, siendo los dos más votados de su lista en el Partido de La U. La razón de su éxito tan vertiginoso y sorprendente es que fueron consentidos del Gobierno Santos como beneficiarios de su llamada “mermelada”, como lo contó La Silla. Según la denuncia hecha por los uribistas con base en información supuestamente sacada del ‘computador de Palacio’ donde quedaron registrados los cupos indicativos recibidos por los senadores, en la pasada legislatura Ñoño obtuvo 115 mil millones de pesos y Musa casi 75 mil millones en recursos cuya ejecución ellos ayudaban a definir.

 

Roberto Gerlein, Hernán Andrade y Efraín Cepeda

Estos tres caciques conservadores lograron que Santos premiara su fidelidad con la reelección en momentos en que el presidente necesitaba mantener su frágil mayoría en la cúpula del partido, para evitar que hubiera una convención y un candidato presidencial del partido, como al final sucedió con Marta Lucía Ramírez. Pero para ayudarlo, los tres congresistas azules lo condicionaron a que les diera más juego burocrático en el sector. Fue así como en el remezón del sector rural de noviembre pasado llegaron, por orden de Presidencia, Luis Humberto Martínez -cercano a Cepeda- al Ica, Rey Ariel Borbón -recomendado de Andrade- al Incoder y Álvaro Navas Patrón -sobrino político de Gerlein- al Banco Agrario. “Le hicieron creer al presidente que eran definitivos para la reelección y el gobierno los consintió con poder burocrático y presupuestal, pero su aporte no fue mayor”, dice un senador de la Unidad Nacional.

 

Los amigos del Procurador

Con una votación aplastante, el Procurador Alejandro Ordóñez se reeligió en noviembre de 2012 por otros cuatro años. Una pieza clave de su exitosa campaña en el Congreso es que -como contó La Silla- durante sus primeros cuatro años en la Procuraduría nombró a familiares o amigos de 31 senadores, muchos de los cuales luego votaron por él.

 

Simón Gaviria

El delfín liberal se convirtió, durante su paso por la Cámara, en uno de sus presidentes de la Cámara más jóvenes, luego en presidente de su propio partido y, finalmente, en pieza clave del engranaje político de la reelección de Santos. Con eso saltó a ser uno de los políticos que le habla al oído al presidente Juan Manuel Santos y uno de los más opcionados a entrar al próximo gabinete.

 
EN EL TINTERO

Reforma a la justicia

Lo que comenzó como una reforma para reparar la maltrecha rama judicial terminó, tras una conciliación entre los textos aprobados por Senado y Cámara, en un “esperpento” que el Gobierno dijo no haber visto, que -entre otras cosas- ampliaba el período de los altos magistrados a doce años y elevaba su edad de retiro, o eliminaba la silla vacía para congresistas hasta que no sean condenados. Al caerse la reforma tras el escándalo, quedaron en el tintero puntos importantes como la eliminación del Consejo Superior de la Judicatura o la puerta giratoria que se ha consolidado con la capacidad nominadora de las Cortes, donde prima el “yo te elijo, tú me eliges luego”. Al final, el Gobierno tumbó la reforma con una interpretación jurídica novedosa que, sin embargo, no pudo impedir la renuncia del ministro Juan Carlos Esguerra, que asumió la responsabilidad política por el ‘gol’ de los conciliadores.

 

Impuesto a los dividendos

Santos, que había prometido “hacer chillar a los ricos”, al final decidió no hacerlo y la Unidad Nacional sacó de la reforma tributaria el artículo que más los tenía enfurecidos: el impuesto a los dividendos -propuesto por el consevador Juan Mario Laserna y el miraísta Carlos Baena- que apuntaba a que los inversionistas paguen el 5 por ciento de impuesto sobre los dividendos cuando estos superen los 200 millones de pesos. Pese a que la mayoría de técnicos de Hacienda y Planeación están a favor de este impuesto y que el ex ministro Juan Carlos Echeverry ya la había propuesto en el pasado, el pulso lo terminaron ganando los lobbistas de los grandes cacaos y el articulito se cayó.

 

El matrimonio gay

En una sentencia de 2011 la Corte Constitucional le ordenó al Congreso que -en un plazo de dos años- legislara sobre los derechos de las parejas del mismo sexo, con el ánimo de eliminar el déficit de protección que los afectaba. Dos años después, el proyecto de ley propuesto por el senador Armando Benedetti y la representante polista Albaluz Pinilla se hundió en apenas su segundo debate. Aunque según la sentencia de la Corte quedó en firme la posibilidad de que los notarios autoricen las uniones civiles, el Congreso quedó en deuda a la hora de legislar sobre un tema que seguramente seguirá en la agenda pública.

 

Reforma a la salud

Una de las reformas cruciales que prometió Santos, la de la salud, se terminó cayendo hace un mes después de que los congresistas le hicieran plan tortuga. Con esto quedó engavetada la reforma del ministro Alejandro Gaviria, que convertía a las EPS en gestoras que no manejan plata, que creaba una nueva entidad pública -Salud Mía- para manejarla, que creaba zonas de operación para cada gestora de salud y que, de manera polémica, le devolvía a alcaldes y gobernadores la facultad de nombrar gerentes de hospitales. Eso significa que muchos de los problemas estructurales del sistema de salud, que la reforma buscaba corregir, seguirán ahí.

 

Reforma a la educación

Uno de los primeros grandes reveses políticos que sufrió Santos fue la caída de su reforma a la educación, que -al igual que la de la justicia- sucedió en las calles con la presión de los estudiantes. Aunque la reforma que lideró la ministra María Fernanda Campo se venía cocinando desde el gobierno de Uribe, el proyecto de Santos era más amplio: buscaba participación de la empresa privada en universidades públicas, aumentar del presupuesto para educación superior, crear universidades con ánimo de lucro e intervenir en la autonomía universitaria. En este Congreso, la educación volverá a ser protagonista porque el presidente reelecto prometió en campaña aumentar el presupuesto al 7 por ciento del PIB, con posibles temas como la gratuidad de la educación superior -un tema que los liberales quieren impulsar esta legislatura y que el Gobierno ya logró con la educación básica- y la jornada única escolar.

 
LOS MOMENTOS

El lobby antigay de Ilva Myriam

En pleno debate sobre el matrimonio gay en 2013, Ilva Myriam Hoyos -la procuradora delegada para la familia, la infancia y la adolescencia y la mano derecha del Procurador Alejandro Ordóñez- se sentó en una de las curules vacías. Mientras se discutía el proyecto de ley (que al final se hundió), Hoyos no dejó de chatear. En un momento dado puso su celular sobre la mesa, expuesto a los ojos de cualquiera, y el fotógrafo de La Silla capturó la foto de una conversación en que ella reconoce que estaba “dedicada al lobby”. Dado que el Congreso estaba legislando sobre este tema por mandato de la Corte Constitucional, quedó claro que Hoyos estaba usando su cargo para ir en contra de su sentencia.

 

Súper Vélez al rescate en los baldíos

Uno de los debates más álgidos del cuatrienio fue el que lideraron los congresistas del Polo por las grandes extensiones de antiguos baldíos que compraron cacaos saltándose los topes legales. Al entonces Ministro de Agricultura Francisco Estupiñán se le bajó la tensión y, enfermo, no pudo enfrentarse al senador Jorge Robledo, algo que aceleró su salida. En ese momento el Supernotariado Jorge Enrique Vélez salió al ruedo a enfrentar a Robledo y con una actuación teatral rompió en frente de las cámaras un registro de propiedad de tierras y defendió histriónicamente el valor de la seguridad jurídica.

 

#SeMueveLaContraReforma

Los privilegios de la reforma a la justicia -que al final no resolvía los problemas fundamentales de la rama judicial, pero sí era amplia en favores para grupos interesados como altos magistrados y congresistas- dieron pie para una de los mayores olas de indignación en redes sociales en Colombia y, al mismo tiempo, quizás una de las pocas ocasiones en que ese activismo cibernético traduce en un cambio en la vida real. La presión sobre Santos de los indignados, agrupados en hashtags como #SeMueveLaContraReforma, fue tan grande que el presidente tuvo que salir a desconocerla (cuando el Gobierno la había propuesto originalmente y la había acompañado en el Congreso) y, mediante una interpretación jurídica novedosa, darle un entierro de segunda.

 

La propina para gasolina de Corzo

La frase más memorable del senador Juan Manuel Corzo durante su presidencia del Congreso es probablemente la que menos quiera recordar. Cuando su propuesta de aumentar el subsidio de la gasolina para los congresistas desató una cascada de críticas, el senador azul salió a justificarse diciendo que "Yo ando en un solo carro y me toca meter a tres o cuatro escoltas porque no tengo cómo pagar la gasolina de dos vehículos" y que “algunos tenemos casa acá y en otro lado (…) y es imposible con nuestra plata sostener dos carros“. Y, buscando defenderse de la , solo empeoró las cosas al decir que "prefiero no robar al Estado y que me paguen la gasolina".

 

El catre del fin del mundo de Gerlein

En pleno debate sobre el matrimonio igualitario, el veterano senador barranquillero tomó el micrófono y se fue lanza en ristre contra lo que describió como un “progresismo funerario”. “A mí nunca me ha preocupado mucho el catre compartido por dos mujeres porque ese homosexualismo no es nada. Esa es una cosa inane, sin trascendencia, sin importancia. Pero compartido por dos varones, ese es un sexo sucio, asqueroso. Un sexo que merece repudio, un sexo excrementa“, dijo Gerlein, que se convirtió en el centro de atención de las redes sociales -bajo su alter ego “Gayrlein”. Ante la ola de críticas que le cayeron, le bajó el tono a sus declaraciones y terminó luciendo un saco rosado en la sesión definitiva en la que se hundió el proyecto.

 

La falta de lectura de Simón Gaviria

El entonces presidente de la Cámara de Representantes se convirtió en la cara más visible de la debacle de la reforma a la justicia, al reconocer que votó a favor de la versión final del proyecto sin haberlo leído bien. “Nos equivocamos en creer en el Gobierno y en el afán que hubo que no nos permitió ver la minucia de la ley ni revisar artículo por artículo”, admitió y agregó que “el error fue mío por firmar la iniciativa, no sabía que tenía micos ni orangutanes", una revelación que lo convirtió en la burla de la tuitósfera y dio pie para que le crearan un alter ego llamado ‘Simón el bobito’. “Fue cruel porque Gaviria fue uno de los legisladores más productivos y esa era una confesión sincera que estaba haciendo un punto sobre la manera tan oscura como funciona el proceso legislativo y el reglamento del Congreso”, le dijo a La Silla una académica experta en el Congreso.

 
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Mié, 2014-07-16 09:08

Uhmm,buen analisis, pero hasta ahí, porque me parece que se confundieron los conceptos para distribuir a los distintos partidos o Congresistas, en las distintas categorias, entre ellos al Movimiento MIRA, segun entiendo en esa categorización se debia tener en cuenta lo que hicieron en los 4 años en materia legislativa, no lo que paso despues con el resultado de las elecciones, y eso fue lo que hicieron con lo senadores Miraistas, que tuvieron una muy buena labor en el congreso. Porque al ubicarlos en "Los Estrellados", se da a entender como si no hubieran hecho nada en el congreso. una pequeña critica.

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