La venta de Isagen se hará mañana (con un solo oferente) y si finalmente se concreta, toda la discusión que se ha armado sobre su venta posiblemente sea un tema olvidado en un par de semanas. Pero el debate suscitado es solo una pequeña muestra de cómo la economía se convertirá en el nuevo frente de batalla político en 2016.
Así son las cifras de la crisis económica que se avecina y que finalmente salió del clóset durante estas vacaciones: una inflación del 6,77 por ciento; un dólar por encima de los 3.200 pesos; petróleo por debajo de los 35 dólares; reducción de las exportaciones en una tercera parte durante el 2015; un hueco fiscal de más de 30 billones de pesos y un déficit en cuenta corriente cercano al 7 por ciento del PIB.
Todo lo cual conduce a una baja del pronóstico esperado de crecimiento del PIB por parte del hiper optimista ministro de Hacienda y del uno o dos por ciento por parte de la firma Merril Lynch, según lo reportó Semana.
Ante ese panorama, la reforma tributaria es inminente y medidas impopulares como la de Isagen inevitables. Medidas que el gobierno tendrá que tomar justo cuando el proceso de paz entra en la fase final y más necesidad tendrá de poner a los colombianos de su lado. Una tarea que no será fácil.
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Como ya había contado La Silla, dentro del uribismo sigue habiendo un debate sobre qué hacer frente al plebiscito que se utilizará para refrendar el acuerdo final que se logre con las Farc.
Hay varios dentro del Centro Democrático que consideran que con el umbral más bajo aprobado por el Congreso en diciembre y con la plata que invertirá el Gobierno en hacerle propaganda, el Sí ganará el plebiscito y que será muy costoso quedar históricamente caricaturizados como los que se opusieron a la paz.
Por eso están abogando por apostarle más bien a la abstención con el argumento de que no quieren cerrarle del todo las puertas a la negociación sino más bien obligar a que el gobierno vuelva a la mesa a sacar un acuerdo más favorable a la sociedad.
Si finalmente el ex presidente Uribe escoge ese camino de más bien tratar de deslegitimar el Sí por la vía de contribuir a que la votación sea lo más baja posible, el frente económico podría volverse su mejor flanco de ataque para debilitar al gobierno. Y el debate sobre Isagen indica que los uribistas lo aprovecharán.
Uribe no solo lleva semanas trinando contra la venta de Isagen (a pesar de que él mismo la consideró al final de su segundo gobierno para aliviar el hueco fiscal) sino que su apoderado en el tema de Isagen, Guillermo Rodríguez, anunció en la W que hoy interpondrá una medida cautelar de urgencia, con el fin de impedir la enajenación de la participación accionaria del estado colombiano en la generadora de energía.
Uno de sus apadrinados para el 2018, el senador Iván Duque, también se fue lanza en ristre en contra de la venta de Isagén en una columna: “Su actitud frente a Isagén muestra que el discurso del buen gobierno no es más que una ilusión y que la urna de cristal en lugar de contribuir a la transparencia, es una burbuja blindada que tiene aislada a la Casa de Nariño del sentimiento de los colombianos”, dijo.
Ya a finales del año, Uribe había criticado duramente la definición del nuevo salario mínimo: “Colombia necesita eliminar el derroche del gobierno, bajar los impuestos y mejorar los salarios”, dijo dando las puntadas de lo que será el hilo de su nuevo frente de oposición.
La venta de Isagen también tiene contradictores obvios como los del Polo, encabezados por el senador Jorge Enrique Robledo, y más difíciles para Santos, como los liberales, de su coalición oficial.
Como lo contaron varios medios a principios de año, en el partido senadoras como Viviane Morales y Sofía Gaviria han abogado públicamente para que el Partido se salga de la Unidad Nacional si se concreta la venta de Isagen. Consideran que equivale a “matar la gallina de los huevos de oro” y que afectaría gravemente la soberanía energética del país.
Ambas se han opuesto a la venta de Isagen con argumentos afines a su postura ideológica desde que se comenzó a hablar de esta posibilidad en el actual gobierno hace dos años.
Pero dentro del partido hay otros intereses políticos que también juegan a favor de oponerse a la venta de Isagen y que no se dicen públicamente.
El principal es que el gran beneficiado políticamente con esta venta será el archirival presidencial de los liberales Germán Vargas Lleras pues los recursos de Isagén permitirán completar la financiación las carreteras 4G, que serán su principal plataforma para lanzarse a la Presidencia en el 2018.
También por eso no es sorprendente que el director del partido del Vicepresidente, Cambio Radical, Rodrigo Lara, diga que la venta de Isagen “es crucial para el futuro del país, es una verdadera política fiscal contracíclica, cuyo propósito es lograr que se cierren los billones de pesos en infraestructura, como las carreteras 4G, el metro de Bogotá, la remodelación de puertos”.

Que la crisis de la economía coincida con la firma de la paz le crea al Gobierno una encrucijada difícil de resolver: por un lado, necesita tener recursos considerables para poder cumplir con los acuerdos de paz que firme con las Farc.
Aún más si –como dijo el gerente del posconflicto Rafael Pardo este fin de semana en el Tiempo- “el plan de acción inmediata (18 líneas de proyectos para estar en operación en el momento de los acuerdos, algunos de los cuales operarán en 300 municipios, otros en 50) no tiene que ver con los acuerdos de La Habana.”
Y por el otro, necesita que los colombianos le tengan la suficiente fe para votar a favor del acuerdo de paz que logren firmar con las Farc.
Ya las últimas encuestas del 2015 revelaban que el manejo de los los temas económicos comienza a volverse uno de los factores que más golpean la credibilidad de Santos. Con los uribistas, la izquierda y fuerzas dentro de la Unidad Nacional trasladando su oposición política al terreno económico, el debate de Isagen se convierte en un ‘avance’ de pesadilla para lo que se le viene al Gobierno en los próximos.
Ni Vargas Lleras ni Cárdenas serán presidentes de la República de Colombia. Este espacio es muy pequeño para exponer mis razones. Se acordarán de mi. El panorama político y electoral para el 2018 va a ser sumamente complicado. Con esta crisis económica no será fácil para cualquier candidato de derecha, de centro o de izquierda. Los pueblos no tragan entero eternamente. Miremos el ejemplo de Venezuela, Argentina.
La verdad esperaba un análisis más profundo por parte de la Silla sobre la Venta de Isagen que esté simplista "Uribe vs. Santos". La solución cortoplacista de vender un activo de la nación merecía una atención más profunda que reducirlo a una puja de poder, (que lógicamente en todo lo que haga el Gobierno existirá y más en la polarización que persiste en la política nacional): ¿Se usará todo el dinero realmente para financiar la construcción de vías 4G? ¿Quién o quiénes están detrás de la financiación de estas vías y de paso se beneficiarán de esta venta? ¿Qué pasará con las tarifas de energía? ¿Hasta dónde llegará Vargas Lleras para seguir haciendo su campaña a costillas del erario? ¿Quiénes están detrás del único proponente de la "subasta"? ¿Otro favor para el amigo Tony así como la manito del Gobierno a Vargas Lleras, (su hermano hace parte de la junta directiva de Emgesa), en la presión e insistente reapertura de El Quimbo?
Se nota que en la Silla aún están en vacaciones.
Lo mas jarto de todo esto es verlo como un round mas de la pelea Uribe Santos. Es una decisión muy dificil que parece no tener reversa. Ante ello la vigilancia de los recursos a aplicar en la infraestructura debe ser vital y diria que es alli donde puede estar la mayor desconfianza del pais. En el manejo de esos recursos.
En la venta de Isagen priman los intereses del gobierno Santos en generar grandes obras de infraestructura,en beneficio de su imagen y construir la vía sobre la que se moverá la candidatura de su vicepresidente Vargas. Entregando uno de los pocos bienes rentables del estado por unos activos (lease vías) que aunque son necesarios, dejaran el sector eléctrico nacional en manos de extranjeros a los que solo los mueve el animo de lucro, por lo que los altos costos en el servicio de generación eléctrica para los colombianos no se hará esperar. Entregará éste gobierno con esa venta recursos vitales de interés nacional, como los recursos hídricos y ambientales que nos pertenecen a todos los colombianos.
Juanita, Qué bagaje profesional tiene Usted? Déjeme decirle como Economista Internacional, (aunque no hay necesidad de serlo para saberlo; un poco de sentido común basta): La economía de la nación siempre es política.
Su primera línea muestra lo enfermo de todo este proceso: La SUBASTA de Isagen se hara mañana, (con UN SOLO oferente)
No hay necesidad de entrar en lo POLÍTICO, ni en lo ECONÓMICO, ni en lo FILOSÓFICO para enteder que este proceso está errado; simplemente veamos lo que dice la RAE de SUBASTA: 1. f. Venta pública de bienes o alhajas que se hace al mejor postor. Al mejor postor, dice la RAE, implicando que debe haber mas de un postor, o si no podría ser simplemente una VENTA entre un vendedor y un comprador, donde el vendedor se puede retirar si no obtiene el precio que quiere, pero en esta PELEA DE TIGRE CON BURRO AMARRAO, el único comprador compra, de cualquier manera, por un precio mínimo. Continuará....
Ojala todos pudieran haber tenido esa suerte de ser "economistas internacionales" para poder entender esas complejas cuestiones, según la RAE
mejor:(Del lat. mel?or, -?ris).
1. adj. comp. de bueno. Superior a otra cosa y que la excede en una cualidad natural o moral.
2. adj. comp. PREFERIBLE o más CONVENIENTE. Es mejor que evites las discusiones
como se observa en la segunda definición la palabra mejor no implica que debe compararse a pares, sino que el Oferente Preferible, en una situación como la actual (vale la pena la salvedad que es originada por el mismo Santos) es el que hace una oferta VS el que no la hace, existe una complejidad para los no iniciados en subastas, aspectos irrelevantes en esta transacción es si es inglesa u holandesa(aunque es la primera),pero aqui hubo 2 pasos, por lo que hubo una calificación previa, transparente o no, aun se considera que en la medida en que por lo menos hubo dos posibles oferentes, es una subasta, no hacer oferta fue una oferta.
Entiendo lo que dices de que la economía es siempre política en el sentido más amplio de la palabra. Lo que quiero decir aquí es que se vuelve el terreno de la disputa política. Mi bagaje profesional es abogada y periodista. La economía no es mi fuerte, lo que representa un desafío ahora que la economía tendrá un protagonismo político mayor. gracias por tu comentario y de acuerdo que lo de la subasta con un solo oferente se vuelve una no subasta. Ya lo cambié por venta.