LA SILLA VACIA

Desde la captura en 2013 del exgobernador Juan Francisco ‘Kiko’ Gómez, durante una parranda en su natal Barrancas, no se estremecía tanto la Guajira política. Con el operativo judicial fallido del pasado miércoles para capturar a Cielo Redondo (está prófuga y posiblemente en Venezuela), quedó marcado el comienzo del derrumbe de uno de los imperios más poderosos de la península.

Cielo es nada menos que la cacica de Uribia, la capital indígena de Colombia, uno de los tres municipios guajiros con más potencial electoral, clave para el tráfico de armas y drogas por ser desértico y fronterizo con Venezuela.

Dos veces alcaldesa y jefa política del actual mandatario, con todas las posibilidades de seguir mandando a través de su hijo (Luis Enrique Solano, candidato liberal a la Alcaldía en estas regionales), a Redondo le dictaron orden de captura debido a que la Fiscalía la investiga por presuntas irregularidades en la compra de unos materiales de construcción, cuando se desempeñó como alcaldesa por segunda vez entre 2007 y 2011.

La Fiscalía cree que ella y tres exfuncionarios más incurrieron en concierto para delinquir, peculado por apropiación, prevaricato por acción, falsedad ideológica en documento público y falsedad en documento privado.    

A algunos guajiros consultados les resulta paradójico que el llamado de la justicia no haya sido por el rumor que la ha hecho nacionalmente conocida, y que la fundación de León Valencia detalló: según un informe del año pasado de Paz y Reconciliación, a Cielo Redondo "se le acusa de ser la jefa política de la estructura criminal de alias Pablo (jefe del Frente Contrainsurgente Wayuu)".

El golpe a esta baronesa que, como contó La Caribe, tiene el poder de inclinar la balanza electoral en La Guajira, pone en ascuas a 10 días de las regionales a dos de sus principales apuestas en estas elecciones: su hijo, el ‘negrito’ Solano, y la candidata del vargasllerismo a la Gobernación, Oneida Pinto.

Lo que le explicó una fuente que conoce las movidas electorales en Uribia a La Caribe, es que ni Solano ni la princesa negra de La Guajira, con quien Redondo se alió luego de haber estado cerca de los contendores de Oneida (el grupo Nueva Guajira, que lleva de candidato a la Gobernación a Ovidio Mejía) podían dar por descontados los votos que consigue Cielo sellando personalmente sus acuerdos.

El respaldo de Cielo Redondo era un trofeo que Oneida Pinto le había ganado a sus contendores de Nueva Guajira. 
El 'negrito' Solano, hijo de Cielo, fue grabado recientemente repartiendo mercaditos.
Desde 'Kiko' Gómez, la justicia no golpeaba a una estructura política poderosa en La Guajira. 

La baronesa de la Alta Guajira maneja una bolsa de unos 14 mil votos y la fuente nos dijo que es ella quien durante la semana previa a las elecciones sella con plata los compromisos hechos meses atrás. Si ahora no está, agregó la persona con la que hablamos, no estarían garantizados esos apoyos.

Además, en el caso de la candidatura de Solano, la expectativa y el temor son mayores pues en el pueblo creen que podrían darse más órdenes de captura los próximos días en contra de los militantes del grupo de Cielo.

En cuanto a Oneida, aunque es posible que la caída de Cielo pueda significar solo una preocupación para su campaña, la victoria que le auguran las encuestas no estaría amenazada porque cuenta con las otras dos poblaciones con mayor censo electoral de La Guajira: Riohacha y Maicao.

Lo que la orden de captura de Cielo sí afecta es su imagen porque Oneida tiene nuevamente a uno de sus aliados en líos con la justicia. Primero fue ‘Kiko’ Gómez, de quien fue socia política hace cuatro años, y ahora Redondo, una de sus máximas conquistas en esta contienda.

El respaldo de Cielo Redondo es muy apetecido y evidencia de la efectividad de su maquinaria es que hace cuatro años fue clave en la victoria de ‘Kiko’ Gómez (aunque oficialmente estaba acompañando a Bladimiro Cuello de Nueva Guajira, lo que se comenta es que ella dividió su votación y prueba de ello es que esos dos candidatos quedaron casi 50 a 50 en Uribia) y en las legislativas pasadas se convirtió en socia política del senador cordobés Bernardo ‘Ñoño’ Elías, quien gracias a su apoyo y a la gestión de la mermelada pasó de sacar tres mil votos en 2010 a 14 mil en 2014 en ese departamento. También respaldó a la Cámara al actual presidente de esa corporación: Alfredo Deluque y ha sido aliada del grupo de éste, Nueva Guajira.

Por ello, no sorprende que la política en el departamento del norte esté hecha un hervidero desde hace 48 horas, cuando el Estado tocó la puerta de otro personaje guajiro que parecía intocable.

Perfiles relacionados: 
Oneida  Pinto Pérez
Comentarios - Cada usuario tiene la posibilidad de incluir solo tres comentarios
Vie, 2015-10-16 20:11

La Guajira ha sido, desde hace muchísimos años, fuente de votos espurios alos qu en el pasado se conocía como "chocorazo". Algunos afirman que allí se entregan resultados luego de conocerse los de las otras regiones y hace las veces de cuadre de caja. El buen Ariel nunca intentó hacer nada para corregir esos y otros desaguisados. Para él era más cómodo hacerse el de la vista gorda y catar un buen whisky. Por esa decidia suya, los guajiros creen que pueden pasarse por la galleta la ley colombiana. Las autoridades centrales les importa poco y consideran que esa región es independiente. Nunca se ha podido, controlar siquiera, el contrabando. Pero eso sí, son llorones a la hora de pedir recursos del estado. Por qué escapó la baronesa? Porque le avisaron esa la tarea la hicieron las mismas autoridades de la región.

Añadir nuevo comentario