Antonio Navarro parte, sobre el papel, como el candidato más opcionado en las próximas elecciones por fuera del uribismo y el santismo. La encuesta de Gallup revelada ayer lo pone apenas tres puntos por debajo de Óscar Iván Zuluaga y cinco por encima de Clara López o de Enrique Peñalosa, con un amplio margen para crecer. Y sin embargo Navarro aún no anuncia sus planes de ir a la consulta verde, el primer paso que le tocaría dar si quisiera convertirse en la punta de lanza de una tercería.
Aunque tres personas de la Alianza Verde le dijeron a La Silla que es prácticamente seguro que Navarro irá a la consulta, la pregunta para varios de ellos es cuándo lo anunciará. Este sábado se venció el plazo para inscribirse como precandidato verde y pasó sin que el líder de Progresistas dijera nada. Previendo que eso podría suceder y a manera de precaución legal, la dirección nacional verde decidió preinscribirlo el jueves pasado. De nuevo él tampoco quiso comentar nada.
Con la indecisión de Navarro y la falta de claridad en las reglas de juego, la idea de la tercería sigue en el aire. Esto a pesar de que la misma encuesta Gallup mostró que tiene bastante espacio político para colarse en la segunda ronda, con un 30 a 40 por ciento de potenciales votantes aún indecisos o inclinados por el voto en blanco.



Con el aplazamiento obligado en las reglas de juego de la consulta por la indecisión de Navarro, la Alianza Verde sigue todavía sin una hoja de ruta clara para las elecciones del próximo año, un mes y medio después de que verdes y progresistas se fusionaran en un solo partido. Y varios meses después de que fueron uno de los proponentes de la idea de la tercería.
Las listas a Senado y Cámara, en un partido donde estos dos sectores políticos hasta ahora se están conociendo, siguen crudas (aunque esto no tiene nada que ver con la aspiración de Navarro). La Silla supo que se ha avanzado a nivel regional, pero los nombres no serán definidos sino hasta después del 22 de noviembre que tienen los aspirantes como plazo de la Alianza Verde para inscribirse, con el 9 de diciembre como fecha límite para llevar tanto consulta como listas ante la Registraduría. Eso les deja cuatro semanas para definir la primera y dos para las segundas.
La consulta parecía un inamovible desde que el Congreso verde de agosto la aprobó para definir en marzo quién sería el candidato presidencial, con la idea de repetir la estrategia que catapultó a la 'ola verde' hace cuatro años. Los Progresistas, que inicialmente preferían otro mecanismo como una encuesta, ya se han hecho a la idea de medírsele pero hay otras diferencia que los 'nuevos' verdes no han terminado de resolver.
Navarro siempre insistió -desde las negociaciones entre verdes, progresistas y fajardistas- en que cualquier decisión de una consulta debía aplazarse hasta después de que el presidente Juan Manuel Santos anunciara si buscaría la reelección o no. Es decir, que no sería una decisión tomada hasta después del 25 de noviembre (y viendo que Santos no podrá inaugurar obras después de ese anuncio, según le advirtió el Procurador, es muy posible que lo aplace hasta donde pueda). O dos semanas antes del último plazo.
Mientras tanto, Peñalosa -el segundo más visible en las encuestas- logró que el Congreso verde aprobara su proposición de hacer la consulta y de que la fecha límite para inscribir candidaturas fuera el 9 de noviembre. Fue el primero en inscribir su nombre y es el que más ha hablado de su aspiración. A él se le sumaron luego los senadores John Sudarsky y Camilo Romero, que no puede volver al Congreso sin incurrir en doble militancia, por haberse salido del Polo. Pero Navarro -siempre aficionado a manejar los tiempos políticos a su manera- sigue siendo una incógnita.
Eso ha dado pie para mucha especulación. El Heraldo contó ayer que Navarro y los Progresistas estaban contemplando recoger firmas de forma paralela, para poder optar por un grupo más amplio más allá de la Alianza Verde. Navarro desmintió -aunque vagamente- esa información en Twitter. Dos progresistas le contaron a La Silla que esa idea se oyó espontáneamente en los pasillos, pero nunca de manera seria ni oficial. La Silla intentó comunicarse sin éxito con Navarro, para preguntarle sobre su decisión y sobre los rumores que han venido circulando.
“Él no tiene encrucijada, pero está buscando un consenso dentro de todo el progresismo y no quiere dar ningún paso que se pueda interpretar como uno personal”, le dijo a La Silla un integrante de la dirección de la Alianza Verde.
“No es que haya cambiado de opinión, sino que el calendario que se terminó dando es diferente al que él había propuesto”, dice otro directivo verde. "Estamos justos de tiempo, pero no atrasados. Hace cuatro años todavía sabíamos que habría consulta ni teníamos hechas las listas".
Sin embargo, la demora tiene preocupados a varios verdes. “Navarro quiere mantener las cartas para poderlas jugar, pero eso tiene el problema de que otros salen damnificados. Él y Peñalosa son figuras muy conocidas y tienen amplia experiencia en campañas, pero hay otros que estamos apenas comenzando y que tenemos mucho trabajo por delante. En una campaña que apenas tiene cinco meses, ya nos están quitando uno entero”, le dijo a La Silla John Sudarsky, quien viene a ser el representante del ala mockusiana en la consulta y la “tercería dentro de la tercería”, según sus propias palabras.
Navarro también ha intentado que la consulta vaya más allá de los verdes para ser una alternativa real que abarque desde la centro derecha hasta la centro izquierda (e incluso la izquierda).
Pero hasta ahora su idea no ha tenido eco. Clara López, que aparece de cuarta en las encuestas, y el Polo parecen haberla ya descartado definitivamente. Como por definición una consulta interpartidista debe ser entre partidos con personería jurídica, la llegada de otros nombres como los del líder indígena Feliciano Valencia o los ex ministros José Antonio Ocampo y Eduardo Verano tendrían que haberse hecho dentro de las fechas de los verdes. O podrían llegar más tarde, pero siempre y cuando cada uno de ellos termine la difícil tarea de recoger las 450 mil firmas para ser candidato presidencial.
Eso deja a Navarro de vuelta al panorama inicial, teniendo que definir pronto si irá a una consulta con Peñalosa, Sudarsky y su coterráneo Romero. Por lo pronto, el tema de la consulta y la estrategia se tocará en la reunión de la dirección nacional hoy y se citó a los precandidatos a exponer sus ideas en la del 21 de noviembre.
El de Navarro no es el único dilema de estrategia que enfrentan los verdes. La semana pasada la investigadora Claudia López, que suena como candidata al Senado de la Alianza, le envió una carta a los precandidatos verdes pidiéndoles que no quemen todos los cartuchos en la consulta -“la Paz antes que la Presidencia”- y más bien se enfoquen en lanzar la lista más fuerte posible al Congreso para apoyar las reformas que acompañarían un eventual acuerdo de paz con las Farc.



Para López, quien forma parte de un grupo que se ha hecho conocer como “independientes de las regiones” y que venía de 'Pedimos la Palabra', el Congreso es el escenario donde se dará el debate real sobre el posconflicto -en caso de firmar la paz con las Farc- y donde las figuras verdes pueden jugar un papel más clave. “La paz y las reformas que reclamamos los ciudadanos los necesitan a ustedes en el Congreso”, les dijo a Navarro, Peñalosa, Sudarsky y Antanas Mockus.
Eso, sin embargo, implicaría que los verdes no le hagan fuerza a las presidenciales o que incluso no presenten candidatos.
Y esta opción ha generado reacciones muy diferentes, con varios rechazándola de tajo al leer como un apoyo a la reelección el argumento de López de que “[tiene] muchas críticas al Presidente Santos, pero el camino más estable y seguro para la paz es que sea él mismo quien cierre la negociación e inicie la implementación de los acuerdos”.
Peñalosa ya salió a rechazar la idea, diciendo que su candidatura sería “más efectiva para progreso y equidad de Colombia” que la reelección. Sudarsky le dejó las puertas abiertas, pero siempre y cuando sea una decisión colectiva de los verdes y no sólo suya. La Silla supo que Mockus está preparando una respuesta a la carta.
Navarro también respondió, señalando que una candidatura presidencial tiene más incidencia que una lista fuerte al Senado. "Se necesita una cabeza de gobierno que lidere una profunda reforma política, moviendo la ciudadanía, que cambie el voto clientelista para el Congreso por voto por propuestas, por ideas, por programas", dice. En Twitter complementó su respuesta diciendo"Fui congresista 8 años y el margen de maniobra de una minoría es mínimo. Mas allá de hacer debates de control políco, poco más es posible".
El debate, sin embargo, no se dio dentro del partido. “Nosotros ni siquiera hemos discutido la carta en la Dirección nacional, porque se la dirigió a los precandidatos”, le dijo a La Silla un miembro de la dirección colegiada de la Alianza.
Curiosamente el de López no es el único coqueteo de los verdes, después de salidos de la Unidad Nacional, con la idea de privilegiar la paz, incluso significa terminar apoyando a Santos en una eventual segunda vuelta.
Dentro de la Alianza, tanto verdes como progresistas ya han esbozado ideas similares. Luis Carlos Avellaneda, el senador progresista y copresidente del partido, dijo -a título personal- que apoyaría a Santos en una segunda ronda. “Un partido que piense en la paz le apostaría indiscutiblemente a Santos. Es mi visión personal. No lo hemos discutido”, dijo este domingo. John Sudarsky lo secundó, diciendo que “el escenario del Congreso va a ser crítico para el posconflicto, así como el apoyo al Presidente Santos en esa labor”.
Pero todos están esperando que Navarro, el más opcionado en las encuestas, ponga sus cartas sobre la mesa. Y él todavía no da señales de querer hacerlo. Al menos no todavía.
Nota de la editora: Después de publicada esta historia, actualizamos con la carta de respuesta de Navarro a Claudia López.
Comparto la propuesta que hizo Iván Cepeda, a los sectores que se dicen de izquierda en Colombia, de sacar una lista unitaria para las Corporaciones y postular un candidato único a la presidencia. Aceptar y concretar esta propuesta, sería, sin duda, la máxima expresión ético-política de ser coherentes con el discurso de pensar y querer un mejor país: democrático, incluyente, equitativo. Por mi parte, considero a ANTONIO NAVARRO, como el que aglutinaría el mayor número de votantes, entre los abstencionistas y los que aún creemos que otro mundo es posible....
Me parece que Navarro con sus acciones demuestra la ambición de poder que tiene. Estoy de acuerdo con Claudia Lopez que el escenario critico será el del congreso en donde tendrá que darsele solidez institucional al acuerdo de paz. Navarro dice que como congresista no se puede hacer nada, pero es obvio que al sumar la fuerza de cada congresista se podria formar un equipo de trabajo dentro del congreso.
Mucho daño le han hecho a Colombia los gobernantes disfrazados! debemos exigir a cada uno de los aspirantes a cargos públicos de elección popular sus hojas de vida, rendición de cuentas en cargos públicos anteriores, y definitivamente por ningún motivo votar por el partido del Doctor Uribe, en todos los eventos de corrupción de los últimos 10 años están relacionados con sus partidos políticos porque no sabemos cual es su partido. Aceptar un gobierno paramilitar es tan grabe como aceptar un gobierno guerrillero. peñaloza debe arriesgarse y pedir asilo en otro lado donde al parecer lo tienen con buena estima!y hombres valiosos como Mockus, fajardo y navarro unirse y cambiar este país desde el fondo de sus instituciones y el pensamiento colectivo de mafiosos y tramposos que nos han impregnado nuestros padres de la patria. (MALICIA INDÍGENA) porque según los políticos colombianos el que llega y no roba es un .........
ANTONIO NAVARRO es el CABALLO DE TROYA DE LA CIA.
y Camilo Romero es el ridículo DR GABRIEL ANTONIO GOYENECHE aumentándole la corrupción de su Madre Miriam Margot Martinez en la UAESP (destituida) y acueducto de Bogotá y el carrusel de la contratacion en Bogotá
Si la tercería no se pone las pilas,no va a dejar de ser solo eso, ...una simple tercería.
Una Democracia madura no se concentraría en "tercerías": ampliaría el espectro. El análisis de tercerías orienta la democracia hacia la dualidad (más que dialéctica) vencedor/oposición (y residuos); donde los residuos son la mayoría. En una Democracia madura, contemporánea de las necesidades reales de nuestro momento histórico, los comunicadores deberían propender por la multiplicidad, para así sumar a la construcción de país.
Pues si algo así ha ocurrido en Dinamarca, Suecia, Noruega o Finlandia, le agradezco que me envíe las fuentes para verificar si las anteriores no pueden ser calificadas como "democracias maduras" (también incluiría a Alemania, pero podría verse contradicha la postura al entender el rol de la Merkel dentro de la Eurozona, o porque tuvo un Ministro que perdió si título de Doctor -de Doctorado, no como aquí en Colombia que solo cuenta el pregrado o el estatus-, por un vulgar plagio)
Un ejemplo de un sistema de "Democracia Madura": Noruega, el único socialismo del siglo XXI http://bit.ly/1fDCijY Y al extenderse en relación al tema del porcentaje de población para mencionar el tema de Democracias Madura, considero, rompe su postura inicial, pues usted mencionaba Democracias Maduras en sentido extenso, sin tener en consideración factores de tipo poblacional. Por ende, este último post es una falacia.
Nos vendría muy bien un artículo que presente a Gallup. ¿Quíenes son?, ¿cómo proceden?, ¿por qué proceden así y no de otra manera? La información estadística es de gran valor; pero no podemos olvidar que cuando no se conocen los principios y los métodos empleados, las conclusiones por sí solas no son muy diferentes a los dogmas. Lo cual conlleva un tratamiento más persuasivo que comunicativo de la información que, bajo sus fundamentos arbitrarios y convenientes, produce.
Pues admito que es muy importante que sea la "mayor"; pero asumirlo así sólo refuerza el dogma.
Creo que es una buenísima idea, especialmente ahora que se vienen las elecciones.
Creo que al análisis anterior se le debe sumar el rol que puedan asumir los Progresistas luego de la fulminante destitución que hará el Arzo-Procurador contra el pequeño tirano bogotano.
¿Qué surgirá luego de esto? ¿Un escenario total de desconfianza basado en la desesperanza alrededor de los proyectos de Izquierda o el uso del voto protesta como una forma de apoyar movimiento alternativos que se han visto opacados por las acciones de la extrema derecha del país?
Me asalta el temor que nos tendieron una trampa, ahora nos tienen a las puertas de creer que solo hay dos alternativas,para disputarse el poder,entre una derecha sanguinaria,otra hipócrita,mezquina y ambas sin escrúpulos. Lo refuerzan dándole fuerza al voto en blanco,que siempre lo han usado los indecisos,algunos de izquierda,muchos de pensamiento alternativo; así se debilita una posible tercería.
Otra cosa es querer fortalecer el congreso,que es necesario y urgente,llevando personas que le den altura y trascendencia a las decisiones que allí se toman; las reformas que se avecinan,que no son pocas,van a ser fundamentales para el futuro; la reforma a la salud,reforma a la educación,el estatuto de la oposición,llevar a buen término los acuerdos de paz,donde además se eligen los integrantes de las altas cortes,fundamentales para el equilibrio de poderes y claro está, la elección de los representantes de la controlaría y por supuesto la Procuraduría.
El Sr Navarro esta impedido moral y eticamente para aspirar a la presidencia de la republica. Que presentación tiene que una persona con un alto grado de responsabilidad en hechos por los cuales muy seguramente va a ser condenada la nación, llegue a convertirse en Presidente de la Republica, lugar como recuerdo decia mi libro de civica de 3 de primaria, esta reservado para los mejores hijos de la patria y obviamente el Sr. Navarro no entra dentro de esta categoria.
Como lo manifesté en un comentario anterior y unicamente por el tema de la paz que es sustancial, "Si la izquierda colombiana fuera sensata y en el supuesto de que SANTOS se lanzara a la reeelección, en este momento de campaña y en las elecciones venideras apoyaría al actual Presidente. Pese a que SANTOS no es, nunca ha sido un personaje de izquierda y en él como en ningún otro está representado el establecimiento."
De nuevo, quienes estarán enfrentados en la próxima contienda electoral y en un ambiente político caldeado y polarizado son los partidarios de llegar a un acuerdo con las FARC en cabeza de SANTOS y quienes consideran que las negociaciones habidas en Cuba durante un año constituyen un error, no debieron hacerse y que a los "terroristas" se les está dando un absurdo reconocimiento político. Por eso, probablemente NAVARRO está pensando en que no es presentable su candidatura en el próximo debate electoral a sabiendas de que nunca en Colombia las tercerías han tomado fuerza como para competirle a los candidatos de algún modo provenientes de los partidos tradicionales y defensores a ultranza de los privilegios de las élites dominantes.