El discurso de Iván Márquez ayer en la instalación de los diálogos de paz fue un discurso netamente marxista pero en todo caso muy diferente al discurso que no echó Tirofijo cuando le dejó la silla vacía a Pastrana en el Caguán. Las Farc quieren discutir en la mesa los ejes de la Prosperidad Democrática de Santos, exactamente de lo que el Gobierno no quisiera hablar.
Siguiendo la receta marxista de agudizar las contradicciones entre el “gran capital” y el "movimiento social", el discurso del segundo hombre de las Farc arremetió contra la minería, la agroindustria y el TLC: las locomotoras sobre las que Santos ha dicho que quiere llevar al país a globalizarse.
Es un discurso que no dista mucho del de la izquierda tradicional y que le puede granjear la simpatía de sectores de colombianos que jamás se han sentido representados por ellos pero tampoco por el gobierno y que cada vez se están haciendo sentir más. Así, las Farc deja atrás su discurso agrarista (los marranos robados de los que habló Tirofijo), se sube en el bus de las movilizaciones sociales que se han venido gestando en los últimos años y se arroga la vocería de la protesta social con el riesgo de que la estigmaticen más. Así lo demuestra este mapa:
Ver Mapa de la nueva agenda Farc en un mapa más grande
El efecto sobre la mesa
Humberto de La Calle, jefe del equipo negociador del Gobierno, respondió inmediatamente al discurso de Márquez diciendo en la rueda de prensa que “ni el modelo económico, ni la doctrina militar ni la inversión extranjera están en discusión. La mesa se limitará sólo a los temas que están en la agenda. Las ideas que quieran ventilar las Farc les corresponden y una vez acabe el conflicto tendrán que hacerlo sin armas”.
Sin embargo, a juzgar por el discurso de Márquez, las Farc consideran que la discusión del desarrollo rural –que es el primer punto de la agenda- equivale a discutir el uso del suelo.
Las Farc sabe que el modelo tradicionalmente agrícola que ha existido en Colombia está en un punto de inflexión y que el país va en camino de convertirse en un país minero y agroindustrial jalonado por las inversiones de las multinacionales. Es el futuro que le espera a este país en los próximos 40 años y lo que indica el discurso del Secretariado es que ellos quieren incidir en ese futuro.
La verdadera discusión es en qué momento tendrán esa incidencia. Si en la segunda fase, antes de aceptar dejar las armas, como al parecer quisiera Márquez. O en la fase de implementación cuando ya se haya firmado la Paz, que es como el Gobierno interpreta el Acuerdo Marco. Probablemente, los negociadores encontrarán un punto intermedio.
Lo que sí muestra el abismo –¿quizá insuperable?- entre el Gobierno y las Farc es que en el discurso de ayer el Secretariado haya negado a sus víctimas y se haya igualado con ellas. Que hayan dicho que la guerrilla es una víctima más que no tiene ninguna obligación de verdad, ni de justicia ni de reparación frente a ellas. Que la guerrilla haga un mínimo reconocimiento del dolor causado sí debería ser un requisito mínimo para sentarse a hablar de paz con seriedad.
Al igual que la poetisa de los encantos, capté el error del inicio del escrito. En esencia, más no en la apariencia, las FARC no son marxistas. Nunca lo han sido. Y el discurso de instalación de la mesa de negociaciones entre el gobierno y las FARC que pronunció IVÁN MÁRQUEZ tampoco lo es. No importa que sea radical y diga verdades reconocidas y existentes, aunque no develadas. No se han develado para convertirlas en fuerza de opinión, porque las estructuras empresariales y el Estado han vuelto a convertir el marxismo en un fantasma al igual que en 1848.
En Colombia nunca han habido estructuras organizativas que asimilen cientificamente el marxismo, aunque muchos grupos se autoproclamen como tal.
El marxismo es la única ideología-ciencia, una poderosa herramienta teórica de analisis, de adecuada interpretación de la realidad y de aplicación. LENIN dijo que no es un dogma, sino una guía para la acción.
1948
Las FARC antes de hablar de una agenda deben reconocer que ellos despojaron de tierras a los campesinos como lo hicieran los paras y el gobierno debe reconocer sus pecados al querer acabar con la unidad agrícola familiar para darles grandes extensiones de tierra a las transnacionales y a familias prestantes como lo fue el programa AIS y su segunda parte hoy en dia con los subsidios que le dieron a 10 familias floricultoras por 35 mil millones de pesos, ademas para no olvidar que la restitución de tierras hasta el sol de hoy es un fracaso http://www.youtube.com/watch?v=fvliXvvVe9g los temas sociales deben ser dialogados con los sectores sociales y no con la subversión. Pero lo primero que se les debe decir que los agricultores no los representa la SAC a los ganaderos tampoco FEDEGAN y mucho menos a los empresarios la ANDI el 90% de las personas que se dedican a estas actividades no estan agremiadas en ellas el pequeño productor, microempresario y campesino.
Ve, el primer comentario medio coherente que un le lee a usted. Sorprende que no esté alineado con las FARC porque sus discursitos son del mismo talante que los de esos cínicos, en fin, la derecha y la izquierda deben ser exterminadas, hay que ser libres, ambas nos han fastidiado por más de 50 años...
Uhhh..... creo que una leidita a las obras de Marx, al menos al manifiesto, que es cortito y facil de leer estaría bien para diferenciar entre los postulados historico- estructurales del marxismo y el discurso mas tirado a la socialdemocracia de Ivan Marquez; lo que pasa es que en un pais tan de derecha, hasta las ideas liberales parecen RADICALES; y sino que hable la tumba de Gaitan, la de Rafael Uribe Uribe y hasta la del mismo Marulanda un campesino liberal con amigos comunistas... Es que las ideas faciles del liberalismo dan para decir esas cosas en artículos como estos, por lo fáciles y por lo ligeras, no vaya a ser que dejen de ser "ligth" y caigan mal...
El liberalismo colombiano quedo en manos de Hector Riveros y en la unidad nacional defendiendo esto: http://www.youtube.com/watch?v=Lzyca5QMTGI
la columna pide seriedad con el gobierno del sanguinario Juan Manuel Santos. Pues bien, Iván Márquez se lo dijo muy serio: las FARC no van a negociar las demandas del pueblo, ni van a la cárcel por combatir al Estado. Lo toman o lo dejan
El discurso de las FARC está bien elaborado y es de connotaciones profundas.
Las estigmatizaciones, los señalamientos y la violenta censura de las opiniones contrarias al orden político, económico y social establecido cohibe la libertad de expresión e impide que alguien en su sano juicio se atreva a digitar frases como ésta.
Dice CARLOS BULA CAMACHO, dirigente del POLO que el discurso del gobierno fue formal y burocrático.
El discurso de IVÁN MÁRQUEZ es prepotente y autosuficiente y cree él contar con la verdad absoluta que pretende legitimar atribuyéndose la representación del pueblo. Algo bastante problemático que evade el hecho real, objetivo y comprobable de que las FARC no cuentan con el respaldo de la población. Hay en el fondo un problema de tipo ético, de contradicción entre lo que se dice y lo que se hace.
El problema que enfrenta Santos es que con ese discurso, las farc están apuntando más que otros al meollo del problema del desarrollo colombiano: la productividad de la tierra, base para el despegue hacia al construcción de la estructura económica. Esto puede ser algo insignificante para quien opina al vaivén de los acontecimietnos, pero eso no cambia la pertinencia de la discusión. Es un problema para Santos y la élite porque en el largo plazo la opinión irá corrigiendo la percepción de la realidad, que en el corto plazo es pura pasión política. el otro aspecto es que la discusión sobre la tierra obligaría a sentar en la mesa a mancuso, los ganaderos y a uribe. Si así sucede, todo terminará en una constituyente, si es que termina bien.
Bueno, pero qué esperaban, ¿que las FARC llegaran hablando como el Puro centro democrático? (sic)
Más allá de buscar sobre-interpretar lo que son unas declaraciones preliminares, mediáticas y a destiempo por parte de las Farc, como ya lo han mencionado muchos, vale reconocer que La Silla es de los pocos medios que las publica completas y hace un análisis del intento político de articulación con movimientos sociales y de la apuesta contra algunas formas de desarrollo a las que apuesta el gobierno. Creo que es buen tiempo de que los medios analizen sí su rol de formadores de opinión pública permite un análisis más profundo de los temas a los que aluden las Farc, además de advertir sobre los que eluden y sobre sus imprecisiones y contenido ideológico. Por ejemplo, considero que es poco el periodismo investigativo sobre la altillanura, uno de los temas tocados por ellos (si bien de manera amañada). A la vez que hay que reconocer otros casos cuando si se han abierto temas controversiales a la opinion publica si se les ha quitado plataforma política a las FARC.
Orwelliano, el título hace referencia al nombre de la política económica de Juan Manuel Santos, no a los resultados de la misma.
no soy ni un usuario asiduo ni convencido de La Silla, se que es un medio nuevo y alternativo con todas las limitantes que eso implica, como tambien las tienen los medios tradicionales. Como lector no pido el nivel de periodismo que se encuentra en el primer mundo, el que tambien tiene sus limitaciones por cierto, y entiendo perfectamente la necesidad del gobierno de mantener la discusion de ciertos temas por fuera de la discusion mediatica. Sé que esta plataforma permite comentarios, que ud. tambien usa, y que estos sirven para que los usuarios le indiquen a los periodistas sus inquietudes. Es posible que en algunos casos estos respondan y se genere una discusion valiosa o una elaboracion sobre temas que no se darian de otra manera. Pero claro, no soy demasiado optimista acerca del valor de este mecanismo para generar cambio social ni analisis profundos.
"La presente entrada periodística, con la barrabasada de que es "el discurso" el que agudiza contradicciones objetivas, y que es netamente "marxista" hablar en términos socialdemócratas, con posturas políticas claramente moderadas en las cuales se habla simplemente de "democracia profunda"....es un ejemplo de ello"
Como bien lo han expuesto ud., Kathy y juan manuel rodríguez cárdenas, el discurso de las Farc no es Marxista. Esto, al no adecuarse científicamente a el mismo. En mi opinión, lo dicho por ellos no es socialdemócrata. ¿Qué es lo dicho por ellos?
¿Será la posición de la Marcha Patriótica socialdemócrata?
la pesadumbre del periodismo en Colombia, lo que dicen unos, lo repiten los demás....quién de la silla vacía está en Oslo??....NADIE!!....entonces....es la repetición de la repetidera.
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