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Gustavo Petro es el creador del movimiento Progresistas que sacó ocho concejales en Bogotá. |
Hace un año y medio, en su discurso de victoria cuando acababa de ganar la Alcaldía de Bogotá, Gustavo Petro prometió que su movimiento Progresistas se convertiría en un movimiento nacional para construir “una Colombia más democrática” que trascendería la capital. Ya casi le toca cumplir esa promesa y todo indica que necesitará de un esfuerzo quijotesco para alcanzar el umbral de votos que exige la ley, en momentos en los que le quieren revocar el mandato.
En 2014, año en el que se elegirán Congreso y Presidente, Petro y sus progresistas tendrán esa primera gran prueba de fuego pues por el momento todo indica que lanzarán lista al Legislativo y buscarán alianzas para las presidenciales. Por el camino tendrán que vérselas nada menos que con el umbral del 3 por ciento del total de votos a Senado, requisito para tener personería jurídica. Es decir, para existir, dar avales y recibir financiación estatal necesitarán alrededor de 450 mil votos.
Es el mismo dolor de cabeza que, como contó La Silla, tiene padeciendo a todos los partidos pequeños y preocupados por el riesgo de desaparecer. Con sus particularidades: Progresistas es un movimiento nuevo que aún no cuenta con representación oficial en el Congreso, lo que en principio significa que la tendrá más dura que los partidos pequeños que ya se han medido en este tipo de elecciones. Además, es un movimiento cuyo éxito o fracaso depende básicamente de la gestión que logre Petro en la Alcaldía. Y esa gestión, hasta ahora, ha sido muy cuestionada, como lo evidencia el intento de revocatoria que hay en su contra.
¿Cómo se la jugarán los progresistas para sobrevivir al 2014? La Silla consultó a varios líderes del progresismo que nos contaron que -si no hay reforma política que reduzca el umbral o autorice listas al Congreso por coalición, lo que a estas alturas parece poco probable- el movimiento presentará su lista de candidatos por firmas. Es decir, a nombre de un grupo significativo de ciudadanos lo que permitirá a los congresistas del Polo disidentes presentarse sin problemas de doble militancia con los progresistas.
Esos congresistas son Jorge Guevara, Luis Carlos Avellaneda y Camilo Romero, y también estará en la lista la parlamentaria andina petrista Gloria Flórez.

Foto: Juan Pablo Pino

Foto: Juan Pablo Pino

Foto: Juan Pablo Pino


Foto: Juan Pablo Pino

Foto: Juan Pablo Pino
Sin que sea un dato definitivo aún, en la lista al Senado también podrían estar el concejal Carlos Vicente de Roux, el subsecretario de Salud Aldo Cadena (quien fue candidato del Polo al Senado en las pasadas legislativas y sacó 8.400 votos) e incluso se han mencionado los nombres del exalcalde de Cali Jorge Iván Ospina y el del director del Canal Capital Hollman Morris. Ninguno ha confirmado su candidatura. De hecho, los funcionarios que quieran aspirar (en los casos de Morris y de Cadena) sólo podrían lanzarse a la Cámara y por un departamento distinto al que trabajan actualmente. Esto porque tienen una inhabilidad para lanzarse a cualquier cargo de elección popular en la circunscripción en la que están ejecutando recursos públicos. Eso incluye que no pueden lanzarse ya al Senado, que tiene circunscripción nacional.
Progresistas está buscando sus otros candidatos al Congreso en los departamentos en los que Petro obtuvo buena votación en las pasadas presidenciales (Sucre, Córdoba, Cesar, Putumayo, Bolívar, Atlántico, y Magdalena) y entre algunos miembros del movimiento Pedimos la Palabra, la ASI y hasta con simpatizantes del gobernador Sergio Fajardo quieren acercamientos.
El arquitecto de toda la estrategia progresista es, por encargo del alcalde Petro, Antonio Navarro, quien quedó con la misión de organizar el Movimiento desde que renunció a su cargo en la Alcaldía como Secretario de Gobierno.
El exgobernador de Nariño, Navarro, es quizás la carta más fuerte del progresismo en este momento. A Navarro los senadores Guevara y Avellaneda lo quieren como cabeza de lista al Congreso, pero ambos también lo ven como el único presidenciable. Incluso el secretario de Salud de Bogotá, Guillermo Alfonso Jaramillo, cree que podría ser una buena carta para la Alcaldía de la capital una vez termine Petro su período.
Por cierto, el nombre de Jaramillo ha sonado insistentemente en los corrillos como el de un posible candidato al Congreso por progresistas. Incluso se le ha visto visitando mucho últimamente el Tolima, lo que hizo pensar a algunos que se encontraba en campaña a la Cámara, pero el funcionario lo negó tajantemente: “No voy a renunciar a mi cargo para ser candidato ni estoy en campaña de nada”, le dijo a La Silla.
Navarro no ha decidido nada sobre una eventual candidatura suya, por lo que por ahora -sumados los votos de los congresistas disidentes del Polo, de la parlamentaria andina y hasta los 35 mil que sacó al Concejo Carlos Vicente de Roux- los progresistas podrían contar con alrededor de 200 mil votos. Una cifra que dista mucho de los 450 mil que se necesitan para pasar el umbral.
Pero además hay que tener en cuenta que el cálculo no es científico y que ningún candidato saca necesariamente el mismo número de votos de elección en elección, mucho menos al pasar de un partido a otro, o a un movimiento, como es este caso.
Como si fuera poco, uno de los congresistas con votos, Camilo Romero, se ha venido distanciando del progresismo de un tiempo para acá. Romero montó su propio movimiento llamado Nueva Ciudadanía y con él adelanta su propuesta de revocatoria al Congreso. El senador nariñense se apartó del progresismo, por ejemplo, cuando Avellaneda y Guevara apoyaron a Roy Barreras para la Presidencia del Congreso. Él le dijo a La Silla que eso no significa que no se vaya a lanzar por firmas con Progresistas, pero sí advirtió que antes debe concretarse una alianza entre Progresistas y Nueva Ciudadanía. Mejor dicho, sus 44.484 votos tampoco están asegurados.
Ante este panorama, el senador Avellaneda está un poco pesimista. “Veo difícil que alcancemos el umbral”, le dijo a La Silla. Sin embargo, añadió que está confiado en que se alcance a aprobar un proyecto que autorice la presentación de listas al Congreso por coalición de partidos. Eso permitiría a los progresistas hacer alianzas con el Partido Verde, con el Polo o con la Marcha Patriótica.
Es poco probable, sin embargo, que se cumpla el deseo de Avellaneda porque a los partidos grandes, como La U o los liberales, no les interesa hacer esta reforma y el ministro del Interior, Fernando Carrillo, ya ha dicho que no cambiarán las reglas electorales a última hora.
Así las cosas, los progresistas buscarán los votos que les hacen falta en el corazón del petrismo, entre los ciudadanos que se han visto beneficiados con las políticas de la Alcaldía de Bogotá. Buscarán los votos entre los más pobres.
El senador Guevara se lo explicó así a La Silla: “El subsidio al agua que dio Petro está beneficiando a tres millones y medio de personas, que son 650 mil familias. Muchas señoras del aseo, por ejemplo, se han visto beneficiadas además con la rebaja en Transmilenio. Y ¿cuántos menos favorecidos más se alegrarán por la reducción en la tarifa de las basuras que comienza a regir en mayo?”.
Guevara agregó que a fines de mes los progresistas lanzarán su movimiento y comenzarán la recolección de las firmas. Aún no se ha definido si irán con lista abierta o cerrada.
Así son las cuentas progresistas. Pero aún si los beneficiarios de las políticas de Petro le son totalmente fieles eso no se traduce automáticamente en un respaldo a la lista de Progresistas. La foto del Alcalde no estará en el tarjetón y él tampoco podrá hacer política abiertamente. Le pasará un poco lo que a Uribe, que no necesariamente su popularidad en algunos sectores es transferible a otros candidatos.
En general, es un difícil panorama, máxime cuando la energía en el corto plazo estará puesta en garantizar que la revocatoria de Petro propuesta por el representante Miguel Gómez no tenga éxito. En el improbable caso de que ésta tenga eco en la ciudadanía se le podría terminar de enredar la madeja al naciente movimiento que, en palabras de su creador, aspira a tener carácter nacional.
Este artículo en lugar de aclarar lo que hace es confundir. Para empezar sería bueno aclarar que Progresistas no es, ni nunca ha sido, un partido político. Por lo tanto en Progresistas no deberían estar preocupados por perder una personería jurídica porque no la tienen. Por otro lado si es posible presentar candidatos al congreso por firmas 8como lo dice el artículo) no veo cual es la preocupación de progresistas, ya que en ese caso no se requiere pasar un umbral, no?. En lugar de tenerla difícil la tendrían más fácil que los partidos. Finalmente, de Petro y de Navarro la idea que yo he escuchado es la de hacer coaliciones, alianzas (por ejemplo lo de "pido la palabra" de Navarro) y no de convertir a Progresistas en un partido. Lo que Petro quiere que se expandan son sus ideas, movimientos ciudadanos más que papeles o personerías jurídicas. A mi lo que me parece ahora es que en LSV simplemente no han podido entender a Petro, y como digo el artículo en lugar de aclarar confunde.
Lo mejor para los partidos de izquierda es unirse en una sola colectividad si quieren sobrevivir a las elecciones del 2014.
Mi compadre Petro y su movimiento la tienen muuna y dificil, pero en política todo es posible, una alianza de la izquierda en Colombia (progresistas, La marcha, Polo), desvatarían a la unidad nacional desquebrajada como está, a mi querida laura se le olvido Ivan Cepeda, que en momentos se distancia un poco del Polo, y le coquetea a Progresistas y a la Marcha, esperemos que esto cuage porque como díaria el difunto Chavez, el destino histórico de America latina es la izquierd democrática, algo asi dijo, no me acuerdo bien.
JorgeM: ¿de verdad piensa que Santos no debe marchar con Piedad?.
Todos los colombianos queremos la paz y sí Santos logra la paz, Piedad recupera sus derechos políticos y será la presidenta de ésta Colombia conservadora,atrazada,corrupta y hasta narcoparamafíosa.
Aquí en Marcha esperamos a esos desleales Progresistas y a los quedan del Polo,no les quede la menor duda.
Marcha es otra izquierda vendida al santismo, o acaso no va a la marcha el 9 de abril disque por la paz de colombia sabiendo que eso tiene un objetivo político y es la reelección de santos...
!Vamos Progresistas, fuerza por Colombia! Nuestro pais y Chile son las unicas naciones que no han despertado aun en Suramerica. Petro y su politica no tienen por que tener miedo de nada, el pueblo tiene puestas sus esperanzas en ustedes.
¿Acaso está inspirado en los últimos acontecimientos en Venezuela como para darle ese mote tan "mesiánico" a Petro? Que por cierto a él le encantaría algo así. Así ni siquiera como movimiento tenga estructura, está tratando de construir la movilización de las masas desde una construcción populista y en torno a su figura, digamos, polémica.
La gestión de Petro en la alcaldía ha sido muy complicada, por lo cual creo que le va a restar votos, teniendo en cuenta que Progresistas está muy personalizado en el Alcalde, la baja en tarifas no es suficiente para cambiar pesimismo y desencanto que ronda en votantes de Petro de elecciones anteriores.
La pelea sera entre Progresistas y los del Polo por la rebaja en las tarifas de agua, no olvidemos que fue Clara López (del Polo) quien firmo el acuerdo para la rebaja como alcaldesa encargada.
Tampoco olvidemos que desde la administración de Lucho Garzón (del Polo) se estableció la rebaja en la tarifa del agua por parte de la CRA y que era mayor a la obtenida en esta administración.
El populismo se tomó la empresa pública para jugar al voto por limosna y no al orden administrativo y eficiencia como medio efectivo de rebajas verdaderas.
Los casos de los senadores AVELLANEDA y JORGE GUEVARA son bien distintos. Antes de fundar la Unidad Democrática, LUIS CARLOS AVELLANEDA TARAZONA al tiempo que servía como asesor jurídico de FECODE, militaba en el PARTIDO COMUNISTA, organización ésta que ha sido el criadero de todos los sobresalientes personajes disidentes. Basta mencionar a LUIS EDUARDO GARZÓN, ANGELINO GARZÓN, WILSON BORJA y muchos otros. AVELLANEDA a expensas de los cientos o miles de demandas de los maestros contra el Estado ha logrado acumular un capital no despreciable. Su inflencia, al igual que la de GUEVARA se mantiene entre los maestros estatales.
GUEVARA quien durante largo tiempo trabajó al lado de JAIME DUSSAN supo formar su rancho aparte y a hacerse con gran parte del electorado que el opita y flamante ex-Presidente de FECODE mantenía.
Los tres personajes ingresaron al POLO en búsqueda de réditos electorales para lo cual han replicado a la perfección el clientelismo existente en los partidos tradicionale
PROGRESISTAS es una iniciativa con un nítido sello personal y caudillista propuesta por GUSTAVO PETRO. No tiene lo característico de un partido: línea ideológica y política; estructura organizacional; programa y Estatutos. Para debate es el punto que ese esquema clásico o marxista en América Latina dista mucho de tener efectiva aplicación. Hipótesis que se corroboraría, por ejemplo, con el evidente hecho de que antes que partidos están las figuras de BOLÍVAR, MARTÍ, FIDEL CASTRO, HUGO CHAVEZ y otros importantes líderes cuya influencia pulveriza las estructuras partidarias tal vez válidas en Asia y Europa.
NAVARRO ya ha incursionado todas las posibilidades electorales. Así que no le veo probabilidad alguna de reencauche; PETRO, con el fracaso de su gestión administrativa en Bogotá a no ser que algo extraordinario ocurra, cierra de ese modo el ciclo de credibilidad que hasta hace poco venía en ascenso. Lo que fracasó fue la propuesta de democracia del M-19.
Ahora es necesario actualizar la nota con la noticia que se confirmó la destitución de Guillermo Asprilla por parte de la Procuraduría.
¿Será que condiciones netamente populistas como la rebaja en tarifas de Bogotá servirá para lograr alcanzar un umbral a nivel nacional? Considero que no es así, pues inclusive en zonas de estratos 1 y 2, como la Perseverancia, no ha llegado el servicio y en época electoral es posible que otros políticos, de cualquier tendencia, se acerquen más a los intereses electorales de la población vulnerable.
Un muy hipótetico "tal vez" sería que Navarro aceptase irse como cabeza de lista, y se incluyan figuras como De Roux para el Senado. Claro, saber cómo podrán mantenerse en la alcaldía de Bogotá es algo que dificulta los cálculos políticos que llegasen a tener.
Y aun cuando se piense en alianzas, dentro del PDA desprecian a Petro por "vendido al neoliberalismo" y los Verdes, la línea peñalosista, también, porque es muy "izquierdoso".