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En los 20 municipios con mayor riesgo para la implementación de los eventuales acuerdos de paz en La Habana estas elecciones no cambiarán aparentemente mayor cosa: seguirán siendo gobernados por alcaldes que vienen de la política tradicional. Sin embargo, en algunas regiones habrá una puja entre los candidatos tradicionales (que hoy pintan más fuertes) y candidatos que tienen apoyo de los grupos ilegales que, al final, seguramente pactarán con el que gane.
"La puja será entre lo viejo que no ha desaparecido y lo nuevo que aún no aparece", dice una fuente que está analizando el tema desde el terreno pero que no puede revelar su nombre por su trabajo.
“Las Farc van a ser determinantes en el juego de la política territorial (...) van a negociar la burocracia para hacer acuerdos políticos”, dice un líder afro del municipio de Magüi Payán (Nariño), donde dos semanas antes de las elecciones de 2011 fue asesinado Luis Marinez, candidato a la alcaldía que igual ganó.
Magüi es uno de los 20 municipios que la Fundación Paz y Reconciliación, Pares, catalogó como de mayor riesgo para la ejecución de los acuerdos de La Habana en un eventual posconflicto, y que La Silla estudió para ver quienes se están disputando las alcaldías.
Tras organizarlos por regiones, encontramos que, por lo general, hay fenómenos de violencia y tendencias políticas que se parecen entre sí en cada región y que definirán la contienda. En todas ellas, además de las Farc, hay alta presencia de otros grupos armados como bandas criminales y ELN. Los tres están interviniendo de forma similar: dejar a los candidatos hacer campaña a cambio de lograr acuerdos políticos con los más opcionados para quedarse con el poder local, y sin poner candidatos propios.
Tumaco es el municipio con más cultivos de coca de todo el país, y además sirve de corredor estratégico para organizaciones criminales, pues es -al mismo tiempo- puerto de embarque, frontera y centro de tráfico de insumos químicos para la producción de cocaína. Y, aunque hay presencia de Bacrim, las Farc son más poderosas, especialmente su columna móvil Daniel Aldana.
Ese poder se ha notado en que, en un municipio que el año pasado tuvo la tasa de homicidios más alta del país (75 por cada 100 mil habitantes), además fue víctima de dos grandes atentados de la Daniel Aldana en medio de los dos ceses unilaterales que anunció las Farc este año: la voladura del oleoducto Trasandino en junio y el asesinato del líder afro,Genaro García.
De cara a las elecciones de octubre, seguramente Tumaco verá una sucesión entre caciques tradicionales, y no candidatos bolivarianos. La disputa por el puerto está hoy entre tres poderosos que se han controlado el poder local desde la caída del Clan Escrucería: el dos veces alcalde Nilo del Castillo y el actual Representante a la Cámara por el partido Liberal, Neftalí Correa. Aunque llegaron juntos al poder (Neftalí fue alcalde entre 2007 y 2011 respaldado por el nilismo), hoy cada uno tiene un candidato.
Neftalí Correa (quien se independizó de Nilo) y después llegó a la Cámara con el apoyo de los hermanos Merheg, cuyo barón, el ex senador Habib Merheg, tiene una orden de captura por parapolítica y está fugado en el Líbano, tiene una candidata propia. Se trata de su ex secretaria general en esa Alcaldía, Emilsen Ángulo.
El candidato de del Castillo es Diego Angulo, ex asesor de la ex senadora Piedad Córdoba y quien el año pasado fue candidato a la Cámara por la circunscripción afro con el apoyo de Marcha Patriótica. Angulo cuenta además con el apoyo del dos veces candidato a la Alcaldía de Tumaco, Eber Castillo, que tiene muy buena aceptación entre los pescadores y los pobladores de las zonas rurales del municipio.
El tercer candidato que pinta fuerte es el que está respaldado por el actual Alcalde de Tumaco, Víctor Arnulfo Gallo, que también fue elegido hace cuatro años con el apoyo del representante Correa y ahora montó toldo aparte. Se trata de su ex secretario de Planeación, Julio Cesar Rivera, que aspiró a la Asamblea en el 2011 con el aval del MIO.
Ellos están haciendo campaña en las veredas más apartadas al casco urbano, lo que implica, según cuatro fuentes que conocen la llanura sur del Pacífico, que habrían logrado un acuerdo con las Farc para que los dejaran entrar.
“Hay preocupación porque no va a haber ningún cambio trascendental. Ninguno va a ser independiente frente a sus apoyos”, le dijo a La Silla una fuente que conoce de cerca la política del puerto nariñense.
El territorio que comprende los municipios de Magüi Payán, Barbacoas y Roberto Payán es uno de los corredores estratégicos de los grupos armados ilegales: los atraviesa el río Patía, que baja de la cordillera central hacia el mar y que cerca a Magüi vuelve a ser navegable. Además, es rico en oro, plata y coltán que han producido una extendida presencia de la minería ilegal (en Barbacoas, según una de las fuentes, operan unas 112 retroexcavadoras ilegales en el río Telembí), y tiene cultivos de coca (hasta el 2013, Barbacoas estaba en el top 10 de los municipios del país con más cultivos según el informe de oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas, Unodc).
Desde hace 30 años, esta zona ha estado en manos de las Farc y el ELN, que la usan para sacar droga por el Pacífico, y las bandas criminales que quedaron tras la desmovilización de los paras: Los Rastrojos, y más recientemente, “Los Gaitanistas”. Todos ellos, según dos fuentes que conocen bien la zona, controlan “milimétricamente” el territorio, incluyendo a quién dejan hacer campaña.
La situación política en Barbacoas es compleja: con la entrada de los Gaitanistas, los homicidios se duplicaron entre 2013 y 2014, pasando de 19 a 35 según registros del Observatorio Social y del Delito de la Gobernación de Nariño. La violencia hizo que el actual alcalde, Ronald Angulo, tuviera que irse a vivir en otro municipio desde donde despacha.
Ahora, esa Alcaldía se la disputan dos candidatos apoyados por poderosos caciques políticos que han consolidado su poder en la región de la llanura del Pacífico nariñense.
Uno es Eder Escobar, que fue candidato hace cuatro años y sacó la segunda votación con el apoyo del entonces alcalde Arnulfo Preciado, cercano a “Los Rastrojos” según la Fundación Arcoiris. Hoy Escobar tiene también el apoyo del Representante a la Cámara liberal Neftalí Correa
Su competidor, que según una de las fuentes tuvo más asistencia al lanzamiento de su campaña por lo que pinta muy fuerte, es el comerciante Adams Rincón, que tiene el apoyo de los senadores Myriam Paredes (conservadora) y Guillermo García Realpe (liberal).
En cambio, en los otros dos municipios de esta región, la pelea está casi ganada por quienes quedaron de segundos en las elecciones de 2011.
En Magüi, se trata de Walter Quiñones, que se enfrentó hace cuatro años al candidato asesinado Luis Marínez, y perdió por 1.300 votos. Después de esa elección, Quiñones fue atacado por la población, que le destruyó su casa acusándolo de haber asesinado a su rival. A pesar de ese rechazo, nunca se logró comprobar su relación con el homicidio y Quiñones repite con el aval verde.
En Roberto Payán según tres fuentes el más opcionado es el liberal Wiesner Rodrigo Ortiz, conocido en el municipio como “Wilcho” y que perdió en 2011 por 800 votos.
La presencia de la guerrilla de las Farc en el norte de la llanura de Nariño hizo que El Charco “quedara en la historia como el pueblo con más desplazamiento en Colombia entre el 2004 y el 2005”, según una fuente consultada por La Silla. Algo similar ocurre en el municipio vecino Olaya Herrera.
Sin embargo, en este último período, esos dos municipios y otros tres que hacen parte de esta región de Nariño, se unieron en un comité político organizado por los actuales alcaldes para presentar proyectos bien armados ante el gobierno departamental y el gobierno nacional, para recibir recurso de regalías u otros que pudieran ayudarlos.
Esta iniciativa, según fuentes consultadas en la región, tuvo buenos resultados entre los habitantes, por lo que los candidatos de los actuales alcaldes son candidatos fuertes para mantener el poder, aunque ellos todavía no se han decidido a apoyar candidatos que podrían hacer la tercería entre los caciques que dominan esta parte del departamento.
En El Charco, los fuertes son el candidato de la senadora Myriam Paredes y derrotado en 2011, Víctor Candelo y , cuenta con el respaldo del ex alcalde del municipio Dagoberto Paredes; y Venancio Romero que ya fue alcalde del municipio. Además de ellos, hay otros siete candidatos en la contienda que no son fuertes individualmente pero que si se unen podrían recibir el respaldo del actual alcalde.
Mientras tanto, en Olaya Herrera, los que pintan más fuertes son tres, también apoyados por caciques políticos poderosos en lo local. Brenier Paredes, que aspira con el aval de Aico. Pablo Rodríguez, con el aval de La U, está apoyado por el ex senador Parmenio Cuéllar; y la ex personera del municipio, Elsa Yaneth Mosquera, cuenta con el apoyo de la senadora conservadora Myriam Paredes y tiene el aval conservador. De nuevo, en el caso de Olaya Herrera, el respaldo del actual alcalde podría ser fundamental para definir la victoria.
Aunque sólo cuatro municipios del Cauca integran la lista de este conteo - dos de la costa pacífica (Guapi y Timbiquí) y dos de la parte montañosa del departamento (El Tambo y Argelia)-, La Silla supo que será el primer departamento entero que será piloto para la implementación de los acuerdos de paz de La Habana.
Este es un departamento estratégico tanto para las Farc como para el Gobierno y donde según una fuente que conoce de cerca el proceso de La Habana en el territorio, “la puja será dura” entre ambos para incidir en las próximas elecciones. “Es obvio que las Farc van a apoyar candidatos y eso va a servir para que surjan señalamientos”, dice una persona que ha trabajado en el Cauca en el plan piloto para la implementación de los acuerdos de La Habana.
Esto, sumado a que también tienen incidencia las bandas criminales que dominan la minería ilegal, sobre todo en el municipio de Timbiquí, y la guerrilla del ELN, muestra un panorama confuso.
Uno de los municipios claves será Guapi. Allí por primera vez se presentaron nueve candidatos a competir por la Alcaldía (en la última sólo participaron tres) a pesar de que el municipio tiene una crisis económica que lo llevó a acogerse a la Ley 550.
La semana pasada uno de esos candidatos fue capturado por la Policía Nacional. Se trata de Marino Grueso, un líder afro de la costa pacífica caucana que estaba aspirando con el aval de la UP. Según medios locales, Grueso y las otras seis personas capturadas están siendo investigadas por la muerte de un policía en el ataque de las Farc a la isla de Gorgona y por otras acciones en Nariño.
Por ahora, los que parecen más fuertes en Guapi son Mary Luz Ante Orobio, que quiso llegar a la Cámara el año pasado por una de las curules afros. Aunque no le fue bien (sacó 388 votos), esa campaña le dio visibilidad para competir por la Alcaldía con el heredero de un viejo cacique del municipio: Danny Eudoxio Prado, que tiene el aval de La U y que viene de una familia fuerte políticamente. Su papá Eudoxio fue alcalde a finales de los 90 y es el dueño de Energuapi, la única empresa de energía del municipio. Además de esa fuerza, a Prado se le podría plegar otro candidato fuerte, Antonio Montaño, ex rector de un colegio y ex secretario de Gobierno de la administración 2008-2011 y que hoy tiene el aval de Asi.
El otro municipio costero es Timbiquí, donde reina la minería ilegal controlada sobre todo por bandas criminales que -según una alta fuente que conoce la región- tienen relación con los narcotraficantes del cártel de Sinaloa de México.
Aquí la pelea será entre José Eliecer Hurtado, el candidato del grupo del Alcalde, Víctor Amu. Hurtado es un docente que tiene el respaldo de los pobladores de las zonas más afectadas por la minería ilegal, cerca a los ríos Timbiquí y Saija y que está avalado por La U. Su contendor es el concejal y comerciante Edison Castro, que tiene apoyo de la parte urbana del municipio donde la presencia de grupos armados no es tan fuerte como en la parte rural. Castro tiene el aval del Partido Conservador y de Cambio Radical. Ninguno de ellos ha recibido apoyo directo hasta ahora de grupos armados ilegales, según una fuente política del municipio consultada por La Silla.
En El Tambo, el cuarto municipio con más cultivos de coca de todo el país según Unodc y donde han estado históricamente el ELN -con la columna Milton Hernández- y los frentes 6, 30 y 70 de las Farc. Ambos grupos guerrilleros, según una fuente que conoce la región, han logrado establecer acuerdos para compartir el territorio y utilizar las mismas vías.
Aunque se conoce que las Farc tienen y el ELN tienen cierto poder electoral en sus zonas de influencia y que en cada elección direccionan votos, actualmente se desconoce cuál va hacer su apuesta.
Entre tanto, los dos candidatos que pintan más fuertes son los mismos que se enfrentaron hace ocho años: el ex alcalde Hugo Ferney Bolaños, avalado por La U y el Partido Conservador, quien como alcalde contrató la construcción de una planta de aguas residuales que costó 400 millones de pesos pero nunca entró en operación. Bolaños es una de las pocas apuestas uribistas en municipios dominados por las Farc, pues fue el año pasado coordinó las campañas del Centro Democrático en el Municipios.
El otro candidato es Celio Urresty, que durante los últimos 20 años ha estado vinculado a las administraciones locales, como secretario de obras públicas, en la Umata y como gerente del acueducto de la zona plana del municipio. Este último puesto es particularmente importante para su aspiración, pues en El Tambo puesto que los presidentes de los acueductos tienen poder político y lo ejercen, de tal suerte que han sido candidatos o tienen su concejal o candidato al concejo, según una fuente que conoce la política local.
El último municipio es Argelia, donde sólo hay dos candidatos disputándose la Alcaldía. Uno de ellos es Jaime Alberto Chalarcá, un conservador que hace cuatro años perdió la contienda con el actual alcalde por sólo 83 votos. El otro es Gildardo Restrepo, un ex concejal que lleva el aval de La U. La Silla no pudo establecer si alguno de ellos tiene apoyos de grupos armados.
Por esta zona pasan los cargamentos de droga que, tras ser producidos en la selva al oriente, van hacia los puertos del Pacífico. En esta región han hecho presencia sobre todo las Farc, no solo para controlar las rutas, amenazar y desplazar masivamente a los habitantes de estos municipios, sino también para definir el curso de elecciones. Una fuente que conoce muy bien la región le dijo a La Silla que en elecciones pasadas, las Farc han prohibido a los pobladores votar por candidatos al Congreso y por eso, quien ha sacado votos aquí, se presume que es porque ha hecho acuerdos con la guerrilla.
La pelea en Cumbitara está entre dos ex alcaldes del municipio. Silvio Rosero, quien está aspirando con el aval de La U, fue alcalde entre 2004 y 2007. Ese último año, Rosero fue una de las 540 personas que salieron desplazadas del municipio tras enfrentamientos entre paramilitares y el frente Mariscal Sucre de las Farc. . Aunque Rosero denunció amenazas contra su vida, según una fuente consultada esa salida se la están cobrando hoy los pobladores, que esperaban que se quedara para enfrentar la grave situación de violencia.
El otro candidato fuerte es el también ex alcalde Jaime Tomás Guevara Rodríguez, que según una de las fuentes consultadas tiene mucho poder y respaldo a nivel local, porque su familia es dueña de varios negocios en la parte baja del municipio y se ganó el respaldo de la comunidad porque impulsó proyectos productivos locales y trabajó en la recuperación de la vía que comunica a Cumbitara con Pasto.
La situación en Samaniego, el municipio que desde enero de 2004 le apostó al Pacto Local por la Paz entre la guerrilla del ELN y los grupos paramilitares que azotaban la región, la pelea también es entre ex alcaldes pero con la incidencia de congresistas con poder local. Y está fuerte.
El que pinta más fuerte es Manuel Cuéllar Benavides, quien tiene dos apoyos: el del ex alcalde Harold Montúfar, que fue quien diseñó y puso en marcha el pacto, y el de su hermano el ex senador Parmenio Cuéllar.
Cuéllar se enfrenta al médico Nilsen Alvear, el candidato del actual alcalde y de una fracción de los conservadores de la estructura del senador Carlos Eduardo Enríquez Maya y el representante Bayardo Gilberto Betancourt, que están divididos frente a apoyarlo a él o a Manuel Cuéllar. También está apoyado por la familia Dorado, que ha puesto los dos últimos alcaldes del municipio.
Y el tercero es Nixon Efraín Andrade, avalado por Asi.
Esta región, en la que están Puerto Asís, La Hormiga y San Miguel, fue blanco de las Farc entre junio y julio de este año, cuando suspendió el cese al fuego unilateral y volaron el oleoducto Trasandino que derramó más de 200 mil galones de combustible. Además, la guerrilla dinamitó la estación de Policía de La Hormiga. Sin embargo, en estas elecciones la guerrilla no se ha hecho sentir con tanta fuerza como las mafias del narcotráfico que están apoyando candidatos en al menos dos municipios del departamento.
El ejemplo más claro es el de Puerto Caicedo, un municipio que no hace parte de este conteo, pero donde cayó en julio cayó un candidato a la Alcaldía que viajaba en una ambulancia cargada con 214 kilos de cocaína desde el Putumayo. Según la Policía, la droga pertenecía a los bloques 32 y 48 de las Farc en asocio con la banda criminal “Los Constru”.
En Puerto Asís, el segundo municipio del país con más hectáreas cultivadas de coca según la Unodc, se estaría presentando una situación similar. Los dos candidatos que están fuertes son Carlos Gonzalo Coral Rivas, hermano del ex alcalde y hoy candidato a la Gobernación, Jorge Coral Rivas, y, el liberal Omar Francisco Guevara que aspiró hace cuatro años pero perdió con la segunda votación en el municipio. Ambos con ruidos por supuestos vínculos con la banda criminal de Los Constru, al mando del capturado Miguel Antonio Bastidas, alias “Gárgola”.
Por el lado de Coral, esos señalamientos vienen del escándalo de su hermano Jorge, del que hay un video reunido con “Gárgola” durante su campaña a esta alcaldía en 2011, y en el que el paramilitar le estaba invirtiendo recursos a su campaña. Aunque Coral ha negado haber recibido dineros y ha dicho que no tiene vínculos con esa banda criminal, los cuestionamientos ahora posan también sobre su hermano que lo quiere reemplazar en esa Alcaldía, avalado por el Polo.
Y por el lado de Guevara, dos fuentes (una política y un analista que conoce la región) le dijeron a La Silla que su campaña también tiene vínculos económicos con “Los Constru”, a través de su segundo al mando, alias “Guaca” que fue asesinado por las Farc hace unas semanas. Sin embargo, La Silla no pudo verificar esa información con más fuentes aunque sí supo que el rumor sobre estos vínculos existe.
En La Hormiga (Valle del Guamuez), no hay mafia presente pero sí pura política tradicional: sus tres candidatos fuertes tienen el respaldo de estructuras políticas también fuertes en el departamento.
Uno de ellos es el sociólogo Luis Fernando Palacios, avalado por Alianza Verde, quien fue secretario de Gobierno y es el candidato del actual alcalde, William Botina.
La segunda es Mayely Martos, quien hace cuatro años quedó de segunda y, aunque aspira por firmas, recibió el apoyo liberal la representante Argenis Velasquez.
Y la última es la bacterióloga Lucy Acosta, que es nueva en la política pero cuenta con el apoyo de una disidencia liberal, encabezada por el ex alcalde Leandro Romo.
Finalmente en San Miguel (La Dorada), dos de los tres candidatos se perfilan como opcionados para quedarse con la Alcaldía. El primero es Régulo Hernán Martínez, segundo hace cuatro años con el aval verde y quien, según una fuente que conoce la región, estaría apoyado por la Mesa de Organizaciones sociales, la Anuc y Marcha Patriótica. El otro que suena es Beyer Peña, quien hace cuatro años quedó de tercero a pesar de que era el candidato del entonces alcalde, Betto Ruperto Benavides.
El único municipio del Bajo Cauca Antioqueño que integra esta lista es Tarazá, donde tuvo su centro de operaciones el Bloque Mineros de las AUC, comandado por Ramiro ‘Cuco’ Vanoy . Ese bloque se financió a través los cultivos de coca que inundan esta región y que se redujeron tras la desmovilización del bloque en el 2006. Sin embargo, según el informe de la Unodc de este año, entre 2013 y 2014 se duplicaron, a la vez que ha crecido la presencia de las bandas criminales que se disputan su control, y entre las que están Los Rastrojos, Las Águilas Negras y más recientemente, los Urabeños, que están influyendo en estas elecciones.
Los Urabeños, según la Policía, son los responsables del asesinato en abril del año pasado del ex alcalde Reinaldo Ángel Posso, tras anunciar que quería volver a aspirar.
Sin Posso, el camino a la Alcaldía volvió a quedar abierto para una candidata cuestionada, que hace cuatro años perdió ante el actual alcalde Héctor Leonidas Giraldo.
Se trata de la liberal Gladys Rebeca Miguel Vides, que en 2011 apareció en publicidad política con el ex alcalde Miguel Ángel Gómez, destituido y preso por corrupción (aunque ya está libre) e investigado por parapolítica . Según el ex jefe paramilitar “Cuco” Vanoy, Gómez era su socio.
De los cuatro candidatos ella es la que pinta más fuerte. Sin embargo, le apareció competencia de Carlos Mario Cuartas, que se lanzó con el aval de La U y, según una fuente de la zona, recogió las banderas de Posso.
La región del Catatumbo donde han hecho presencia histórica las guerrillas del ELN y el EPL, tuvo una de sus épocas más violentas hace unos 20 años con la entrada de las autodefensas que masacró a centenares de personas desde 1999. Además hay muchos cultivos de coca y explotaciones petroleras con rentas que atraen a los actores armados, incluidas las bandas criminales que surgieron tras la desmovilización de los paras. Políticamente, la región que tiene una marcada tendencia conservadora que se desprende de Ocaña pero ha tenido un creciente movimiento de izquierda desde las bases campesinas que protagonizaron un paro agrario a mediados del año pasado.
Sin embargo, ese movimiento llega roto a estas elecciones. Eso se demuestra en que por ejemplo, la actual candidata de la Unión Patriótica a la gobernación del departamento, Judith Maldonado Mojica, haya dicho que tiene el apoyo de sectores del movimiento campesino de Ascamcat y de los indígenas Bari, aunque en ambos haya voces que lo niegan.
Por eso, sin una posibilidad real de sectores independientes, los grupos armados podrían terminar equilibrando la balanza a favor de los políticos tradicionales, como lo han hecho antes.
En Tibú, el tercer municipio del país con más cultivos de coca, la pelea está entre Bernardo Betancur Orozco, que tiene el aval conservador, y Jesús Alberto Escalante, avalado por Asi, que ha sido concejal los últimos dos períodos y también fue subgerente del hospital del municipio.
Betancur fue alcalde de Tibú entre el 2004-2007 por Alas Equipo Colombia y aspiró a la Alcaldía hace cuatro años, a pesar de que un mes antes de las elecciones fue capturado por el CTI y le impusieron detención domiciliaria por nexos los paramilitares del Bloque Centauros al mando de Salvatore Mancuso. De todas formas, perdió las elecciones con la segunda votación (2.875 votos) y ahora vuelve a repetir.
En El Tarra los dos candidatos que están compitiendo por la Alcaldía son fuertes. Uno es el del continuismo de la actual Alcaldía y ex secretario de Desarrollo Comunitario, Yair Díaz Peñaranda. El otro es José de Dios Toro Villegas, quien está avalado por Asi y que ha perdido las dos últimas elecciones y aspira por tercera vez.
Los dos municipios del departamento del Chocó que entraron en la lista son Istmina y Medio Baudó, ambos en la subregión del San Juan. Allí hacen presencia sobre todo dos frentes del ELN y las Bandas Criminales de “Los Rastrojos” y “Los Gaitanistas”, que se disputan la zona para tener el control del corredor del río San Juan que es una de las principales salidas al Pacífico. Y que en estas elecciones jugarán un papel clave para abrirles espacios a los caciques tradicionales que en lo local ya han hecho acuerdos con ellos.
Istmina es la capital del San Juan y la segunda ciudad más importante del departamento. Es una de las ciudades más azotadas la extorsión por parte de los tres grupos (Farc, ELN y bandas criminales), la segunda después de la capital del departamento, Quibdó, según un reporte de la Defensoría del Pueblo del año pasado. Además, es la cuna y el fortín político del parapolítico Edgar Ulises Torres Murillo , representante a la Cámara desde 1994 a 2006 (primero por el Partido Liberal y después por Cambio Radical).
A pesar de que está en la cárcel, dos fuentes que conocen la región aseguran que uno de los candidatos que pinta más fuerte es de su cuerda política. Se trata de Yanier Ulrico Lozano que aspira con el aval conservador.
Sin embargo, la estructura de Torres está dividida pues el actual alcalde del municipio llegó al poder hace cuatro años respaldado por él y ahora tiene un candidato propio que también es fuerte: Yenier Augusto Salazar.
El último que pinta fuerte es Arbey Antonio Pino, que ganó la Alcaldía hace cuatro años pero le anularon su elección tras un año y tres meses en el cargo. Pino es fuerte no sólo porque ya ganó una vez las elecciones sino porque va en llave con el candidato a la Gobernación Domingo Palacios, que pinta como uno de los candidatos más fuertes apoyado por el bloque de políticos tradicionales liberales y por el representante rojo Nilton Córdoba Manyoma.
En el caso del Medio Baudó, los tres candidatos que se inscribieron hace un mes siguen en la pelea por el primer cargo del municipio, luego de que no se logró concretar una alianza entre dos de ellos: Fredy Ramírez Valencia, que tiene el aval Liberal y la estructura del actual alcalde Benjamín Palacios (denunciado por presuntos vínculos con “Los Rastrojos”) y Wilder Potes Murillo, que tiene el aval de La U.
El tercer candidato, que todavía está en la puja porque estos otros dos candidatos no han podido unirse es Silver Palacios Mosquera, apoyado por Cambio Radical.
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Nota de la editora: después de publicada esta historia, cambiamos el texto que hacía referencia al candidato Nixon Andrade en el municipio de Samaniego para corregir una información que hacía referencia a que tenía apoyo de la familia Dorado en el municipio. Su candidatura es independiente. Ofrecemos excusas por el error.
Muy interesante la información presentada. Cabe preguntarse, también, por la capacidad institucional que tendrán o tienen estos municipios para hacerle frente a la implementación de los acuerdos.