Mañana miércoles a las 6 de la tarde en el auditorio del Colegio Americano, los ocho concejales de Bogotá que se eligieron por el movimiento Progresistas del alcalde Gustavo Petro, se tomarán una foto con el candidato que quisieran que los representara a la Alcaldía. Lo curioso es que no es Hollman Morris. No es María Mercedes Maldonado. Y no es Guillermo Alfonso Jaramillo. Es el concejal Carlos Vicente de Roux, que aspira por la Alianza Verde.



Así lo confirmó La Silla con cuatro de esos ocho cabildantes, incluido el que se podría considerar el más de petrista de los ocho: el concejal Yezid García. “Es que nosotros somos de la Alianza Verde”, nos dijo García, en referencia a la fusión Progresistas-Partido Verde que dio origen a la Alianza que no fue aceptada por Petro, a pesar de que escuderos suyos como el fallecido Guillermo Asprilla la acordaron.
Teniendo en cuenta que son tres los precandidatos a la Alcaldía que representan el progresismo que se quedó con Petro cuando nació la Alianza Verde, la bancada progresista del Concejo no tenía la obligación de decidir hacerse la foto con Carlos Vicente. Una movida que marca una clara distancia con su otrora jefe político Petro.
Como si fuera poco, de los 27 ediles que eligió Progresistas hace cuatro años hoy más de 20 están jugados con la Alianza Verde y no con el movimiento de Petro. De ellos, apenas la ultra petrista Gloria Oramas dijo en una carta que no aprobaba la fusión.
También, por estos días, la exalcaldesa local Blanca Inés Durán, ex funcionaria de Petro, decidió que no se presentará al Concejo por el progresismo, como era su deseo, sino por la Alianza Verde. Al no tener credencial como los ocho concejales, ella no tiene la obligación de lanzarse por la Alianza pero La Silla confirmó con una fuente conocedora que la determinación obedece a que en Progresistas “no se ve una organización”.
Sin dirección nacional, sin personería para dar avales y sin una figura fuerte que arme las listas a corporaciones y tome decisiones (el Alcalde por ley no puede participar en política electoral), el progresismo que se quedó con Petro luce como una casa en desorden.
“Tengo mi corazón en el progresismo, pero aquí no hay reglas claras. Y como yo hay muchas personas que queremos aspirar a algún cargo pero ni siquiera tenemos con quién hablar”, le dijo a La Silla una persona del movimiento que prefirió que se omitiera su nombre.
“Allá no se ve una cosa seria, nadie tiene la autoridad para hacer un plan para elecciones, y eso incluye buscar candidaturas a algunas alcaldías y Gobernaciones y hacer las listas a concejos y asambleas. Tampoco hay cómo dar avales y no creo que nadie tenga el ánimo para de nuevo salir a buscar firmas porque eso es un desgaste”, agregó por aparte un concejal progresista que también pidió no ser citado.
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Cuando Petro declaró oficialmente ante el Consejo Nacional Electoral que no hacía parte de la Alianza Verde, a pesar de que compromisarios de su confianza habían liderado la fusión, dejó a sus militantes en un incómodo dilema: quedarse en el petrismo y comenzar desde cero a hacer otro movimiento o irse a la Alianza en donde los arropa una personería jurídica pero ya sin su mentor. En año electoral, muchos ya están empezando a decidir.
Para los que fueron elegidos popularmente, el dilema fue resuelto por el peso de la norma que los obliga a permanecer en el partido que resultó de la fusión. Es por eso que el corazón del progresismo que eligió y gobernó con Petro hoy está en la Alianza: los congresistas Antonio Navarro, Angélica Lozano e Inti Asprilla (hijo de Guillermo Asprilla) y el concejal Carlos Vicente de Roux.
También los excongresistas Luis Carlos Avellaneda y Camilo Romero, quienes no tenían obligación porque no tienen credencial, se quedaron jugados en la Alianza Verde. “Todos los que están aquí están jugados y porque quieren estar, incluso los más petristas”, le dijo a La Silla una fuente que se mueve en las altas esferas de los verdes.
Así las cosas, lo que tiene en concreto y por ahora el progresismo son los tres precandidatos a la Alcaldía (los exfuncionarios del Distrito Hollman Morris, María Mercedes Maldonado y Guillermo Alfonso Jaramillo), que fungen como líderes del movimiento.
Ellos, sin embargo, hasta ahora no han podido decidir la mecánica para elegir a uno de ellos como aspirante oficial.
La semana pasada, Guillermo Alfonso se quejó de supuestos favoritismos de Petro con Morris y anunció que no está dispuesto a medirse en una encuesta, que es el mecanismo que parece más viable teniendo en cuenta que -al no ser partido- no podrían pedir a la Registraduría aval para una consulta.
Cinco fuentes que hacen o han hecho política cerca de Petro coincidieron, todas por aparte, en que el mandatario no tiene ningún favorito y que no ha dado ni dará un guiño porque no es su estilo. “(A los tres precandidatos) les dijo ‘hágale, busque cuadros, haga su trabajo’, pero a ninguno le prometió que habrá ungido”, dijo una de las fuentes desde el corazón del progresismo.
Para algunos, si Petro diera un guiño (lo que en principio no podría hacer sin correr el riesgo de ser acusado de participación en política) facilitaría al menos la selección del aspirante único. “Es que como no se sabe qué quiere Petro, la gente no sabe para dónde quién coger”, le explicó a La Silla otra fuente consultada que quiere aspirar al Concejo.
El precandidato Hollman Morris cree, no obstante, que ese respaldo del mandatario “se gana con trabajo”, por lo que al parecer se siente cómodo sin que haya un favorito. “Lo importante es que aquí estamos generando nuevos liderazgos que respaldan la paz”.
Morris reconoció que el movimiento Progresista no tiene aún definida toda su estrategia con miras a octubre, pero advirtió que se están consultando a las bases y que hay que esperar primero a que se defina lo de la candidatura en Bogotá: “Es mi lectura: primero se elige a ese candidato y ese candidato ayuda a armar las listas. Lo que se ha dicho, repito es mi lectura, es que los dos que no queden, lo respaldan y ayudan a armar la Colombia Humana”.
Y aunque esa aún no es la estrategia oficial, el coordinador nacional del progresismo, llamado Gricerio Perdomo, le dijo a La Silla que la idea sí es “reagrupar el progresismo en todo el país”. El inconveniente es que aún no es claro con qué aval.
Morris detalló que siguen las conversaciones con el partido indígena MAIS, que cuenta con personería jurídica, para concretar la posibilidad de que los progresistas aspiren bajo esa sombrilla.
Las firmas son una posibilidad que en el progresismo no tiene buen recibo, no sólo por el desgaste (como comentó un concejal progresista) sino por el alto costo de las pólizas que hay que pagar al crear un movimiento con ese mecanismo.
Si MAIS acoge al progresismo queda la duda de si sus dirigentes aceptarán cambiarle el nombre al partido y agregarle la palabra “Progresismo”, lo que mantendría viva la identidad del movimiento petrista.
El presidente del MAIS, Rodolfo Vega, le dijo a La Silla que ese asunto todavía está siendo discutido al interior de la colectividad y que aún no hay decisión al respecto.
A mediados del mes que viene, según nos contó Morris, se realizará un gran encuentro progresista en Bogotá con las bases del colectivo para tomar decisiones.
Mientras no haya definiciones, el progresismo seguirá siendo más aspiraciones que partido.
Creo que estas elecciones para la Alcaldía de Bogotá, es la oportunidad que tenemos los bogotanos con sentido de pertenencia para acabar ese bodrio ó esperpento de movimiento llamados "Progresistas" que convirtió a Bogotá en una extensión del "Cartucho" ó el "Bronx". Todo el centro de Bogotá se convirtió en una gigantesca letrina pública, además de todos los indigentes y viciosos deambulando por el centro de la ciudad donde está el centro administrativo del país y vitrina para mostrar a los turistas.
Allí hay mucho ego y pocas nueces. Paradojicamente es la ley la que llama a la razonabilidad a crear partidos y liderazgos colectivos, Petro dijo que votó por Ordoñez para procurador porque reconoce que es necesario trabajar con gente que pinsa diferente (aunque hay acusaciones razonables de que fue por clientelismo, un puesto par Bravo en la procuraduría) si pudo tender puentes para trabajar con el procurador cómo no van a poder unirse con Carlos Vicente de Roux? Al final como van a negar el apoyo a Clara López. En Bogotá antes que de izquierda la gente es independiente y tiene algún criterio de manera que hay como hacer cosas, tanto Holman Morris como Petro son valiosos creo que deben mirar bien no las próximas elecciones locales sino las nacionales, hay un rol para Petro en las presidenciales del 2018 y uno para Holman en el congreso que se elige en esa fecha.
Parece que en LSV ya no leen mis comentarios ni siquiera para corregir los errores (ver comentario de abajo). Apoyar a Carlos Vicente de Roux no tiene ningún problema, el problema es que si hay consulta interna en la Alianza Verde y se mete Peñaolsa y la gana, le tocaría a CVdR y a todo el progresismo de la Alianza Verde apoyar la candidatura de Peñalosa! Se imagina semejante incoherencia? Por eso hay que ir despacio y ver como se van resolviendo las candidaturas.
Progresismo: mucha burocracia, pocas ideas.
Eso si no es cierto, lo que ha ventilado el progresismo es ideas, su problema ha sido de implementación de las mismas, pero en el discurso Bogotá hoy está a la vanguardía de las ideas de urbanismo, los planes estartégicos estan bien sustentados técnicamente y el alcalde agita ideas todo el tiempo. Un pequeño ejemplo la política basura cero va a ser implmementada a nivel nacional.
Sin duda alguna, la academia hace gala en el gabinete de Gustavo Petro, como bien podría decirse de Maria Mercedes Maldonado, Ricardo Bonilla y Gerardo Ardila. Así también era el gobierno de la Unión Soviética, llena de brillantes científicos de la Academia de Ciencias de Moscú, y.... bueno, ya todos sabemos que paso.
Hace tiempiño en un artículo de LSV de Juaneslewin o ABL el Gato se destapó y dijo que la música no era su amiga y que la odiaba y que le hacia daño, que no la soportaba, en fin ,nada que ver con la música.
Yo he repetido hasta la saciedad que El gato da mucha vuelta para explicar algo y que normalmente hace referencias muyyy atávicas, añejas, antiguas que no vienen al caso, SIEMPRE HA SIDO FIEL A SU ESTILO y oh sorpresa, en esta oportunidad el Gato Reconoce a Loro viejo que si es anticuado y le gusta todo lo relacionado.
pd1: cuantos años tendrá Loro viejo, no será que se dan la mano con el Gato y son de la misma cochada?, xq según me dice doña chinda los Loros duran y duran y duran y si además es viejo diaBLOS.
pd2: de acuerdo con la postura de Gmolano.
Petro no ha oficializado un apoyo a alguien, pero si uno se pone a mirar el "comité de aplausos" está haciendo campaña por Hollman Morris. También se puede observar la tendencia de Canal Capital de pasar por su señal eventos en los que está presente su ex-director. Pero de todos modos ya la maquinaria de la izquierda en Bogotá parece haberse ido con Clara López, lo que hace que la candidatura del oficialismo petrista, podrá hacer mucho ruido, pero será irrelevante.
Esa es la dura realidad del movimiento Progresista. Es bueno recordar que Progresistas fue (y sigue siendo) un grupo significativo de ciudadanos, no un partido como se dice acá. Tampoco creo que sea correcto hablar de que Petro “rechazó” o “negó” la fusión Progresistas-Partido Verde; si mal no recuerdo Petro simplemente aclaró que no aprobó ni hizo parte de esa fusión (de hecho no podía serlo, porque era alcalde) lo cual es diferente. En todo caso, más importante que personerías jurídicas o avales son las ideas y el espíritu, y creo que el progresismo eso sigue intacto en ese grupo de ciudadanos así estén en la alianza verde o por fuera buscando qué hacer. Si el objetivo a corto plazo es preservar la Bogotá Humana y a largo plazo crear la Colombia Humana creo que vamos bien y hay que tener paciencia y buscar opciones para estas elecciones. Finamente, creo que faltó entrevistar a María Mercedes Maldonado y Guillermo Jaramillo y el link de “la acordaron” está mal.
Les pasa como al Chavismo o al Uribismo. Si el caudillo muere o se ausenta un ratito se despelotan.Los extremos siempre terminan pareciéndose.
Ese siempre ha sido el problema de los partidos de izquierda, siempre van desunidos. Distinto sucede con la Derecha y la Extrema Derecha, van unidos con un fin, un único propósito, repartir la torta del erario publico entre amigos y familiares. En la Derecha, la ideología queda en el fondo y el interés colectivo, ya mencionado, brilla con luz propia. Por esa razón, ganan siempre. Posdata: Que no vengan los borregos a decir que Moreno y Garzón eran de izquierda, pertenecían a un grupo de izquierda, pero gobernaban como Derecha. Tan es así, que los medios los dejaron gobernar y hasta robar. El Progresismo ha sido la única fuerza política de izquierda ideológicamente coherente y lo prueba la persecución suicida de los medios y colectivos privados.
Aprenda a escribir. No se le entiende nada, acaso era un insulto o un piropo.
¿Entonces el único criterio para determinar la ideología es si los medios lo apoyan o no? ese argumento se cae por sí solo, la izquierda en Bogotá ha gobernado y lo ha hecho de una manera elitista, así no sea una elite tradicional llevan a sus compañeros así no sean los más idóneos para los cargos, y claro esta usan el nepotismo sin igual como Juan Pablo Morris en la junta directiva de la ETB hermano de Hollman y o la Relación de amistad entre el hermano de Diego Bravo y el Magistrado que fallo a favor de Petro.
La izquierda en Colombia es tan caudillista como la derecha. Cuando llegan al poder, hacen lo que les da la gana sin que el partido audite ni controle. Así sucedió con Garzón y con los Moreno. El elefante entró y robó, y ni Clarita ni Robledo ni los demás lo vieron. Llevamos décadas viendo las mismas caras. No hay renovación, no hay promoción, no hay evolución. Con esa izquierda tan retardataria, estamos jodidos.