La propuesta del Alcalde Enrique Peñalosa de urbanizar el norte de Bogotá, y construir más del 90 por ciento de la Reserva Thomas Van der Hammen no es nueva. Hace 16 años, el Alcalde quiso hacer lo mismo con los mismos argumentos. Tampoco es nueva la propuesta que Peñalosa está presentando para urbanizarla. Es la misma que presentaron hace cinco años los propietarios de los terrenos que se ven afectados por la declaración de la Reserva Van der Hammen al Distrito cuyo interés es vender –y a buen precio- sus terrenos.
En el 2000, una parte de los dueños de los 385 predios que son parte de reserva Van der Hammen comenzaron a organizarse. Lo hicieron tras la decisión del ministro Juan Mayr de aceptar los argumentos del panel de expertos –entre los que estaban ambientalistas y urbanistas de renombre como el ex ministro Manuel Rodríguez Becerra y Julio Carrizosa– y ordenarle a la CAR que delimitara la reserva.
Antes de junio del 2011, cuando la CAR finalmente declaró la reserva, una de las mayores organizaciones de propietarios, Asodesco, le presentó al Distrito su propia propuesta para impedir que todos los predios que están allí quedaran cubiertos por la esa decisión.
Con ella buscaban evitar que los predios perdieran valor comercial, como en efecto ocurrió, porque sus usos quedaron restringidos a la preservación y la conservación, y no se pueden hacer construcciones nuevas.
La propuesta consistía en que en lugar de que la CAR declarara reserva forestal las 1.394 hectáreas de la franja que va desde el río Bogotá hasta los cerros orientales con un ancho de unos 800 metros, se protegieran sólo unos ‘corredores ecológicos’ mucho más delgados y específicos.
Estos ‘corredores’ servirían para conectar los puntos de ‘importancia ambiental’, según ellos. Es decir, el río Bogotá, los humedales de Torca-Guaymaral y la Conejera, el cerro de La Conejera, el bosque de las Mercedes ,y finalmente, los cerros. Así, dejarían libre un espacio amplio entre corredor y corredor para que en medio de ellos se pudiera usar la tierra para, por ejemplo, construir.
“Los puntos de importancia son muy pequeños, un siete por ciento, y hay que cuidarlos. Pero no se compadecen con la realidad. [Por eso] no tiene por qué afectarse tan seriamente el 90 y pico restante”, le dijo a La Silla Fernando Amaya, presidente de Asodesco.
Según Amaya, la propuesta se sustenta en unos estudios que contrató la CAR antes de declarar la reserva.
Son tres de los al menos seis que contrató y tuvo en cuenta la CAR no sólo para delimitar la reserva sino también para expedir el plan de manejo en el 2014: uno realizado por el arquitecto Gustavo Perry en el 2002, otro hecho por el Instituto Humboldt en el 2005 y otro más hecho por la consultora Planeación Ecológica.
Los tres -según Amaya- muestran que hay sectores específicos que son más vulnerables e importantes para garantizar la conectividad ambiental entre los cerros y el río a través de los humedales.
La Silla supo que el urbanista que acompañó a los propietarios para la elaboración de esa propuesta es el mismo que hoy está trabajando con el Alcalde para diseñar el proyecto de Ciudad Norte, que le presentará Peñalosa a la CAR para que solicitarle que modifique el trazado de la reserva y le permita construir sobre el 92.2 por ciento de su terreno. Se trata de Camilo Santamaría.
Santamaría es un arquitecto de la Universidad de los Andes y del Pratt Institute de Nueva York, con especialización en planificación urbana para países en desarrollo en University College en Londres. Tiene una carrera de 20 años en los que ha participado en proyectos como el diseño de Ciudad Salitre y el Parque Central Bavaria en Bogotá. Con Peñalosa ya había trabajado en su anterior administración en proyectos claves como la construcción del Parque Tercer Milenio.
“Esa es la propuesta que está estudiando el Alcalde”, le confirmó a La Silla Santamaría.
La lógica de ambas propuestas es idéntica.
Ciudad Norte plantea urbanizar las 6 mil hectáreas del borde norte de la ciudad para albergar a 1,5 millones de personas, la mitad de los que ha calculado Peñalosa que llegarán a Bogotá en los próximos cuarenta años. La Silla supo que la cifra de Peñalosa es una proyección basada en la tasa de crecimiento poblacional que tiene hoy la ciudad de 1,15 por ciento anual, según el Fondo Monetario Internacional. A eso, que daría 3 millones de habitantes adicionales, se suman los estimados de la Secretaría de Planeación, que incluye otros 2,5 millones de migrantes que llegarían a Bogotá.
Como esas 5,5 millones de personas extras, más las que hoy hay, van a vivir en familias más pequeñas (según la tendencia actual), la cifra de viviendas que hacen falta podría llegar a 3,6 millones para 2050.
Eso es más de lo que proyecta el Planeación Nacional, cuya proyección es que en Bogotá y sus alrededores la población llegará a 12,6 millones de personas en el 2050 como contó El Espectador (4,8 y no 5,5 más de los que hay hoy).
Más allá del debate de cuántas vivendas se necesiten para alojar a los futuros bogotanos, por ley hoy no sólo no se puede construir ni en las 1.400 hectáreas que tiene la reserva ni en otras 2.600 hectáreas que son suelos rurales. El resto de las 6 mil hectáreas de Ciudad Norte son las 2 mil hectáreas que hacen parte del Plan de Ordenamiento Zonal del Norte (Poz Norte) que sí es suelo urbano y por tanto se puede urbanizar.
Por eso, la primera movida que quiere hacer Peñalosa es modificar la reserva, para lo que está usando la idea de reemplazarla por los “corredores ambientales”.
Como los ‘núcleos ambientales’ que pisa la reserva son sólo el 7 por ciento del área, según dice Peñalosa, el resto sí lo quieren urbanizar. El equipo de Peñalosa dice que está planeando usar 1.600 hectáreas (es decir, 200 más que las que tiene la reserva) para dejarlos como zonas “verdes” dentro del proyecto.
Por ahora esta propuesta está en borrador. Pero La Silla conoció los renders que muestran que esos corredores ecológicos serán de 200 metros de ancho y en ellos crecería el bosque denso que conectará los humedales, el bosque las Mercedes y el Cerro de la Conejera con el río Bogotá y los cerros orientales.
Alrededor de los corredores se construirán troncales de Transmilenio y vías para los carros como la ALO, parques, alamedas, vías para las bicicletas, y sobre todo, edificios.
En total, en 40 años tendrían que construirse 4.737 edificios, en promedio de 12 pisos y 96 apartamentos, para que vivan más de 454 mil familias. Una ciudadela con la población de Barranquilla en tres veces menos espacio.
“Esto no es el parque del Virrey ni el Simón Bolívar. Los niños no van a jugar en el bosque denso. La idea y el esfuerzo grande que tenemos que hacer es que el ambiente conviva con el urbanismo”, agregó una fuente de la Secretaría de Planeación que habló off the record porque no es el vocero autorizado. “Estamos hablando de esa zona verde con la que todo el mundo se sueña en Bogotá sea realidad sin que le cueste a la ciudad”.
Además, están diseñando una estrategia para que se reconecte el Humedal Torca Guaymaral que hoy está partido por la autopista norte.
De nuevo, para hacer esta propuesta, el equipo de Peñalosa encabezado por Santamaría se basó en el estudio contratado por la CAR a Gustavo Perry en el 2002. Más otros como un estudio de consultoría que contrató la Secretaría de Planeación en el 2007 y un mapa de los corredores que usan las aves que viven en esa zona, que quedó como anexo del primero de dos grandes estudios que dirigió Gerardo Ardila desde el Centro de Estudios Sociales de la Universidad Nacional para la CAR en 2010.
Sin embargo Ardila -ex secretario de Planeación de Petro y profesor de la Universidad Nacional- asegura que la propuesta que ahora Peñalosa está presentado ya fue analizada en el pasado y que entonces se les explicó tanto a Santamaría como a los propietarios que no era viable.
"La naturaleza es un sistema y por eso teníamos que asegurar un ancho y un largo mínimo. Propusimos que fuera de 1 kilómetro de ancho pero era muy difícil por eso terminó quedando entre 800 y 900 metros. Eso no es casual, ni improvisado”, dijo Gerardo Ardila a La Silla. "[Esa propuesta] es intentar que la naturaleza obedezca órdenes. Pero ésta no responde a decretos. Por fortuna, no entiende los ordenamientos artificiales surgidos del lápiz o el dibujo de un genio del urbanismo. Lo que funciona en el render no funciona en la vida real”.
Aunque las dos propuestas son idénticas, la intención de los propietarios y del Distrito es distinta. Los primeros querían vender sus predios a buen precio, ya fuera al Distrito si quería hacer la reserva o a los constructores que la quieren urbanizar, y el segundo quiere diseñar desde cero una ciudad para albergar a los habitantes que, según él, tendrá Bogotá en los próximos 40 años. Ya lo había intentado hacer en su anterior Alcaldía con los mismos argumentos, pero en ese entonces perdió la pelea y ganó la declaratoria de la Reserva. Aún así, si Peñalosa logra sacar adelante su propuesta, los propietarios ganarían una puja de 16 años que hasta ahora llevan perdida.
En ese entonces tanto el Distrito como la CAR rechazaron su propuesta. Por el contrario, la CAR delimitó y declaró la reserva y expidió su plan de manejo, que restringe los usos principalmente de los predios a la conservación y recuperación.
Ese no es el único golpe que han recibido los propietarios.
La alcaldía de Gustavo Petro, defensor acérrimo de la reserva, expedió a mediados del año un decreto que la declaró la utilidad pública sobre los predios, paso previo para expropiarlos a través del Acueducto. Ya están arrancando el proceso en 26 predios -los que están más cerca de la quebrada La Salinosa y que no tienen líos jurídicos- , para convertir esta zona de la ciudad en “el bosque más grande de América Latina”, como anunció Petro.
Para poder comprarlo, el Distrito le pidió a Catastro que definiera el avalúo de esos predios uno a uno. El resultado para los propietarios no pudo ser peor: el costo por metro cuadrado en promedio era de entre 15 mil y 20 mil pesos. Aunque según una fuente de la Secretaría de Planeación de Petro algunos propietarios sí querían vender, esperaban que el costo fuera mucho mayor.
Los propietarios, dice Fernando Amaya, argumentan que tenían una expectativa de que esos predios se iban a urbanizar -y por lo tanto los iban a poder vender a buen precio- desde hace más de medio siglo. Agregan que ese plan estuvo andando porque debajo de la Reserva ya hay construído desde finales de los años 90 un conector de aguas negras del Acueducto que según ellos no está en uso. La Silla no pudo verificarlo con más fuentes.
Sin embargo, como es un proceso de expropiación, el Distrito no puede ofrecer más de lo que dice el avalúa y, como son suelos que tienen usos restringidos, el avalúo comercial también es muy bajo.
Hoy el Distrito no ha logrado comprar ninguno. La Silla supo que 13 de los predios están en un proceso de expropiación judicial que puede tardar unos cinco años en resolverse y seis más en oferta, según una fuente de la Secretaría de Planeación de la pasada Administración.
“Nosotros invitamos al respeto y al consenso pero ellos necesitan nuestros predios. Si, en el peor de los casos, no logramos convencerlos [de su propuesta] y el mundo se va a salvar gracias a mi predio, no me lo pueden pagar a precio de huevo al tiempo que el de mi vecino se valoriza. Esa es la equidad que nosotros defendemos”, dice Fernado Amaya, presidente de Asodesco.
Ese proceso de compra podría caerse ahora, si la administración Peñalosa decide no continuarlos. Por ahora, La Silla supo que la persona que quedó encargada de esos procesos desde el Acueducto de Bogotá es la directora de bienes públicos, Sandra Inés Rozo Barragán, la hermana Zoraida Rozo, ex secretaria privada de Peñalosa y quien fue recientemente condenada por tratar de sobornar a un fiscal para salvar a su esposo, el ex gobernador de Cundinamarca, Álvaro Cruz. Sandra Rozo ya había trabajado en la anterior administración de Peñalosa en ese mismo cargo.
Aunque Petro alcanzó a dejar listo un presupuesto de casi 130 mil millones para avanzar en este proceso, Peñalosa ha dicho que comprar esos predios podría salirle muy caro a Bogotá. Según él, sólo la compra cuesta 2,5 billones de pesos. Esa cifra no la comparte Ardila, quien asegura que la plata alcanza para comprar la mayoría de predios que no tienen construído nada encima, al precio del avalúo catastral. Los que sí tienen algo contruído se pueden quedar, según el plan de manejo, si cumplen unas reglas para mantener la preservación y conservación de esta franja de la ciudad.
Con la propuesta de Peñalosa, el Distrito no tendría que comprar los predios sino urbanizar y hacer la infraestructura sobre el área. Su plan es que se cree una fiducia a la que los propietarios transfieren los terrenos. Esa fiducia desarrollará las 6 mil hectáreas y financiará toda la infraestructura de la zona, para repartir los rendimientos finales entre los propietarios.
Así, según la Alcaldía, este proyecto podría alojaría a 1,5 millones de personas en el 2050 de una manera organizada y densa, evitando que se fueran a vivir a la Sabana de Bogotá donde, según cifras de la Secretaría, las familias usan más espacio que dentro del perímetro urbano. Es decir, lograría reducir el imapcto de esa población futura sobre la Sabana.
“En vez de gastarse 6 mil hectáreas que hay en Bogotá, pegado a Bogotá, te gastarías 25 mil hectáreas de Sabana -según cálculos de la Secretaría de Planeación- que son suelos igual de permeables, fértiles, es más de lo mismo. Lo que queremos es que no se siga ocupando la sabana de la forma en que se está haciendo”, le dijo a La Silla una fuente de la Secretaría de Planeación cercana al proyecto.
Por ahora, la propuesta sigue en borrador y falta hacer todos los estudios -como los de tráfico, de servicios públicos, de dotación de educación y salud- para justificar el proyecto. En eso están trabajando de la mano el urbanista Camilo Santamaría y el ecólogo Germán Camargo, más toda la Secretaría de Planeación.
Cuando lo hagan, el Consejo Directivo de la CAR tendría que sustraer el 90 por ciento de las tierras de la Reserva y luego la Alcaldía tendría que incluirlas en el POT, para que lo apruebe el Concejo.
Si logra todo eso, Peñalosa ganaría uno de los pulsos más difíciles de la ciudad y los dueños de la Van Der Hammen verán recompensada su espera.
Borraron el comentario d MOYANDO q antes era Hollando y d paso mi réplica?
Ya van varias veces se me borran comentarios disque x no ser el tema; en esta oportunidad q si lo era lo borran y sólo x un anunció anexo:
Próximamente en en los mejores cines:
"lA REPARTJA BUROCRÁTICA D PEÑALOSAROTA"
Hay censura x excesiva sensibilidad en LSV??
Al margen del debate y los intereses que se esconden entre los diferentes bandos, precisamente para orientar a Peñalosa y su gabinete, es posible conocer los estudios ambientales realizados en los últimos 15 años sobre los servicios y la utilidad pública de la Reserva, para que con números precisos sepamos que puede perder la ciudadanía, que por supuesto somos el trompo de poner y a la vez conocer un dato que ya poco pesa en las cuentas del Distrito y la CAR: son suelos agrícolas altamente productivos que en tiempos de variabilidad climática, elevado costo de los alimentos, dependencia de las importaciones, desempleo juvenil y una ciudad que crece sin control, algún valor debe tener en ese concepto que se llama seguridad alimentaria con forma de agricultura periurbana.
Estoy en total desacuerdo con este artículo publicado por la silla vacía. Que decepción, iniciaron como un medio independiente y perdieron de vista el objetivo hace rato. El señor FERNANDO AMAYA, presidente de ASODESCO, es tan solo uno de los propietarios de unos terrenos en la reserva. El mismo creo esta asociación con el único fin de ponerse en contra de la reserva, pues su objetivo es que los terrenos que heredo puedan ser vendidos a mejor precio, precio de suelo urbano. Lo gracioso es que el 90% de los propietarios de la reserva no pertenecemos a su asociación ASODESCO. Todos sabemos su alianza con la CONSTRUCTORA AMARILLO con la que persigue el mismo objetivo.
Yo tambien tengo varios predios en la reserva, de mayores dimensiones al del arribista AMAYA y comparto el interés que tenemos la mayoría de los vecinos del sector, que es mantener la reserva por el bien de nuestra sociedad, NO nos interesa vender para enriquecernos a costa de la destrucción de la naturaleza.
No es malo q un propietario quiera vender al mejor precio, aquí lo MALO tremendamente MUYMALO es q un alcalde elegido x elección popular para “el bien común y x la salvación d Bogotá” jijiii..se dedique exclusivamente a satisfacer las necesidades estrictamente particulares dl grupo d contratistas CONSTRUCTORES q le apoyaron en su campaña.
Y no me vengan con q todavía no hay contratos definidos, cierto, PERO HAY CONTRATISTAS hábidos d ellos y son los Q APOYARON LA CAMPAÑA. Y los contratos aparecerán, d eso no hay la menor duda.
Somos el país con dirigentes políticos y funcionarios públicos SIN VERGÜENZA alguna, así con el significado literal, mundano o como mejor parezca. La desfachatez y soberbia con la q Peñalosarota está asumiendo el reto d ciudad guiado y concentrado en OPONERSE a todo lo q signifique Petro, iur REAL obsesión.
La tal obsesión x Bogotá es cuento, d ser así ya habría ejecutado x lo menos una mínima dosis d esa ciudad q viene disque trabajando d toda un VIDA.
Al señor BOLARDOS, PEÑAS Y LOSAS, le importa cinco el medio ambiente, solo sus negocios que enriquecería a unos cuantos, sin importar el daño ambiental inimaginable que ocasionaría urbanizar una reserva forestal gigante como la que está en el ojo del huracán y de los fascinerosos.
Este si puede ser declarado el sucesor de Goyeneche, ampliará el río Bogotá tres veces el cauce actual y urbanizará sus riberas. Ya me siento como en un café parisino, siento escuchando valses de acordeón a la orilla del Bogotá, antes de montarme mi góndola con cantante de ópera a bordo, para bajarme hasta Soacha a hacer turno en el hospital...
Que artículo tan incómodamente tendencioso. Yo soy propietario de algunos de esos predios y no hago parte de "los dueños de los predios" que representa Asodesco. Ellos son tan solo algunos residentes propietarios con altas aspiraciones económicas y sin ninguna sensibilidad por los ecosistemas, entre los que desafortunadamente se cuentan algunos de los más distinguidos colegios de Bogotá... Estos predios nunca han tenido un alto valor comercial y es muy mañoso pretender que se van a valorizar de la noche a la mañana. Se queda mocho el articulo al no profundizar en las razones que tiene la comunidad científica para sugerir una franja de al menos un kilometro de ancho para garantizar la conectividad ecosistémica entre los cerros y el río y evitar un desastre ecológico para la ciudad.
Hola David. Muchas gracias por tu comentario. Nosotros decimos que la propuesta viene de Asodesco, una agrupación de propietarios. También decimos que algunos propietarios sí quieren vender aunque consideraron que el precio que les ofrecieron era muy bajo. Esa información la comprueba el hecho de que a pesar de que el distrito ofertó por unos predios, el proceso tuvo que irse a expropiación judicial porque los propietarios de éstos no aceptaron esa oferta. El objetivo de la nota no es, como tu dices, profundizar en las razones de la comunidad científica para sugerir la franja de la Reserva sino en contar que la propuesta que está presentando Peñalosa es idéntica a la que presentaron los propietarios.
Natalia, la propuesta de tu candidato Peñalosa, no es idéntica a la que presentaron los propietarios. Los propietarios no somos ASODESCO. Claramente es idéntica a la que presento ASODESCO que representa el 10% de los propietarios y esta descaradamente alineada con los intereses de Peñalosa y Amarillo.
Mi mensaje va dirigido a Juanita Leon.Lasillavacia en campaña electoral publico notas sobre supuestas presiones a contratistas para que votaran por Clara. Esto lo soporto con anónimos.
Hoy Lasilla calla ante abusos de la nueva admon con los contratistas, persecución ideológica, retención de pagos y despidos masivos.
Donde quedo la preocupacion por los contratistas sra León?
Hola bogotano. En la historia de Clara que comentas no lo soportamos con anónimos. Lo soportamos con una reportería presencial y de primera mano de nuestro reportero que estuvo allí cuando los invitaron a votar por Clara. Si tienes información sobre lo que mencionas, enviamela a [email protected] y lo investigamos.
Juanita
Estoy en efecto dando los datos, peñalosa prometió no perseguir a contratistas. Al día de hoy van mas de 15mil contratistas removidos de las entidades por el solo hecho de haber trabajado en la administración anterior, en varias les han puesto problemas de pagos (educacion), en otras les pidieron no volver así aun no se les acabe el contrato (integracion y gobierno), en otras no se les permite desarrollar funciones esperando que se les acabe el contrato.
No necesitó escribir anónimamente, uno de los periodistas de Lasilla que fue a las "reuniones" de Clara puede ir a las entidades y preguntar, incluso mirar los registros de prensa donde el subsecretario de seguridad dice "dormir con el enemigo" al hablar de los contratistas de la Bogota Humana, lo que contrasta con las promesas en vídeo de Enrique Peñalosa.
Hay algunos que no pensarían que se llama persecución sino eficiencia administrativa, la administración Petro dejo amarrados muchos contratos, pero por ejemplo como era un asunto de politiquería y no de responsabilidad social, a las señoras de las guarderías las dejo sin contrato, van a salir muchos contratistas, porque lo importante no es cuidar las clientelas políticas sino cumplir con el mandato ciudadano, la burocracia son puestos improductivos que no le sirven al ciudadano, es mas según los lineamientos del exministro Pardo sobre tercerización si el cargo no era de naturaleza temporal sino permanente debían contratar a la persona de planta, es muy fácil decir que Peñalosa esta sacando gente, pero si realmente eran esenciales para la administración porque en los 12 años de administración de la izquierda no se crearon los manuales de funciones para esos cargos y se crearon la planta, la razón es simple mediante el terror se mantiene alineada a la clientela para que voten por ellos.
Hola María Paula. El artículo no intenta abarcarlo todo. Desde la primera línea dice cuál es el eje: mostrar que la propuesta de Peñalosa y la de los propietarios de Asodesco es la misma. No es una manera de darles voz sino mostrar cuáles fueron sus intereses a la hora de presentar la propuesta que ahora retoma el Alcalde y que está trabajando con el mismo urbanista que les ayudó a contruirla. Tampoco se queda en la foto, como tu sugieres, porque si esa es la historia, había que contar cómo se formularon esas propuestas.
Para comenzar, es claro en los planos que la propuesta del alcalde se extiende más allá de los límites de la reserva y llega hasta la ronda del río Bogotá, comprometiendo parte de su valle aluvial. Ese es un problema serio, porque el río se desborda periódicamente y el respeto por las áreas de inundación debe sostenerse sobre cualquier consideración económica, política o de vivienda. La propuesta del alcalde debería ver esta condición como una oportunidad y no como un obstáculo.
Por otra parte, uno de los propósitos centrales en una reserva debe ser asegurar la conexión de los elementos que constituyen la estructura ecológica de un territorio. Es claro que la anchura y la unidad del corredor reservado son cruciales. Por eso, la propuesta del alcalde debería prescindir de las cinco franjas que plantea en favor de una sola. Hay oportunidades para lograr las áreas de expansión que la ciudad requiere, modificando la actual propuesta por una más comprehensiva y participativa.
A mi la comparación me parece relevante, pero me parece que se queda corta en las implicaciones y en cierta forma nos muestra como costeaba el alcalde Petro sus proyectos. A Petro le alcanzaba con 130.000 millones porque me imagino que iba a utilizar a las FARC como mecanismo de apalancamiento, cuanto vale en suelo de expansión aun con afectación el metro cuadrado en ese lugar(cerca a chia), 500.000 pesos metro cuadrado, el valor catastral no se ha ajustado porque este conflicto de la norma lleva 16 años, pero no por ello ha perdido valor la tierra, el problema es que la gente no entiende que al día siguiente de que la resolución este en firme aun se tienen 2 años para demandar por la perdida de valor de la tierra, cuyo costo es de 7 billones de pesos(no 2.5 como dice Peñalosa, ahí esta negociando), el problema de Petro es que valora con el deseo el metro no tiene una tasa de cambio especial de 1.800 por dolar, ni la tierra se la venden a 15.000 el metro cuadrado,ahí engaña al pueblo.
Realmente parece un publireportaje. Cuatro párrafos de Ardila, casi poéticos por cierto, no le cambian el sentido al artículo. Con todo respeto le hace falta el contrapeso a un tema bastante interesante y polémico, que define en muchos aspectos a Peñalosa.
Se le acabó a LSV el enfoque crítico; estoy de acuerdo con Luis Díaz cuando habla de publirreportaje. Una sola mirada de parte de los ambientalistas, pero copletamente sesgado hacia los supuestos beneficios que traería la urbanización de la reserva, dejando de lado cualquier comentario sobre el impacto ambiental.
Esperaba más de LSV frente al gobierno de Peñalosa, pero se veía claro desde la campaña que iban a estar de su lado.
Lamentable.
Una lastima, esta entrada tiene más de publirreportaje que de crítica. Cuando los medios están de acuerdo con un gobernante corrupto todo se convierte en tiranía. La única salida es la revocatoria.
A cualquier precio, pero hay q cumplir a los apoyos electoreros; Cerros orientales urbanizados d ñapa les conectamos con la reserva q igualmente será urbanizada y ahora se llamará “La Reserva VanderCement”. Y no se preocupen q esta vez el relleno fluido y las losas serán d la mejor calidad xq a los constructores no se les puede quedar mal, losas d Transmilleno con sus problemas q arrastran desde la misma época q refiere la autora con el mismo protagonista ungido d Hoy y, a los q le encontrará solución en 2 años, después q nos lo vendieron como q la ciudad estaba planeada desde el primer día dl año , xq el negocio socio es redondo; propietarios d terrenos y constructores reídos con el ungido q les garantiza el cielo.
Y la fresa dl postre, un tal Santamaria al mejor estilo, NHM- Nestor Humberto Martinez-, mejor dicho al mejor estilo Colombiano. Colombianos bien actuando d víctimas y jueces con el dinero q reciben d todos.
Esto es como la moda, una constante cíclica q no cambia
Hola GMolano,
No entiendo tu comentario, ¿Qué de que la propuesta de Peñalosa y la de los dueños de los predios es idéntica te parece un publireportaje? No se si leiste con atención el comentario de Gerardo Ardila que explica por qué la propuesta fue rechazada. Quedo atenta.
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