Hoy, desde La Habana, el Gobierno y las Farc anunciaron un nuevo acuerdo del proceso de paz sobre víctimas ¿cree que con ese acuerdo habrá suficiente reparación?
Nunca serán suficientes las medidas encaminadas a reparar íntegramente a las víctimas en Colombia. Los daños generados por el conflicto son irreversibles y han dejado huellas imborrables en todas las familias del pueblo colombiano.
Por eso, celebramos que la Farc y el Gobierno hayan llegado a un compromiso bilateral para reparar los daños generados a las víctimas y que se hayan relacionado acciones concretas para el reconocimiento de la responsabilidad, la rehabilitación, la restitución, la compensación y la satisfacción de las mismas.
El reto del Gobierno Nacional será garantizar la ejecución de las mismas, a través de una adecuada articulación entre las entidades responsables, así como la destinación de los recursos para dar cumplimiento a las medidas de indemnización y reparación integral de las víctimas, entre las que se encuentra la financiación y caracterización de cada una de ellas en el menor tiempo posible.
El acuerdo logrado entre el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos y las Farc para afrontar cómo hacer efectivos los derechos de las millones de víctimas, que un conflicto tan largo y degradado han producido, es un hecho de gran importancia y evidencia el firme compromiso de las dos partes por avanzar y concluir la negociación.
La base de lo que han denominado un sistema Integral está en el reconocimiento de responsabilidades y el aporte a la verdad sobre en qué circunstancias y de qué modo se dieron Los hechos victimizantes, lo cual es central para los sobrevivientes y la sociedad, conocer la verdad.
La reparación tiene muchas dimensiones y las victimas una multiplicidad de derechos vulnerados y expectativas. Sobre ello se viene trabajando hace cerca de dos décadas con una acción incremental, que puede ampliarse, cualificarse en el marco del acuerdo de Paz, que pacten Gobierno Colombiano y FARC.
Lo acordado esta semana en La Habana es un paso importante y puede sentar bases firmes para una Colombia en paz y reconciliada.
Representante a la Cámara, Movimiento Mira
Nunca serán suficientes las medidas encaminadas a reparar íntegramente a las víctimas en Colombia. Los daños generados por el conflicto son irreversibles y han dejado huellas imborrables en todas las familias del pueblo colombiano.
Por eso, celebramos que la Farc y el Gobierno hayan llegado a un compromiso bilateral para reparar los daños generados a las víctimas y que se hayan relacionado acciones concretas para el reconocimiento de la responsabilidad, la rehabilitación, la restitución, la compensación y la satisfacción de las mismas.
El reto del Gobierno Nacional será garantizar la ejecución de las mismas, a través de una adecuada articulación entre las entidades responsables, así como la destinación de los recursos para dar cumplimiento a las medidas de indemnización y reparación integral de las víctimas, entre las que se encuentra la financiación y caracterización de cada una de ellas en el menor tiempo posible.
Investigador, Fundación Paz y Reconciliación
El acuerdo logrado entre el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos y las Farc para afrontar cómo hacer efectivos los derechos de las millones de víctimas, que un conflicto tan largo y degradado han producido, es un hecho de gran importancia y evidencia el firme compromiso de las dos partes por avanzar y concluir la negociación.
La base de lo que han denominado un sistema Integral está en el reconocimiento de responsabilidades y el aporte a la verdad sobre en qué circunstancias y de qué modo se dieron Los hechos victimizantes, lo cual es central para los sobrevivientes y la sociedad, conocer la verdad.
La reparación tiene muchas dimensiones y las victimas una multiplicidad de derechos vulnerados y expectativas. Sobre ello se viene trabajando hace cerca de dos décadas con una acción incremental, que puede ampliarse, cualificarse en el marco del acuerdo de Paz, que pacten Gobierno Colombiano y FARC.
Lo acordado esta semana en La Habana es un paso importante y puede sentar bases firmes para una Colombia en paz y reconciliada.