La noticia de la solicitud de condena de Álvaro Araujo Castro tiene un hecho curioso que destaca la independencia del fiscal que llevó el caso. 

Lo curioso es que Julio César Martínez, el fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia y quien lleva el proceso por orden directa del Fiscal General Mario Iguarán, es un hombre con vínculos familiares y políticos con los Araújo.

El fiscal Martínez se casó en diciembre del año pasado con Isabel Teresa Campo Eljach, hija de Alfonso Campo Soto, quien fue representante a la Cámara en 1982, y quien es hermano de Rodolfo Campo Soto, el director del Incoder.

Una hija de Rodolfo Campo Soto -María Isabel Campo Cuello- se casó hace 20 años con Sergio Araújo Castro, hermano del ex congresista acusado por el fiscal Martínez, con quien tuvo dos hijos y luego se separó. Es decir, que desde diciembre del año pasado el fiscal Martínez está casado con una prima de la ex cuñada de Álvaro Araújo Castro.

Es cierto que en Valledupar la élite está toda emparentada. Igual, es interesante que entre todos los fiscales que podrían haber llevado el caso le hubiera tocado justamente a quién después de tener asignado el caso se casó con una vallenata.

Si existían algunas sospechas de posibles conflictos de intereses por parte del fiscal, quedan opacadas con la petición de condena por los delitos de concierto para delinquir agravado y constreñimiento al elector.

A pesar de que para el Ministerio Público, Araújo debe ser absuelto por "falta de pruebas" que lo vinculen con "Jorge 40", falta ver la decisión de la juez cuarta especializada de Bogotá, Patricia Ladino, quien tendrá que tener en cuenta los análisis probatorios hechos por el fiscal Martínez y el procurador.