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Esta es la junta del Banco antes de los cambios. De izquierda a derecha, Fernando Tenjo, Mauricio Cárdenas, César Vallejo, Alberto Boada (secretario de la Junta), Carlos Gustavo Cano, Juan José Echavarría, Juan Pablo Zárate y José Darío Uribe. |
En los próximos días Juan Manuel Santos tiene que elegir los reemplazos de dos de los miembros de la Junta Directiva del Banco de la República y se la va a jugar por tener una junta más cercana a las preocupaciones del gobierno, especialmente la revaluación.
El fin de semana el Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas [1], anunció que la meta del gobierno [2] es que el dólar cierre el año a 1.950 pesos, a pesar de que hoy está a 1.776 y de que los analistas no creen que [3] se logre subir más allá de los 1.800. En una entrevista a María Isabel Rueda, publicada ayer, el Ministro insistió en su preocupación. “Trabajaremos duro en la tasa de cambio”, anunció [4].
En ese pulso por devaluar el peso, el Gobierno necesita una junta directiva que, aunque sea independiente, se le mida a tomar medidas más fuertes para combatir la revaluación, como seguir bajando la tasa de interés que el Banco de la República le cobra a los bancos (y que a su vez hace que bajen las tasas de interés comerciales).
El Gobierno quiere que la tasa baje mucho más del 0,25 por ciento que bajó la semana pasada. Y con la posibilidad de nombrar dos miembros en la Junta de su entera confianza, tiene su gran oportunidad para lograrlo.
Lo que busca Santos
En los últimos años, el gobierno ha tratado de hacer que la Junta se preocupe más por la tasa de cambio, dado que la inflación está controlada. El Banco ha sido reacio a hacerlo y, aunque ha creado planes para comprar dólares y así presionar la devaluación, las compras han sido pequeñas. Para dar una idea, mientras el Banco acaba de subir las compras diarias de 20 a 30 millones de dólares, en el Perú las compras diarias son de 50 millones.
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Mauricio Cárdenas se la jugó duro a favor de la devaluación del peso, con su anuncio de que el dólar subiría 200 pesos a finales de año. Pocos analistas le creen. |
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José Darío Uribe, gerente del Banco de la República, fue reelegido el año pasado y estará en ese puesto - y por lo tanto en la Junta - hasta el 2017. |
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Ana Fernanda Maiguashca, quien está de salida del Ministerio de Hacienda, es una carta muy fuerte para llegar a la Junta. |
Pero como para el gobierno la revaluación se está convirtiendo en un gran dolor de cabeza económico, que afecta a los exportadores y a la industria, la posibilidad de poner dos miembros de la junta que tengan esa preocupación en la cabeza, es una oportunidad única para Santos. Sobre todo porque son los únicos cambios que podrá hacer durante este período.
Los codirectores salientes, Juan José Echavarría y especialmente Fernando Tenjo, fueron bastante reticentes a preocuparse por la revaluación, y en la junta directiva hacían una mayoría de cinco con el gerente, José Darío Uribe, Juan Pablo Zárate y César Vallejo.
Si Santos juega sus cartas para ello, los dos nuevos miembros, más el Ministro de Hacienda (que tiene un asiento en la Junta) y Carlos Gustavo Cano, el codirector más sensible al asunto cambiario, podrían crear una nueva mayoría y hacer que el Banco se preocupara más por la tasa de cambio. Es decir, los nombramientos de Santos podrían cambiar el equilibrio de poderes en el Banco.
Los que suenan
Entre los candidatos que más suenan está la viceministra de Hacienda, Ana Fernanda Maiguashca [5]. Ella tiene el apoyo del ex ministro Juan Carlos Echeverry [6], quien la nombró viceministra, es considerada una excelente economista experta en política monetaria y ganó muchos puntos en el Gobierno cuando sacó adelante la Reforma Tributaria pues era la encargada del tema dentro del Ministerio. Además, desde el principio del Gobierno ha asistido a las reuniones de la junta directiva del Banco de la República, acompañando a los ministros por lo que la función no sería nueva para ella. Pero lo más importante, es que tiene la confianza de Santos, que en últimas es el criterio básico para conseguir el puesto.
Su mayor debilidad es su juventud porque tiene menos de 40 años, o que Santos decida apostarle a otra mujer que sea más cercana a él como la Alta Consejera Presidencial para la Gestión Pública, Catalina Crane [7], quien es de la entraña de Santos. Pero, según dijeron a La Silla varias fuentes, Crane está contenta en su cargo actual y en principio no querría moverse de allí.
Además de Maiguashca, las cábalas incluyen a muchos hombres, desde José Leibovich y Roberto Steiner, hasta Adolfo Meisel y Mauricio Cabrera. La lista es muy larga pero, más allá del nombre, hay una puja por qué escuela económica quede representada en los dos cargos.
Por un lado, los economistas más ortodoxos apoyan a personas como al director de la DIAN Juan Ricardo Ortega [8] (quien recién aprobada la reforma tributaria sería muy improbable que Santos le ofreciera el puesto para que abandonara la DIAN, y le dijo a La Silla que se sentiría imposibilitado para abandonar su cargo) o a Roberto Steiner, ex director de Fedesarrollo. Por otro, los que tienen un pensamiento más keynesiano están impulsando a Cabrera, al Superintendente de Servicios Públicos César González, al presidente de Colpensiones Pedro Nel Ospina. Entre este grupo se han escuchado voces por tener una junta menos ortodoxa.
“Sería bueno que en la junta directiva le dieran más importancia al empleo,” le dijo a La Silla la economista Cecilia López, que pertenece a esta línea.
Aunque suene a una división de hace treinta años, esa divergencia pasa por una separación política entre conservadores (más cercanos a la visión ortodoxa) y liberales (más cercanos al keynesianismo).
"Como Tenjo es conservador lo más probable es que Santos lo reemplace con otro conservador y como Echavarría es liberal lo más probable es que lo reemplace con otro liberal", dijo un economista que conoce muy bien a Santos y a la junta directiva. Aunque este es un cargo que no es político, en un año electoral la Unidad Nacional es bastante sensible a cualquier movimiento en puestos de alto nivel.
La Silla supo que el Partido Liberal ha hecho lobby a favor de Cabrera y González. Santos ya le ofreció a Cabrera en el pasado ser presidente de Emcali y éste rechazó la oferta, lo que le puede quitar puntos ahora.
Uno de los candidatos aportaría un componente de representación regional costeña y ese es uno de los puntos a favor de Adolfo Meisel, el gerente del Banco de la República en Cartagena desde hace más de una década. Él está siendo impulsado por algunos economistas costeños cercanos a Santos pero tiene la debilidad de que no es experto en macroeconomía.
En este panorama, Roberto Steiner tiene varias ventajas, según dos fuentes totalmente diferentes. Según ellos, Santos ya ha demostrado que confía en él al nombrarlo en la junta directiva de Ecopetrol; ha sonado en el pasado para la junta; tiene la hoja de vida que encaja para el puesto, pues es investigador y conoce el Banco desde adentro y la polìtica monetaria; y conoce a Cárdenas, a quien sucedió en la dirección de Fedesarrollo.
Más allá de quién quede en la junta y de la discusión técnica sobre los efectos macroeconómicos de un Banco que intervenga más el mercado, si el Gobierno logra frenar la revaluación del peso, habría demostrado su sintonía con los exportadores y los industriales que están en ascuas por la tasa de cambio y que han hecho duras críticas a Santos. Eso, en un año electoral, no es nada despreciable.