La próxima semana las carboneras Drummond y Prodeco recibirán una visita inusual [1]: la ministra holandesa de comercio exterior Lilianne Ploumen y altos directivos de cinco empresas energéticas que les compran carbón vendrán a visitar sus minas en el Cesar. Su intención es revisar el respeto a normas laborales y ambientales, y a conversar con quienes acusan a las mineras de haber financiado a los paramilitares [2] que asolaron la zona en los años noventa.
Con Ploumen vendrán directivos de las empresas energéticas holandesas Nuon y Essent, las alemanas E.ON y Delta, y la belga Electrabel, que figuran entre las grandes compradoras de Drummond y Prodeco, la segunda y tercera productora nacional después de Cerrejón. En Cesar se reunirán con víctimas de los paras, sindicalistas de las dos empresas y habitantes de los tres poblados que las empresas carboníferas tendrán que reasentar [3] por orden del Ministerio de Ambiente. Con ellos irán Pax y la vice de minas María Isabel Ulloa.
La visita ocurre diez meses después de que la ONG holandesa de derechos humanos Pax publicara un informe recogiendo las denuncias de víctimas [2] de la violencia en el Cesar y señalando a las dos mineras por posible financiamiento del Frente Juan Andrés Álvarez de los paras que operaba en esa zona carbonífera, daños ambientales y compra de tierras despojadas.
Las dos mineras niegan los señalamientos de Pax, aunque -como ha contado [2] La Silla- el debate que se puede abrir no es menor teniendo en cuenta que los Países Bajos son el mayor comprador de carbón colombiano en el mundo y su puerto de acceso al resto de Europa. En total, el 20 por ciento termina en Holanda y otro 19 por ciento en los demás países de la Unión Europea.
Hace dos meses el Ministerio de Relaciones Exteriores holandés invitó a la minera estadounidense Drummond a presentar su política de responsabilidad empresarial en una reunión en La Haya. En esa ocasión el Ministerio también convocó al Gobierno colombiano y a la alianza de compradores de carbón BetterCoal, pero no a las organizaciones que en el pasado han cuestionado [4] a Drummond.
Por eso, esta visita a los sindicatos y a las víctimas abre una puerta a un debate más amplio sobre las acciones de las dos carboneras, además frente a varios de sus principales compradores.