Desde que el proyecto minero a cielo abierto de la empresa Greystar en Santurbán generó una fuerte movilización social que se oponía a la explotación de oro en el páramo, las organizaciones medioambientales de Santander han buscado convertir la zona en un parque natural de carácter regional que obligaría a la suspensión de los 28 títulos mineros en el área.
Para ello la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB) le pidió al Instituto Alexander von Humboldt un concepto previo no vinculante, requisito obligatorio para declarar los ecosistemas de alta montaña como zona protegida.
El Instituto Humboldt emitió su visto bueno el 12 de octubre de 2010 para un área propuesta de 12.267 hectáreas, pero a partir de la fecha la CDMB le ha solicitado tres modificaciones al proyecto original. El Instituto emitió un nuevo concepto favorable este martes, aunque le llama la atención a la corporación autónoma regional por no presentar justificaciones técnicas ni científicas para ninguna de las modificaciones, como señala en este comunicado su directora Brigitte Baptiste.
A lo largo de esas tres nuevas solicitudes el área propuesta para el parque natural de Santurbán ha perdido 1.377 hectáreas, que equivalen al 11% de su extensión original. En diciembre de 2010 pidió excluir 1.178 hectáreas en los municipios de Suratá y California. En septiembre de este año, la CMDB pidió eliminar otras 177 hectáreas en California, tras una recomendación del Ministerio de Minas y Energía. Finalmente, en octubre redujo el área en otras 23 hectáreas en Vetas. El ecosistema más afectado por las reducciones es el bosque andino, que perdió el 76% de su extensión original y tendrá solo 149 hectáreas protegidas.
Después de un largo proceso lleno de tutelas y acusaciones públicas entre los aspirantes, el Concejo de Valledupar eligió ayer al personero de esa ciudad para los próximos cuatro años. Los 19 concejales unánimemente reeligieron al abogado Alfonso Campo Martínez, hermano del exrepresentante conservador Juan Manuel Campo y quien en 2012 llegó a esa silla con el respaldo del entonces alcalde Fredys Socarrás. Con la reelección de Campo, el principal derrotado es el representante conservador Ape Cuello, uno de los súper poderes del Cesar tras las regionales de octubre, porque no logró que su candidata fuera la escogida.
Con 83,81 puntos sobre 100 posibles, Campo Martínez obtuvo la calificación más alta del concurso de méritos y se impuso ante la también abogada Lorena Cabrera. Ella obtuvo 76,27 puntos e interpuso una acción de tutela buscando que la Universidad Autónoma del Caribe, institución contratada por el Concejo para poner en marcha el proceso, evaluara nuevamente su hoja de vida. Sin embargo, aunque la tutela le fue fallada a su favor y la universidad tuvo que volver a revisar la experiencia profesional y los estudios acreditados, Campo Martínez terminó con un puntaje más alto.
Para este concurso, Cabrera tenía el apoyo del representante Cuello, quien es el nuevo poder en ascenso del Cesar después de haber sido el principal financiador y promotor del proyecto político que hoy tiene a Tuto Uhía en la Alcaldía de Valledupar. Además, Cabrera trabajó en la campaña de Uhía. Por eso, con la derrota de la abogada, también pierde el mandatario porque queda con un personero que no es de su cuerda política sino de la del exalcalde Fredys Socarrás, quien en las regionales pasadas le puso votos a uno de sus contrincantes: el exconcejal de Cambio Radical Jaime González.
El tercer derrotado con la reelección de Campo Martínez es su propio hermano, el exrepresentante Juan Manuel Campo, quien queda inhabilitado para las legislativas de 2018 en su aspiración de regresar al Congreso. En Valledupar se daba por descontado que el conservador Juan Manuel sería la fórmula del también conservador Ape Cuello, quien ha manifestado en reuniones privadas que quiere dar el salto al Senado. Sin embargo, el personero no desistió de su aspiración de quedarse cuatro años más en el cargo y terminó atravesándole a su hermano.
Dos políticos activos del Cesar le contaron a La Silla que los 19 concejales prefirieron elegir a Campo Martínez para evitarse nuevas investigaciones de la Procuraduría porque fue él quien obtuvo el mayor puntaje, pese a las negociaciones que desde diciembre venía haciendo con ellos el representante Ape Cuello.
En enero, la Procuraduría Regional del Cesar ya les había advertido a los 19 concejales que vulneraban el debido proceso de la elección al decidir que sería la mesa directiva y no todos los concejales, como estaba estipulado desde el inicio del concurso de méritos, los que tendrían la facultad de evaluar las entrevistas de los aspirantes.
Esa modificación generó suspicacias en la Valledupar política porque el representante Ape Cuello tiene influencia sobre la mesa directiva: el actual presidente de ese organismo es de su cuerda política, el conservador Guido Castilla. La etapa final valía un 10% y era clave para los participantes, especialmente para los dos que desde el comienzo se perfilaron como los más opcionados a la silla de personero: Campo Martínez y Cabrera.
Los concejales también llegaron temerosos a la elección de ayer porque la Procuraduría les abrió, en enero, una indagación preliminar por posibles irregularidades y conflicto de interés en la elección de Álvaro Castilla Fragoso como contralor de Valledupar.
Castilla Fragoso fue uno de los financiadores de Uhía, según los reportes que esa campaña presentó al portal Cuentas Claras, y es miembro del comité inscriptor del grupo significativo 'Avanzar es posible', que lo avaló como candidato a la Alcaldía.