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Jueves Junio 08, 2023

Camilo Gómez, que el año pasado fue la fórmula vicepresidencial de Marta Lucía Ramírez, está sonando como candidato conservador a la Gobernación de Cundinamarca.

Este sábado, durante una reunión en Cota con los directorios azules de 25 municipios del departamento, el ex Alto Comisionado para la Paz de Andrés Pastrana reapareció en una tarima azul. Gómez, que aún no ha decidido si se lanza, fue aclamado tras ser presentado con un elogioso discurso de la ex candidata presidencial conservadora. A su lado estaba la plana mayor de ese partido: el presidente del directorio nacional, el representante David Barguil, tres senadores con votos en el departamento (Fernando Tamayo, Jorge Hernando Pedraza y Hernán Andrade), el representante Orlando Clavijo y la ex congresista Carlina Rodríguez.

Gómez, un abogado bogotano que viene del corazón del pastranismo, tiene una larga trayectoria en el sector público pero jamás se había medido en las urnas hasta las presidenciales del 2014, cuando -con Ramírez- sacaron dos millones de votos en la primera vuelta.

Antes de su reaparición llevaba varios años dedicado a la consultoría legal, tras haber sido secretario privado de Pastrana tanto en la Casa de Nariño como en la Alcaldía de Bogotá, además de Superintendente de Sociedades de César Gaviria y uno de los ternados a la Procuraduría en 2008 (perdiendo con Alejandro Ordóñez). Pero es conocido sobre todo por haber sido el Alto Comisionado de Paz en la etapa final de las fallidas conversaciones de El Caguán, reemplazando a Víctor G. Ricardo (quien, curiosamente, sonó hace algunos meses como carta azul a esa misma Gobernación).

Gómez se convierte así en uno de los tres posibles nombres de los azules para llegar a una Gobernación que no tienen desde hace tres décadas. Los dos precandidatos oficiales son el empresario José Miguel Santamaría, que dirige la Corporación Pensamiento Siglo XXI (el think tank de los conservadores) y es hijo del ex gobernador Miguel Santamaría. Y el periodista Jorge Leyva, precandidato a la Alcaldía de Bogotá en 2010 y hijo del ex ministro Álvaro Leyva.

Sin embargo, toda la movida conservadora depende de la decisión de la ex congresista Nancy Patricia Gutiérrez, quien podría lanzarse por firmas o por el Centro Democrático pero que, para algunos, estaría obligado a hacerlo por Cambio Radical. Como la actual presidenta de Asomóvil es políticamente cercana a los conservadores y tiene mucha fuerza en el departamento, si se lanza los azules podrían terminar con ella.

Perfiles relacionados: 
Camilo  Gómez Alzate
Nancy Patricia Gutiérrez
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Vie, 2015-05-08 18:39
El doctor Camilo Gómez no es la persona idónea para ocupar el cargo de Gobernador de Cundinamarca por una razón muy simple, su labor como Alto Comisionado de Paz fue absolutamente desastrosa, ya que no percibió en ningún momento el juego truculento de las FARC hasta cuando su jefe el exPresidente Andrés Pastrana decidió romper con ese estrepitoso proceso. Muy seguramente si llegara a ser Gobernador del departamento volverían a reinar las FARC en Cundinamarca, las que desde ya le apuestan a Gómes y al hijo de Alvaro Leyva como sus cartas políticas. No conozco al doctor Santamaría, pero creo que será mucho mejor candidato y gobernador que los otros dos.
Mié, 2015-05-06 21:41
Todos los nacidos en Bogotá, cuando se nos pregunta de dónde somos, respondemos: bogotano. Nunca se nos ocurre decir que somos cundinamarqueses. Los hay antioqueños, vallunos, barranquilleros, pero solo para Bogotá y los bogotanos, Cundinamarca no es ningún referente. Así que la suerte de nuestro departamento nos es indiferente. Pero, solo por meter la nariz en algo en lo que poco me ocupo, formulo una pregunta: si los municipios suman más de 140, cómo puede aspirar el señor Camilo a ser ganador, con el apoyo de 25? No cree que le falta fuerza? Como negociador de paz, pasó sin pena ni gloria. No me extraña, entonces, que pocos lo conozcan.
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Otros confidenciales recientes

Miércoles, Marzo 23, 2016 - 11:25
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La prestigiosa revista Harper´s, en su edición de abril -la cual acaba de salir- trae un artículo demoledor para Colombia. Porque, aunque muchos ya lo sospechaban, tener la prueba fehaciente duele más.

En un artículo sobre la futilidad de la guerra contra las drogas, el periodista Dan Baum le pregunta a John Ehrlichman, el asesor de política doméstica del ex presidente de Estados Unidos Richard Nixon, sobre la guerra contra las drogas iniciada por su jefe de entonces ¿Su respuesta?

“¿Quiere saber de que se trató realmente?”... “La campaña de Nixon en 1968, y la Casa Blanca de Nixon después de eso, tenía dos enemigos: la izquierda que estaba en contra de la guerra y la gente negra ¿Entiende lo que le estoy diciendo? Sabíamos que no podíamos prohibir estar en contra de la guerra o ser negro, pero si lográbamos que el público asociara a los hippies con la marihuana y a los negros con la heroína, y luego criminalizábamos ambos fuertemente, podíamos golpear ambas comunidades. Podíamos arrestar a sus líderes, allanar sus casas, intervenir sus reuniones y estigmatizarlos noche tras noche en los noticieros de la tarde ¿Sabíamos que estabamos mintiendo acerca de las drogas? Claro que sí”.

La guerra contra las drogas - cuyas motivaciones reales conocemos ahora- le ha costado a Colombia miles de vidas, cientos de miles de millones de pesos destinados a pelearla y ha financiado a paramilitares, guerrillas y delincuentes comunes.

Solo entre entre 1994 y 2008, según el estudio realizado por el experto en drogas Daniel Mejía, la guerra contra las drogas era responsable del 25 por ciento de la tasa de homicidios.

Eso traducido en personas, significa que solo en ese período -que no incluye los finales de los ochenta y principios de los noventa, cuando más intensa fue la guerra contra las drogas- fueron asesinadas 53.200 personas. Esto sin contar las que murieron por cuenta de la guerrilla o los paramilitares. O las que pasaron su vida en la cárcel.

Ese fue el precio del cinismo de Nixon y sus asesores y de la forma como Colombia lo interiorizó.

Martes, Marzo 22, 2016 - 16:10
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El senador barranquillero de La U José David Name lanzó en las últimas horas una convocatoria para marchar este 2 de abril en contra de Electricaribe, la criticada prestadora del servicio de energía en siete de ocho departamentos caribe. Lo increíble es que ese mismo día es la marcha del uribismo en contra del Gobierno Santos, por lo que la movida de Name va a terminar ayudando a los opositores del Gobierno que dice defender.

Por los continuos cortes y problemas de voltaje, Electricaribe es una de las empresas menos queridas en la Costa, en donde sienten que Santos no ha sido capaz de meterla en cintura. Como el uribismo convocó su marcha con el lema “Yo tengo razones para decir no más ¿Cuál es tu razón?”, el llamado de Name parece ser una respuesta a los uribistas.

Evidencia de esa concidencia se puede ver ya en Twitter.

La coincidencia sorprende porque Name no es un senador cualquiera, sino de uno que acaba de ser presidente del Congreso por la coalición de Gobierno.

Por ello, ya se empiezan a despertar suspicacias, como la de un congresista importante de la Unidad Nacional que nos dijo: “No sé a qué juega Name, a lo mejor no está contento con algo en el Gobierno y esta es su forma de expresarlo”.

Consultado al respecto, Name nos dijo que no le pusiéramos “misterio” a su convocatoria, que él tiene las mejores relaciones con el Presidente y que “si no es el 2, que sea otro día, pero tenemos que protestar. Uribistas o no uribistas, estamos sufriendo con el tema eléctrico”.

No es la primera vez que Name termina de alguna manera relacionado con el uribismo. Al igual que casi toda la Unidad Nacional santista (incluyendo al Presidente) fue uribista en el pasado y en 2014, siendo presidente del Congreso, tuvo que salir a aclarar que no lo seguía siendo sino que estaba del lado del Gobierno, luego de que se hundiera un debate de control sobre parapolítica en contra del expresidente Álvaro Uribe.

Domingo, Marzo 20, 2016 - 19:23
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Aunque para la designación de los gerentes de los hospitales en el país tiene que mediar un concurso de méritos que en el papel asegure que los más idóneos son los que van a llegar a dirigirlos, varios intereses políticos ya se están moviendo detrás de esas vacantes en Santander.

Así como la familia Aguilar, con la llegada de Richard Aguilar al ‘Palacio Amarillo’ en 2012 se quedó con esos cargos en el departamento, y en el periodo de Serpa los dirigentes de los hospitales fueron cercanos al Partido Liberal, en esta ocasión la administración de Didier Tavera también estaría moviéndose para poner fichas propias en los hospitales y devolverlos a su partido.

Si bien el concurso está siendo adelantado por la Universidad de Pamplona, cinco fuentes políticas, una de las cuales ha tenido injerencia en el sector de la salud, señalaron que esa no es una prenda de transparencia para la escogencia.

“Hay maneras de influenciar ese tipo de concursos. Solo basta mirar lo que está pasando con las elecciones de contralores y personeros en muchas partes del país para darse cuenta de lo que pasa con los concursos de méritos en muchas ocasiones”, le dijo a La Silla una de esas fuentes.

Aunque la crisis de la red hospitalaria de Santander en diciembre tocó fondo en todo el departamento y hay 19 centros en riesgo financiero, así como cuatro que entraron en un plan de recuperación fiscal que busca evitar que se cierren, los intereses detrás de los hospitales siguen siendo muchos.

Por una parte, manejan multimillonarios presupuestos que pueden invertir bajo un régimen de contratación mucho más laxo y por otra tienen bajo su mando un abultado personal (que se vuelve muy útil en temporada de campaña).

Pese a que la Secretaría de Salud del departamento llegó Claudia Amaya como ficha del senador de Cambio Radical, Bernabé Celis, cuatro fuentes que se mueven en círculos políticos de Santander le dijeron a La Silla que la funcionaria se quedó sin la intervención directa en la coordinación del concurso para seleccionar a los gerentes.

El rol protagónico lo habría tomado Wilson Peña, asesor del despacho de Tavera, quien además de haber sido secretario de salud de Santander en el periodo de Horacio Serpa, está enfrentando cuestionamientos por la contratación de estudios que no sirvieron para la construcción de hospitales en el departamento cuando estaba a cargo de ese despacho.

La Silla conoció que la puja de intereses por los cargos en los hospitales ya pasó por un primer filtro.

Tres fuentes de adentro de Opción Ciudadana, le dijeron a este medio que aunque inicialmente se había planteado la posibilidad de que al grupo de Luis Alberto ‘el Tuerto’ Gil le dieran la gerencia del Hospital Universitario de Santander, ese escenario ya fue completamente descartado.

“Los liberales y específicamente Serpa cerraron todos esos espacios y los tienen completamente acaparados”, señaló una de las fuentes. Las otras dos dieron la misma versión.

Al ser consultado por La Silla, Peña negó que existieran intereses políticos en el proceso, explicó que su función para el caso del concurso es la coordinación de “algunos aspectos” (pero no precisó cuáles), y dijo que el “proceso de selección está blindado”.

Sobre su designación como asesor de Tavera y su cercanía con Serpa indicó que llegó por mérito propio al cargo y que el Senador “no tiene ningún tipo de influencia en el concurso”.

El 31 de marzo se vence el plazo para la salida de los gerentes actuales de los hospitales en todo el país; sin embargo, el concurso para esa fecha no estará completamente listo, por lo que deberán haber nombramientos provisionales

Mientras la crisis hospitalaria sigue latente y trabajadores del sector de la salud, así como estudiantes piden que se prioricen criterios técnicos para los nombramientos, los intereses políticos están llamados a tener peso decisivo en la selección de los gerentes.

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