El Consejo Superior de la Judicatura acaba de desactivar el riesgo de que quede paralizada la administración de la Rama Judicial, al elegir a la ex Fiscal General y ex secretaria General de Gustavo Petro, Martha Lucía Zamora, y al ex Auditor General Iván Darío Gómez (ambos de origen liberal) como magistrados de la Sala Administrativa.
Esa Sala sigue siendo la que define el presupuesto de la Rama, arma las listas de las que se eligen los magistrados, crea y suprime juzgados, a pesar de que la reforma de Equilibrio de Poderes la eliminó, porque nada que se puede conformar el Consejo de Gobierno Judicial para reemplazarla: como el Consejo de Estado tumbó casi todo lo que hicieron los presidentes de las Altas Cortes el año pasado para crearlo, la Sala Administrativa seguirá funcionando, seguramente hasta fines de año.
El lío es que se iba a paralizar en marzo, pues en ese momento termina su período uno de sus magistrados actuales, Ricardo Monroy Church. Como la sala necesita cuatro votos para tomar cualquier decisión, los tres restantes no iban a poder definir nada.
La decisión la tomó la Sala Plena del Consejo Superior por nueve votos contra dos (se opusieron Édgar Carlos Sanabria y Monroy Church, los dos de la Administrativa). También para evitar que se paralice decidieron ratificar los cuatro encargos de la Disciplinaria y eligieron de presidente a Pedro Agustín Suárez, de la Administrativa, y como vicepresidente a Julia Emma Garzón, de la Disciplinaria.